lunes, 20 de septiembre de 2010

BUENOS AIRES LA SEGUNDA CIUDAD MAS SEGURA DE LAS AMERICAS.

PUBLICO ESTE INFORME YA QUE ME PARECIO INTERESANTE QUE SEPAMOS TODOS QUE AUN VIVIMOS EN UN PAIS CASI PRIVILIGIADO ENTRE TANTAS COSAS. ACTUALMENTE ESTAMOS TODOS EN UN ESTADO DE ALTERACION POR LA INGURIDAD LOGICA Y REINANTE POR LOS HECHOS DIARIOS EN LA QUE SOMOS VICTIMAS TODA LA SOCIEDAD, PERO CABE DESTATAR QUE COMPARADO CON GRAN PARTE DE LOS PAISES DEL MUNDO AUN DA ESPERANZA DE QUE SE PUEDEN HACER COSAS.........EMPEZANDO DESDE NUESTROS HOGARES Y COMO CIUDADANOS HASTA EXIGIR A NUESTROS GOBERNANTES DE QUE NO SE DUERMAN O QUE HAGAN DEMAGOGIA COMO EL ACTUAL GOBIERNO DE MENDOZA QUE GANO HACIENDO CAMPAÑAS SOBRE INSEGURIDAD QUE JAMAS PUDO CONCRETAR Y LO QUE ES PEOR SE LES ESCAPO DE LAS MANOS YA QUE ACTUALMENTE ACTUAN DE UNA MANERA CASI IMPROVISANDO EN EL DIA A DIA ...........LAMENTABLEMENTE, COLOCANDO A MENDOZA ENTRE LAS PROVINCIAS MAS INSEGURAS DEL PAIS, UNA VERGUENZA DE INEPTITUD.
AQUI ESTAN LOS NUMEROS COMPARANDO LA REALIDAD ARGENTINA CON EL RESTO DE LOS PAISES DE LA REGION Y DEL CONTINENTE, LOGRANDO ASI UN MUY BUEN PUESTO, GRACIAS A DIOS, COMPARANDOLO CON COLOMBIA, MEXICO, BRASIL Y OTROS TANTOS PAISES.

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La capital argentina es la segunda ciudad más segura de las Américas, sólo superada por Toronto, Canadá. La tasa de homicidios del país es la cuarta más baja del continente y cayó casi un 40 por ciento desde 2002.





La tasa de homicidios dolosos (en los que hubo intención de matar) en la Argentina es la cuarta más baja del continente americano, según datos oficiales a los que tuvo acceso en forma exclusiva Página/12. Las cifras, que corresponden al año 2008 y que son las más recientes que han sido trabajadas en forma comparativa, por países, indican que en Argentina hay 5,8 homicidios cada cien mil habitantes. Sólo son más bajos los porcentuales de Chile (1,6 homicidios cada cien mil habitantes), Canadá (1,83) y Estados Unidos (5,4 cada cien mil habitantes), mientras que la estadística negativa es encabezada por Honduras (57,9), Venezuela (52) y Guatemala (49 homicidios dolosos cada cien mil habitantes). Esa misma tendencia se mantuvo durante 2009 y lo que va de 2010, según las fuentes consultadas por este diario. Si se analizan las cifras concretas, en la Argentina, de los 3453 homicidios dolosos ocurridos en 2002 se bajó a los 2305 de 2008, lo que significa una caída del 37 por ciento.
Si el análisis se hace por ciudades, la que marcha al frente en materia de homicidios dolosos es Cali, con una tasa de 66 asesinatos cada cien mil habitantes, mientras que la ciudad de Buenos Aires es la segunda con más baja tasa (4,6). La única ciudad que está por debajo de esa cifra es Toronto, Canadá, con 2,79 homicidios dolosos cada cien mil habitantes. Otro dato importante es la baja que ha experimentado la tasa de homicidios dolosos en Argentina desde 2002, cuando llegó al pico de 9,2 casos cada cien mil habitantes, hasta llegar a los 5,8 registrados en 2008, que sin embargo muestran un leve ascenso respecto de los 5,2 de 2007.
El informe al que tuvo acceso este diario es un resumen de la Estadística Criminal 2008, un trabajo que realiza año a año la Dirección de Política Criminal, que depende de la Subsecretaría de Política Criminal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Acerca de la tasa de homicidios dolosos en Argentina, en el informe aparecen algunos datos que desestiman la idea que se tiene –sobre todo a partir de informes difundidos por algunos medios de prensa– sobre el aumento de los hechos de violencia, con resultado de muerte, en ocasión de robo o algún otro tipo de delito. De los 2305 homicidios dolosos ocurridos en 2008, el 64 por ciento de los casos se produjo por cuestiones interpersonales (entre parejas, familiares, conocidos o vecinos) que no tuvieron nada que ver con la comisión de otro delito. Un dato que sí alarma es el hecho de que el 54 por ciento de esos crímenes se hayan cometido con armas de fuego.
El Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, entre el 10 de julio de 2007 y el 17 de diciembre de 2009, arrojó como resultado la destrucción de 107 revólveres, pistolas, escopetas, etcétera. Se cree que ese total, sumado a las 90 mil armas que todavía tienen que ser destruidas en la provincia de Buenos Aires, conforman apenas poco más del 10 por ciento del total que circula en todo el país y que no está declarado legalmente. “Si no hubiera tenido un escopeta en su casa el hombre que mató al chico en Merlo, porque el pibe le tiraba piedras a un perro, ese homicidio tal vez no hubiera ocurrido. El hombre le hubiera pegado, tal vez, pero no lo hubiera matado. Por eso es necesario seguir con el plan para que no haya armas en casas de familia.”
La serie anual 2002-2007 que ilustra sobre los homicidios dolosos ocurridos en la Argentina muestra una caída constante, con la única excepción del leve aumento registrado en 2008, respecto del año anterior. La secuencia es la siguiente: 2002 (9,2 casos cada cien mil habitantes), 2003 (7,59) y 2004 (5,91 casos cada cien mil habitantes). De allí en más, la tasa anual nunca llegó a 6. Si se compara el 2002 con el 2008, la baja del total de homicidios dolosos superó el 37 por ciento. En suma, se pasó de 3453 homicidios dolosos en 2002 a 2305 en 2008. El alza de los homicidios dolosos hasta 2002 y su caída, desde 2003, obedecen, según los expertos, “en el primer caso a la caída de los niveles de empleo y en el segundo, a la recuperación paulatina de las fuentes de trabajo”.



