La comunidad homosexual entró en la agenda política 2010 con un debate que movilizó las contradicciones culturales de este país, a través de la ley de matrimonio igualitario. Un reflejo de eso se vio anoche en la decimosexta de la Vendimia Gay. Acomodándose como pudieron, un puñado de políticos mendocinos participó de una fiesta que celebró una vez más la reafirmación de su identidad.
Todos los consultados señalaron que era la primera vez que asistían a la fiesta que, desde hace años, se celebra en el Auditorio Angel Bustelo. La mayoría directamente ingresó al sector VIP y sólo uno se confundió en el sector popular. Decir se codearon con la comunidad gay sería pretencioso. Algunos miraron de reojo, se mantuvieron expectantes y abiertamente declararon su apoyo a la vendimia alternativa.
Luis Böhm, titular de Turismo, dio la pauta: "La fiesta de la Vendimia Gay aporta al turismo", y recordó que el año pasado un grupo de holandeses contrató un charter para visitar Mendoza por las promesas alternativas que tiene la fiesta. Y, en ese sentido, adelantó la provincia ya está diseñando políticas con prestadores de servicios turísticos orientados al target del consumidor gay.
Además de Böhm, entre los políticos que se encontraron en el VIP figuran dos funcionarios del Gobierno provincial. Uno de ellos, se desempeña en un puesto clave para la problemática de derechos de las minorías.
Además, dos legisladores provinciales; uno de los cuales -Aguinaga- apoyó el año pasado la ley de matrimonio igualitario desde un partido - el Demócrata- caracterizado por sus posturas conservadoras -y, cabe señalar, el único de los políticos que estuvo en la popular y no en el sector very important-.
El debate que movilizó a Argentina el año pasado, también reflejó cómo los políticos mendocinos estaban, en una gran medida y salvo excepciones, fuera de juego. Temerosos o excesivamente cautos con sus declaraciones, muchos se jugaron a decir que apoyaban la unión civil, más no la adopción en parejas del mismo sexo. Y hubo, claro, aquellos que se negaron a la iniciativa.
El gobernador Celso Jaque se mostró alejado de los mandamientos kirchneristas y hasta proclamó la "objeción de conciencia" para aquellos empleados del Registro Civil que no quisieran hacer su trabajo porque contradecía sus propias creencias.
Hubo enredos, también, traiciones del suboconsciente con la histórica ley ya sancionada, como el que vivió el diputado radical -alineado en el cornejismo- Néstor Parés: "Hay que aplicarla -a la ley- como si se tratara de un matrimonio normal".
Curioso fue lo del ministro de Gobierno, Mario Adaro, que se definió en contra del proyecto y hasta participó en una marcha opositora: "es un snobismo porteño", sentenció el funcionario que suele ser invitado por el programa ultrakirchnerista "678".
En el Senado nacional, dos actitudes contrapuestas: mientras el justicialista Adolfo Bermejo se oponía por sus convicciones, el radical Ernesto Sanz avalaba la ley, luego promulgada por Cristina -algunos maliciosos consideraron que el apoyo del sanrafaelino era un necesario "lavado de cara" luego de aquellas declaraciones en las que vinculaba los planes sociales con el consumo de drogas-. Pero, en ese sentido, también marcaba distancia con la cobista Laura Montero.
Y, por último, el más cauto de todos fue Julio Cobos. El vicepresidente esquivó las definiciones, lanzó un tibio "ni" pero días más tarde felicitaba a la primera pareja gay en contraer enlace en Mendoza.
Pero veamos qué dijeron mientras esperaban el espectáculo "Vendimia para todos".
Miriam Gallardo -presidenta provisional del Senado, legisladora justicialista-: "Me encanta la fiesta, porque ya es un clásico, una fiesta nuestra que muestra la diversidad de los mendocinos. Es una vendimia inclusiva".
María José Ubaldini -directora de Derechos Humanos, del Ministerio de Gobierno-: "Me encanta que Mendoza pueda ofrecer una fiesta como ésta porque es un signo de madurez social y que se haya abierto a la sociedad mendocina y a todo el país".
Javier Espina -subsecretario de Promoción Industrial del ministerio de Producción-: "Vine por curiosidad y porque Gabriel Canci es un gran emprendedor, vende un buen espectáculo. Creo que está bueno que la Vendimia vaya encontrando distintos estilos de vida. Nació siendo la Vendimia Gay pero hoy es para todos los que quieran venir. Es una alternativa turística".
Carlos Aguinaga -senador provincial por el Partido Demócrata-: "Es una fiesta de la que he recibido muy buenos comentarios. Ya forma parte de los festejos de Vendimia. Hay una integración, pero no creo que sea una fiesta a la que sólo vienen gays. Permite tomar con naturalidad algo que es natural."
Se esperaba también que participara, al igual que otros años, el intendente de Capital, Víctor Fayad. El alcalde capitalino no asistió, pero sí se vio al concejal radical Rodolfo Suárez.
POR: MAXI QUINTEROS. MDZ
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