lunes, 9 de julio de 2012

DÌA DE LA INDEPENDENCIA

Mendoza y la Declaración de la Independencia.
 
El 9 de julio es la más federal de las fechas patrias argentinas. Las provincias enviaron a sus representantes y decidieron el futuro. A diferencia del 25 de mayo en que el pueblo esperó a las puertas del Cabildo, en Tucumán los gobiernos provinciales dijeron presente de manera institucional y definitiva.

No es mi afán recopilar la historia, sino ofrecer detonantes que nos despierten el interés por conocer más en torno a los momentos fundacionales de nuestro país. Por eso, ofrecemos las siguientes "perlitas" o curiosidades que no siempre aparecen en los manuales.


Mendoza con asistencia puntual y omnipresencia sanmartiniana:

Dardo Pérez Ghilou, en sus Ensayos sobre la Política Institucional de Mendoza, escribió que "los diputados que representaron a la provincia de Mendoza fueron los primeros en llegar al Congreso reunido en Tucumán y se convirtieron en los personajes fundamentales del Congreso al ser los intermediarios de los ideales del general José de San Martín, que se encontraba abocado a la preparación del Ejército de los Andes, estos ideales se expresaron por el pedido de declarar en forma urgente y sin más pérdida de tiempo la libertad e independencia de España y lograr constituir la unión interior de las Provincias Unidas de América del Sur, en una clara identificación de lo americano con lo nacional”.

 Agregados de último momento a la Declaración:

La historiadora mendocina Teresa Giamportone escribió que si bien el 9 de julio se declaró la independencia de las Provincias Unidas de América del Sur, “de la dominación de los reyes de España y su metrópoli”,  aun quedaba “el inminente peligro de una futura anexión a Inglaterra o Portugal”. Por eso, el 19 de julio los diputados reunidos decidieron agregar a la fórmula de la Declaración de la Independencia el párrafo que indicaba: “… y de toda otra dominación extranjera”.

Declaración y baile, para los íntimos:

Felipe Pigna cuenta que “en la casa histórica el baile se armó en salón principal. Allí estaba la orquesta y algunos paisanos guitarreros. Porque se bailaba el minué, pero también la zamba. Entre los que mejor bailaban, se destacaba el general Belgrano que no se despegó en toda de la noche la muy bonita Dolores Helguera, la futura madre de su hija”.

Baile y festejo popular 10 días después:

“El gobernador Aráoz pensó que ese baile había sido para unos pocos y que no estaba nada mal armar uno bien grande, para todo el pueblo de la ciudad”, contó el historiador Pigna. “La fecha fijada fue el 25 de julio. Primero hubo un desfile militar y varios discursos, entre los que se destacó el de Belgrano que conmovió mucho a la concurrencia. Allí el general exaltó los valores de la libertad, rindió homenaje a los caídos en la lucha por la independencia y presentó en público su idea de un gran imperio del Sur, gobernado por un descendiente de los incas”.

Mendoza propone un régimen monárquico:

Una vez que se declaró la independencia los congresistas tenían una misión urgente: definir qué tipo de gobierno tendríamos. Giamportone sostiene que “el general José de San Martín expresó sus ideas sobre la forma de gobierno que debía instalarse por medio de los representantes por Mendoza, Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza. Según la autora, “para San Martín la única forma de gobierno que sería capaz de mantener unida a Sud América y terminar con la anarquía era la monarquía”.

Pero San Martín no era el único que pensaba en las conveniencias de esa forma de gobierno. Belgrano era uno de sus más férreos defensores. Dice Giamportone que “era un admirador de los principios que regían la monarquía constitucional inglesa y consideraba que era la forma de gobierno más apropiada para subsistir y consolidarse la independencia, ya que con una monarquía se podría obtener con más crédito el reconocimiento de los países extranjeros”.


Otras ideas: volver al Imperio Inca o crear una República:

Muchos de los diputados presentes en Tucumán en 1816 apoyaban la instalación de una monarquía constitucional. Pero otros pedían la restauración del Imperio de los Incas, el que imaginaron funcionando a través de sus descendientes. Además, estaban los que optaban por la instalación del sistema republicano. Finalmente el Congreso Constituyente no definió cuál sería la forma de gobierno adoptada por los nuevos estados, quedando instaurado el régimen republicano en las posteriores constituciones.

Hawai, primer país en reconocernos:

Gracias a las andanzas del más patriota de los piratas, el francorioplatense Hipólito Bouchard, se logró que las Hawai –por entonces una nación monárquica-  reconociera la independencia argentina, siendo el primer país en hacerlo. Bouchard con la fragata "La Argentina" dio la vuelta al mundo (1817-1819). Tras conseguir el reconocimiento del rey hawaiano Kamehameha, atacó la costa californiana del Virreinato de Nueva España (hoy México) y se apoderó de Monterrey, donde ondeó la bandera argentina durante tres días.

Éramos independientes, pero ¿qué país central lo reconocía?

Pigna cuenta que en 1823 se obtuvo de Francia la declaración de que no emplearía su fuerza militar en contra de las colonias españolas. Ese mismo año envió representantes a Colombia, México y Buenos Aires para ultimar las negociaciones que culminarían en el reconocimiento de la independencia. “El método empleado –escribió el historiador- fue el de la celebración de tratados comerciales con los estados americanos que les asegurara a los súbditos británicos la libertad de comercio”.

“El clavo está puesto”

El 31 de diciembre de 1824 el Foreign Office ( la Cancillería británica) comunicó a sus representantes en Europa que había reconocido la independencia de Buenos Aires, México y Colombia.  El sitio especializado Elhistoriador.com señala que “en una carta fechada en 1824 y dirigida al embajador francés en París, el canciller ingles George Canning se encargó de aclarar el significado de la independencia de los estados americanos que Gran Bretaña había reconocido: “La cosa está hecha, el clavo está puesto, Hispanoamérica es libre; y si nosotros no desgobernamos tristemente nuestros asuntos, es inglesa”.

Los idiomas de la Declaración de 1816:

Muy pocos lo saben, pero el acta que declaró la Independencia de nuestro país fue escrita en español y en quechua. Los historiadores dan cuenta que la influencia del idioma de los pueblos originarios del Norte y del Alto Perú tenían una fuerte presencia e influencia. El autor habría sido el congresal José Mariano Serrano, oriundo de Chuquisaca en la actual Bolivia.

El primer párrafo comenzaba así: "Kay sumaq ancha kamayoq San Miguel Tukmanmanta hatun llaqtapi, waranqa pusaq pachak chunka soqtayoq wataq qanchis killaq isqon p`unchayninpi llaqtancheqrayku qhawanankupaq..." 


POR: MDZOL.COM
ARREGLO: ALBERTO CARRERA

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