Uno de los datos más curiosos del informe –un adelanto de las cifras oficiales que se conocerán en pocos días más– es la diferencia que existe entre lo que comúnmente se llama “sensación de inseguridad” y los datos que señalan las estadísticas reales. Una encuesta de victimización realizada en 2088 por Lapop (Latin American Public Opinion Project), precisó que la Argentina encabeza la compulsa, porque el 27,47 por ciento de los consultados afirman sentirse “inseguros” por haber sido víctimas de algún delito. El segundo lugar lo ocupa Chile (22,23) y el tercero Uruguay (22,04). Sin embargo, las cifras oficiales de esos tres países, del mismo año, señalan que los tres son los que tienen las tasas más bajas de homicidios: Chile (1,60), Argentina (5,30) y Uruguay (6,60).
En el caso de la tasa de homicidios dolosos por país, que ubica a Honduras en el primer lugar con un 57,9 casos cada cien mil habitantes, Argentina tiene cifras más bajas que otros diez países: Venezuela, Guatemala, El Salvador, Colombia, Brasil, República Dominicana, Nicaragua, México y Costa Rica. Sólo están por debajo de Argentina tres países: Chile, Canadá y Estados Unidos.
De todos modos, en el caso de Chile, donde la tasa oficial es de 1,6 casos cada cien mil habitantes, se aclaró que hasta 2008 las cifras tuvieron como fuente el Ministerio del Interior, que releva datos del cuerpo de Carabineros. En el año 2009, el Ministerio Público de Chile (fiscalías), informó sobre un total de casos de homicidio que se traduciría en una tasa de 9,1 homicidios cada cien mil habitantes. “Esto indicaría que Argentina sólo tendría tasas más altas que Estados Unidos y Canadá”, explicó la fuente consultada por este diario.
En el índice de homicidios dolosos por ciudades, las que tienen las cifras más negativas son Cali, Colombia, con 66 casos cada cien mil habitantes, seguida por Río de Janeiro (39,7), Tijuana (38,8), Medellín (33,8), Bogotá (31,7) y la ciudad de Washington (31,42 cada cien mil habitantes). La ciudad de Buenos Aires, se dice en el informe, “presenta tasas de homicidios muy bajas en relación con la mayor parte de las grandes ciudades de la región”, a excepción de los centros urbanos de Canadá. Argentina está por debajo de los niveles de criminalidad de América latina, cuya tasa promedio es del 25,6.
El trabajo que realiza la Dirección Nacional de Política Criminal, cuyo titular es el criminólogo Mariano Ciafardini, se hace sobre la llamada “cifra blanca” del delito, que es la que reúne los casos de cierta o de mucha gravedad, que son denunciados antes las autoridades policiales y judiciales. Hay una “cifra negra” de hechos no denunciados, que por lo general son hurtos sin violencia. La dirección depende de la Subsecretaría de Política Criminal, cuyo titular es Juan Martín Mena.






