miércoles, 29 de diciembre de 2010

HOMOSEXUALES EN LOS EJERCITOS. EN LATINOAMERICA EL CAMBIO COMENZO ANTES.

Al menos cuatro países sudamericanos ya empezaron a recorrer el camino por el que comenzó a andar Estados Unidos con la derogación de la ley que prohibía la presencia de personas abiertamente homosexuales en las Fuerzas Armadas.


Aunque con distintos grados de avance, los primeros pasos en ese sentido ya fueron dados por Colombia, Argentina, Uruguay y Perú.

En Washington, el presidente Barack Obama promulgó este miércoles la reforma legal aprobada la semana pasada en el Congreso, que no es otra cosa que el fin de la norma conocida como Don’t ask, don't tell (No preguntes, no lo cuentes).

Esta ley, que data de los tiempos de la administración de Bill Clinton, en la década de 1990, establecía la expulsión de cualquier militar en servicio, cuya homosexualidad se hiciera pública.

Se estima que más de 10.000 personas fueron retiradas desde entonces de las Fuerzas Armadas estadounidenses, según denuncian organizaciones defensoras de los derechos de gays y lesbianas.

La mayoría de los países del mundo conocieron prohibiciones similares, aunque son varios los que comenzaron a remover ese tipo de legislación.

Cuestión de principios

En América Latina, Colombia eliminó las restricciones de su Reglamento de Régimen Disciplinario para las Fuerzas Militares en 1999, a raíz de un fallo de la Corte Constitucional.

En uno de los artículos del citado estatuto se establecía como "faltas al honor militar" el hecho de "vivir en adulterio o concubinato"; "asociarse o mantener notoria relación con personal que registre antecedentes penales o sean considerados como delincuentes de cualquier género o antisociales como drogadictos, homosexuales, prostitutas y proxenetas", así como "ejecutar actos de homosexualismo o practicar y propiciar la prostitución".

Cuando el tema se debatió en los estrados judiciales, el Ministerio del Interior argumentó a favor de la norma que entonces estaba vigente, afirmando que "la vida castrense debe someterse a un tratamiento diferencial a fin de que la conducta y la disciplina de los efectivos sean intachables", según se recoge en la sentencia de la Corte Constitucional de Colombia.

Para la cartera de Defensa, en tanto, la única expresión que debía eliminarse era la categoría de "antisociales" en la que se englobaba a los homosexuales. Sobre el resto del artículo cuestionado, esa institución sostuvo entonces que "como la carrera militar exige una vida digna que genere respeto por parte de los ciudadanos, el régimen disciplinario que la cobija trasciende las fronteras de la juridicidad para pasar a las de la eticidad".



Necesidad de nuevas leyes

Tanto en el caso colombiano como en otros que le siguieron, los cambios se produjeron a partir de pronunciamientos judiciales que declararon la inconstitucionalidad de tales prohibiciones, porque restringían derechos y no garantizaban la igualdad entre las personas.

En Perú hubo pronunciamientos en similar sentido que fueron destacados en diversas publicaciones de defensores de los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, pero según organizaciones locales aún faltan avances en materia legal.

"Lo que hubo hace algunos años fue una sentencia del Tribunal Constitucional por una acción de inconstitucionalidad de la Ley Orgánica de Justicia Militar que inició la Defensoría del Pueblo. Entonces declararon que varios artículos eran inconstitucionales y uno de ellos era el que penalizaba la homosexualidad dentro de las fuerzas militares", relata en diálogo con BBC Mundo Crissthian Olivera, director ejecutivo del Movimiento Homosexual Lima.

Olivera también enumera otras sentencias similares referidas a las fuerzas policiales pero critica que "el Estado no ha hecho nada para una nueva Ley de Justicia Militar" que reemplace a la que fue objetada por el Tribunal Constitucional.

El dirigente también cuestiona una norma sobre justicia policial "sancionada hace un año o un año y medio".

Según Olivera, esa ley "establece sanciones para los efectivos policiales que tengan conductas homosexuales escandalosas sin definir qué es escándalo y qué no. Si pensamos que acá hay todavía una cultura machista y homofóbica, cualquier conducta homosexual va a ser considerada de por sí escandalosa".

Nuevos códigos

En 2008, el Congreso argentino sancionó por unanimidad un nuevo Código de Justicia Militar que reemplazó al que databa de 1951 y que había sido declarado inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia. La antigua ley penalizaba las prácticas homosexuales en las Fuerzas Armadas.

Una nueva ley militar que comienza a regir este sábado en Argentina despenaliza la homosexualidad en las fuerzas armadas y pasa al fuero civil los juicios por delitos cometidos en el ámbito militar.

Además, erradica la pena de muerte, que aún seguía vigente a pesar de que en la práctica no se ha aplicado desde 1956.

La nueva ley 26.394 deroga así el Código de Justicia Militar, que había estado en vigor desde 1951.

Este código no prohibía expresamente el ingreso de gays a la Fuerzas Armadas, pero sí penalizaba los actos homosexuales.

Conocida popularmente en inglés como "don't ask, don't tell" ("no preguntes, no cuentes"), esta política es la que rige en muchas partes del mundo, incluyendo Estados Unidos.

La nueva ley militar argentina pone al país en línea con naciones europeas como Alemania, Francia y Bélgica.

Así lo afirmó a BBC Mundo el Coronel Mayor Auditor Manuel Lozano, uno de los arquitectos de la nueva ley, quien señaló que el cambio era necesario ya que la antigua justicia militar violaba las garantías y los derechos jurisdiccionales de los militares, incluyendo el derecho a la defensa, y además no era eficaz.

"Argentina pasó de ser quizás el país que más en mora estaba con el tema, a ser un país de vanguardia, donde los derechos del ciudadano militar son los mismos del ciudadano civil", aseveró.

