Una golpiza juvenil a un gay pone en aprietos a Romney.
Sólo 24 horas después de que el presidente Barack Obama se pronunció en favor del casamiento gay, trascendió que su rival republicano para los comicios de noviembre, Mitt Romney, había participado de una golpiza contra un compañero que parecía gay en el colegio secundario donde estudió en Michigan. La noticia fue agua para el molino de Obama y descolocó totalmente a los republicanos.
Sólo 24 horas después de que el presidente Barack Obama se pronunció en favor del casamiento gay, trascendió que su rival republicano para los comicios de noviembre, Mitt Romney, había participado de una golpiza contra un compañero que parecía gay en el colegio secundario donde estudió en Michigan. La noticia fue agua para el molino de Obama y descolocó totalmente a los republicanos.
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Romney tuvo que salir a pedir disculpas por sus “bromas estúpidas” de cuando era joven. Según el diario The Washington Post , en la década del 60 Romney tiró al suelo a uno de sus compañeros de colegio, John Lauder, y le cortó mechones de su pelo teñido de rubio ayudado por otros alumnos. Romney dijo luego que no recordaba el incidente. Pero todavía están vivos varios testigos y algunos comenzaron a hablar. No se descarta que se sumen más en la campaña electoral.
Al anunciar que está en favor de los casamientos gay, Obama se colocó en la delicada intersección de los derechos civiles y los valores religioso en un país que sigue profundamente dividido por la revolución cultural que tuvo lugar en la década del 70. Muchos analistas calificaron su apuesta de “muy riesgosa”.
Si bien el matrimonio gay es legal en siete Estados (Nueva York, Connecticut, Iowa, Massachusetts, Nuevo Hampshire, Vermont y el Distrito de Columbia) y todo indica que lo será próximamente en los de Washington y Maryland, hay 30 Estados fundamentalmente del sur y del centro de EE.UU. que han adoptado leyes que reafirman que el matrimonio sólo debe ser entre un hombre y una mujer. Más aún, la mayoría de los afroamericanos y los latinos creyentes que tradicionalmente votan por candidatos demócratas están en su gran mayoría en contra de las bodas entre gays.
Obama explicó que la motivación de su decisión no había sido política.
“Fue una evolución personal” , dijo. Sin embargo, inmediatamente después de su anuncio, salió al aire un corto publicitario donde acusa a Romney de “atrasado en las cuestiones sociales”. Dado el peso que tienen los homosexuales entre sus donantes, ayer la campaña de Obama logró reunir un millón de dólares en solo 90 minutos. Y anoche se esperaba que Obama recaudaría US$ 12 millones en una cena en la mansión de George Clooney con la élite de Hollywood, a la que fueron invitados líderes de los homosexuales.
Después del desgaste de cuatro años en la presidencia, Obama necesitaba demostrar que sigue comprometido con los temas tradicionales del Partido Demócrata. Un sondeo del The Washington Post muestra que la mayoría de los estadounidenses apoya el casamiento gay.
El intendente de Nueva York, Michael Bloomberg, recordó ayer que cada vez que un presidente decidió defender un derecho civil pese a la resistencia de los creyentes, como fue el caso del aborto, al final ese derecho fue establecido por ley.
Al anunciar que está en favor de los casamientos gay, Obama se colocó en la delicada intersección de los derechos civiles y los valores religioso en un país que sigue profundamente dividido por la revolución cultural que tuvo lugar en la década del 70. Muchos analistas calificaron su apuesta de “muy riesgosa”.
Si bien el matrimonio gay es legal en siete Estados (Nueva York, Connecticut, Iowa, Massachusetts, Nuevo Hampshire, Vermont y el Distrito de Columbia) y todo indica que lo será próximamente en los de Washington y Maryland, hay 30 Estados fundamentalmente del sur y del centro de EE.UU. que han adoptado leyes que reafirman que el matrimonio sólo debe ser entre un hombre y una mujer. Más aún, la mayoría de los afroamericanos y los latinos creyentes que tradicionalmente votan por candidatos demócratas están en su gran mayoría en contra de las bodas entre gays.
Obama explicó que la motivación de su decisión no había sido política.
“Fue una evolución personal” , dijo. Sin embargo, inmediatamente después de su anuncio, salió al aire un corto publicitario donde acusa a Romney de “atrasado en las cuestiones sociales”. Dado el peso que tienen los homosexuales entre sus donantes, ayer la campaña de Obama logró reunir un millón de dólares en solo 90 minutos. Y anoche se esperaba que Obama recaudaría US$ 12 millones en una cena en la mansión de George Clooney con la élite de Hollywood, a la que fueron invitados líderes de los homosexuales.
Después del desgaste de cuatro años en la presidencia, Obama necesitaba demostrar que sigue comprometido con los temas tradicionales del Partido Demócrata. Un sondeo del The Washington Post muestra que la mayoría de los estadounidenses apoya el casamiento gay.
El intendente de Nueva York, Michael Bloomberg, recordó ayer que cada vez que un presidente decidió defender un derecho civil pese a la resistencia de los creyentes, como fue el caso del aborto, al final ese derecho fue establecido por ley.
POR: Ana Baron. CLARIN.COM
ARREGLO FOTOGRÀFICO: ALBERTO CARRERA
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