EN LAS PROVINCIAS






En la Estadística Criminal correspondiente a 2008, la tasa de homicidios dolosos provincia por provincia es encabezada por Chubut, con una tasa de 8,47 casos cada cien mil habitantes, cifra que supera los 5,8 de promedio para el país. La provincia con menor índice de crímenes, en 2008, es Catamarca. Este año se cumplieron los veinte años de uno de los hechos más dolorosos de la historia de la provincia norteña: el asesinato de la joven María Soledad Morales. Las provincias que están debajo de los cuatro puntos son, además de Catamarca, La Pampa (1,8 casos cada cien mil habitantes), La Rioja (2,05), Tucumán (2,37), San Luis (2,51), San Juan (2,73), Tierra del Fuego (3,17) y Santiago del Estero (3,35).
La ciudad de Buenos Aires, que aparece en todos los noticieros de la TV como si fuera la capital de la muerte segura, tuvo una tasa anual, en 2008, de 4,57 casos de homicidios dolosos cada cien mil habitantes, una cifra que es menor, incluso, a la del promedio del país, que es, como se dijo, del 5,8. Hay diez provincias que tienen tasas más altas que las de la Capital Federal. Ellas son Chaco, Santa Cruz, Formosa, Misiones, Neuquén, Buenos Aires, Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe y la ya mencionada provincia del Chubut, que encabeza la estadística negativa.
Los datos sobre las diferentes provincias fueron reunidos por el servicio nacional de información de la Dirección Nacional de Política Criminal del Ministerio de Justicia.
En lo que respecta a la información sobre lo que ocurre en el continente, se obtuvieron informes de fuentes tan diversas como Flacso, Lapop, BID, el Observatorio Centroamericano Sobre Violencia de El Salvador, el Instituto Universitario de Democracia, Paz y Seguridad de Honduras y el Observatorio de Seguridad de Nicaragua. También aportaron sus datos el FBI, a través del Uniform Crime Report, Statistics Canadá, el Observatorio Interamericano de Seguridad de la OEA en Costa Rica, el Observatorio Sobre Violencia de Guatemala, la Policía Nacional de Colombia, la ONG Incosec de Venezuela, el Observatorio Interamericano de Seguridad de Brasil, la Secretaría Nacional de Seguridad Pública de Brasil, la División de Seguridad Pública de Chile, el Ministerio del Interior de Uruguay y la Metropolitan Police de Inglaterra.







MENOS INQUIETUD.

Otro de los temas analizados en el informe de la Dirección de Política Criminal es la evolución que han tenido desde 2002 a la fecha las manifestaciones sociales. El pico se registró en 2002, cuando se produjeron 16.965 protestas y movilizaciones, mientras que entre enero y junio de 2010, el número descendió a 2422, según el informe oficial al que tuvo acceso Página/12. En el parte se asegura que el cuadro de exteriorizaciones en el período 2002-2010 “muestra que, luego de una elevada cantidad de casos producida en el primer año analizado, hubo un fuerte descenso y estabilización en los períodos siguientes, más allá de un pequeño pico, en 2008, que fue fuertemente revertido en los períodos posteriores”. En 2008, como se sabe, el desencadentante de las protestas fueron los cortes de ruta de los productores agropecuarios, encabezados por la Sociedad Rural y otras entidades afines.
Hubo manifestaciones importantes, en número, durante los años 2003 (7872), 2005 (7729), 2007 (7217) y la ya mencionada de 2008 (9942), pero ya no se llegó, ni cerca, a la magnitud de los conflictos registrados en 2002, como resultado de la crisis económica que siguió a la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Aunque no está mencionado en el informe, los datos cotidianos indican que la mayoría de las movilizaciones, en los últimos años han tenido su epicentro en la ciudad de Buenos Aires. Las protestas han sido tanto de gremios estatales o privados, organizaciones de desocupados, partidos u organizaciones políticas y reivindicaciones vecinales o de familiares de víctimas de gatillo fácil, accidentes o sucesos gravísimos como el de Cromañón.
Se dice que cuando se comenzó a llevar un registro sobre la conflictividad social a nivel nacional “existían actores sociales que dado su alto nivel de actividad ejercieron un rol protagónico. No obstante, con el paso de los años, esos actores mutaron en otro tipo de organización y/o sus reclamos se diluyeron. Asimismo, han surgido nuevos actores”. El informe considera que hay algunos grupos “extintos o atomizados”, como las “organizaciones de desocupados o los ahorristas” que protestaron en su momento contra el corralito. Los “nuevos actores” son, según el informe oficial, “ambientalistas, indigenistas y organizaciones sociales”.
En 2002, por ejemplo, un total de 4964 marchas de protesta fueron protagonizadas por partidos políticos y entidades de derechos humanos. En nivel de importancia le siguieron los gremios estatales (1480), las organizaciones de desocupados (1152), las organizaciones vecinales y familiares de víctimas (1077) y los gremios que agrupan a trabajadores de empresas privadas (1039). En 2006, en cambio, se produjeron 4910 manifestaciones, la mayoría de ellas convocadas por los trabajadores de empresas privadas (1129 marchas o conflictos).
En los últimos dos años, mientras tanto, las marchas de protesta son lideradas por las organizaciones políticas, que realizaron 1016 demostraciones el año pasado, mientras que en los primeros seis meses de este año llevan sólo 179. En 2010, lo que prevalecen son las marchas de vecinos o familiares de víctimas (363 actos o movilizaciones).






VICTIMAS Y SENSACIONES.


POR: Carlos Rodríguez. PAGINA 12.

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