Problemas prácticos

El experto en asuntos de Defensa, Rosendo Fraga, está de acuerdo en que la nueva ley militar argentina es "ideológicamente de avanzada". Pero cree que es "poco práctica para la vida cotidiana militar normal".

En ese sentido, considera que pasar a la órbita civil los procesos contra militares podría socavar la autoridad militar y crear un problema de disciplina.

"Si alguien un día se queda dormido en la guardia, antes le ponían 20 días de arresto, o algo similar. Ahora hay que abrir una causa en la justicia federal penal", señala, a modo de ejemplo.

"Va a hacer más difícil el manejo de la disciplina", reitera.

Sin embargo el coronel Lozano cree que esos temas están contemplados en el Código Disciplinario, un anexo a la ley, que le da cierta autoridad a los jefes militares.

Homosexuales

Fraga también plantea problemas del día a día con respecto a la igualdad que se da a los gays en las Fuerzas Armadas.

El experto considera que puede haber reticencia por parte de algunos soldados, que se sientan incómodos de compartir cuartel con colegas homosexuales.

El coronel Lozano acepta que pueden surgir problemas en la aplicación de la ley en este sentido. Pero destaca que no es correcto "penar una condición", como hacía el viejo Código de Justicia Militar.

"En un año el ministerio de Defensa podrá revisar los procedimientos disciplinarios", señala.

Según el militar, cuando comenzó el proceso de cambio la nueva legislación enfrentó resistencia dentro de las Fuerzas Armadas, pero ahora que ya se conoce más en detalle cuenta con mucha adhesión.

Fraga coincide en que la nueva norma no ha generado oposición militar, aunque adjudica esto al hecho de que en la actualidad las Fuerzas Armadas "no tienen capacidad de crítica".

El coronel retirado Horacio Ballester, presidente del Centro de Militares para la Democracia Argentina (CEMIDA), describe que a pesar de los cambios, "en términos generales el sentimiento es de rechazo a que un homosexual integre las Fuerzas Armadas".

"Quizás esto esté muy influenciado por la época de la Primera Guerra Mundial, con la Guerra de Trincheras, donde los soldados se pasaban meses y meses en un mismo lugar; entonces el concepto era que la existencia allí de un homosexual iba a ocasionar una serie de problemas. En fin, creo que todo eso se está superando; no sólo en la Argentina, también en el mundo", le dice a BBC Mundo.


La apelación a la moral

En Uruguay un decreto firmado en mayo de 2009 por el entonces presidente Tabaré Vázquez modificó las condiciones de admisión en las escuelas de formación militar.

"La elección sexual del postulante no será considerada causal de no aptitud por las comisiones, tribunales médicos o autoridades actuantes", expresa ese documento.

Los efectivos militares en funciones en todos los casos dicen que acatan las nuevas normas, pero muchos hicieron trascender su descontento. En general las críticas provinieron de organizaciones de militares en situación de retiro desde donde expresan que la presencia de homosexuales atenta contra la "moral" de las Fuerzas Armadas y complica su operatividad.

Un caso distinto al de los citados países sudamericanos se dio en Brasil con la confirmación en los primeros meses de 2010 de la expulsión de un teniente coronel gay. Según consideró el Superior Tribunal Militar, el infirmado "denigró" a las Fuerzas Armadas por haber mantenido una relación homosexual.

El ejército de Brasil expulsó a un teniente coronel por ser gay. El Superior Tribunal Militar (STM) del país consideró que Osvaldo Brandao Sayd "denigró" a las Fuerzas Armadas por haber mantenido una relación homosexual.

"Si bien la Constitución prohíbe la discriminación, tampoco permite libertades que denigran la imagen de las Fuerzas Armadas", señaló el fallo, que lo dio de baja.

El militar, de 45 años, reconoció haber mantenido una relación sexual con un soldado en 2006.

Sin embargo aseguró que el encuentro se había producido en su domicilio particular y no el cuartel militar donde trabajaba en Curitiba, al sur de Brasil, como indicaba la acusación.

De acuerdo con el STM, ese vínculo "causó reacciones negativas" en la opinión pública, que eran "incompatibles con el decoro militar".

El proceso contra Brandao Sayd fue respaldado por el comandante del Ejército, general Enzo Martins Peri.

Peri propuso pasar a retiro al militar, sugerencia que fue aceptada por el STM.

CRITICAS.

Según la Procuraduría General de Justicia Militar se trató de una "actitud discriminatoria".

Sin embargo, el relator del caso, el brigadier José Américo dos Santos, rechazó la acusación de que hubo un prejuicio hacia los homosexuales y aseguró que se trató de "limitar los excesos".

Por su parte, la ministra del STM Maria Elizabeth Rocha, la primera mujer en ocupar un cargo en el tribunal militar, defendió a Brandao Sayd y aseguró que la homosexualidad está perseguida en las Fuerzas Armadas.

"Quien está en contra de la homosexualidad en la vida militar asegura que afecta a la eficacia de las fuerzas armadas, que da origen al asedio, a la transmisión del SIDA y a la falta de cohesión", criticó Rocha.

En 2005 el Superior Tribunal de Justicia ya había condenado a Brandao Sayd a dos años de prisión, tras acusarlo de pedofilia.

El nuevo fallo contra el militar se conoció el día después de que el Senado aprobara el nombramiento como juez militar del general Raymundo Nonato Cerqueira Filho, quien se manifestó contra la admisión de homosexuales en las Fuerzas Armadas.

El debate está servido en Estados Unidos y en varios países de América Latina y no son pocos los que creen que la generalización de los cambios es sólo cuestión de tiempo.

POR: BBC.

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