lunes, 11 de julio de 2011

CHILE: PATERNIDAD HOMOSEXUAL

Actualmente en nuestra sociedad conviven familias monoparentales, familias reconstituidas o recompuestas, incluso familias pluriparentales (donde existe más de una figura materna o más de una figura paterna). ¿Por qué las familias homoparentales despiertan tanto recelo?

Tener hijos en nuestra cultura es considerado como algo esencial para la realización personal. Se espera que las parejas, tarde o temprano, se conviertan en padres. Sin embargo, al desear hijos las personas y parejas homosexuales no se acercan sino que se alejan de las expectativas sociales. Homosexualidad y parentalidad son vistos como antagónicos e incompatibles por la sociedad. Pero se debe tener presente que la homoparentalidad no es algo nuevo. Gays y lesbianas siempre han sido padres y madres, ya sea “dentro del clóset” en una relación heterosexual o, más recientemente, utilizando las posibilidades que les entrega la reproducción asistida (con técnicas tan sencillas como la inseminación artificial) o la legalización de la adopción en países como Holanda, España y Canadá.

Las madres y padres homosexuales pueden cumplir todas las funciones tradicionalmente atribuidas a la parentalidad (socialización, cuidados, entrega de una identidad, protección, afectividad, etc). Y, en muchos sentidos, una pareja homosexual que cría un hijo no se distancia demasiado de la familia nuclear tradicional -conformada por un padre, una madre y sus hijos. En ambos casos la pareja conyugal es la misma que la pareja parental (entendida esta última como los padres que crían al niño).

Sin embargo, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Opinión Pública UDP 2010 sólo un 22% de los chilenos está de acuerdo con la afirmación ‘Las parejas homosexuales deberían tener derecho a adoptar hijos’. Un 29% y un 23% respectivamente creen que una pareja de mujeres o una pareja de hombres puede criar un niño tan bien como una pareja heterosexual. Actualmente en nuestra sociedad conviven familias monoparentales, familias reconstituidas o recompuestas, incluso familias pluriparentales (donde existe más de una figura materna o más de una figura paterna). ¿Por qué las familias homoparentales despiertan tanto recelo?

Podría argumentarse que la diferencia principal entre una pareja heterosexual y una pareja homosexual es que el sexo entre dos hombres o entre dos mujeres no es procreativo, es decir, no puede dar paso a la concepción de un hijo. Pero el sexo heterosexual no siempre es procreativo, es más, con la masificación de los métodos anticonceptivos y el desarrollo de la reproducción asistida la sexualidad ‘hetero’ se ha separado de la reproducción. Se puede tener sexo sin tener hijos y se puede tener hijos sin tener sexo.

El tema de la sexualidad surge sólo cuando el potencial padre o madre es homosexual. La sexualidad de los padres heterosexuales no suele ser el foco de la atención pública. ¿Cuál es la pertinencia de hablar de sexualidad cuando se trata de parentalidad? ¿Está relacionado el ejercicio de la parentalidad con la sexualidad? ¿Influye la orientación sexual en la capacidad de criar niños? O ¿existe una manera diferente de ser padre o madre si se es homosexual o heterosexual? ¿Tiene sentido hablar de homoparentalidad?

Un argumento para esgrimir que la homosexualidad y la parentalidad están relacionadas es que los principales referentes de género y de relaciones de pareja que los niños tienen son entregados por sus padres. Sin embargo, aún sosteniendo la pertinencia de hablar de homoparentalidad cabe preguntarse ¿por qué el modelo de pareja homosexual es un mal modelo para los niños? Lo que está detrás es la idea de que la homosexualidad es algo desviado, negativo, inmoral y que debe ser evitado. Al parecer, a pesar de los avances respecto a la tolerancia a la diversidad sexual, no se ha logrado construir una imagen positiva del ser homosexual.

En Chile las familias constituidas por personas homosexuales no son visibles precisamente porque en nuestro país la posibilidad de la discriminación está siempre presente. Las madres y padres homosexuales han aprendido que para proteger a sus hijos deben esconder su relación de pareja. Pero no podemos olvidar que lo que se debe proteger en primer lugar es el interés de los niños. Y los hijos de padres y madres homosexuales tienen derecho a que todas sus relaciones sean reconocidas y protegidas por la ley. Además, las familias constituidas por personas homosexuales se inscriben en contextos más amplios de familia extensa (abuelos, tíos y primos), instituciones escolares, instituciones de salud, etc. La plena aceptación por parte de estos contextos es vital para el desarrollo sano y feliz de los niños criados por personas homosexuales.

POR: FLORENCIA HERRERA. (La autora es académica de la Universidad Diego Portales)
LANACION.CL

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