lunes, 17 de septiembre de 2012

BULLYING Ò ACOSO UNA CUESTIÒN A RESOLVER ENTRE TODOS/DAS

El acoso a los niños: el bullying, un enemigo que actúa en silencio.
Puede definirse de muchas maneras, acoso, matoneo o con la palabra en inglés bullying, el fin es el mismo; una forma de hostigar que los chicos le hacen a otros chicos y los mayores, por lo general, no nos damos cuenta o reaccionamos tarde.


Se acosa porque se piensa distinto, por creencias religiosas, por parecer gay, por no querer jugar al fútbol, por tener el pelo largo o corto, o simplemente porque se es distinto, al menos para el grupo en cuestión.

Los padres de las víctimas del bullying o de los victimarios suelen desconocer esta situación, aunque es más habitual que quienes denuncien estos hechos sean los padres de la víctima, tras mucho tiempo de padecimiento.

“Algunos casos suelen aparecer cuando el padre hace su planteamiento en el consultorio particular, afirma Patricia Fontana, asesora pedagógica, pero a nivel escolar es bastante más difícil detectar esta situación. El acoso ha existido toda la vida pero ahora están apareciendo situaciones más graves que en otras épocas. Ahora se denuncia más porque se conoce más la existencia del bullying a través de los medios de comunicación o los mismos establecimientos educativos”.


“Ahora aparecen más casos de acoso, siguió diciendo Fontana, porque los chicos son más impulsivos, se atreven a insultar a los padres o a las autoridades, están más desinhibidos. Además vivimos épocas en las que la violencia se observa en todos los ámbitos, en los jueguitos electrónicos, la televisión, los programas, en la calle, en el tránsito, los chicos actúan fundamentalmente por imitación de los mayores”.


-¿Por qué hay más agresión?

Antes un presidente de un país no salía a insultar, tampoco lo hacía el intendente. El docente no gritaba en el aula, ahora todo esto se ve como algo muy normal y es allí donde el chico reacciona. Si prendés la tele ves cómo se insultan y pelean en la Legislatura, ni hablemos de los partidos de fútbol y las canchas. Además hay que tener en cuenta que los chicos también están menos tolerantes que antes. Toleran poco las diferencias entre ellos.

-¿Quién debe detectar esta situación?

En la casa se debe estar muy atento y el docente debe saber observar. Hay docentes que sólo van a dar su clase y no se involucran, pero aquí también juega un papel muy importante el apoyo que desde las autoridades de la escuela se dé al docente, al chico y a los padres.

 -¿Estos problemas se acarrean en la época adulta?

Hay chicos que logran superar una situación de acoso escolar y otros que lo trasladan a su vida adulta, cada caso en particular es especial según la persona y el contexto en el cual se desarrollen.


La psicopedagoga y licenciada en Psicología, Nancy Caballero está convencida que el bullying  se sustenta en el silencio, en la pérdida de valores, en el divorcio entre la familia y la escuela. Y sobre todo, en el doble discurso que los adultos dan en forma permanente a los chicos, ya que -dijo- hablamos de tolerancia y respeto, pero nuestras acciones van en otro sentido.


Para Caballero, la reflexión profunda y el diálogo entre padres, docentes y alumnos es la única posibilidad de resolver el problema. La psicopedagoga, que realiza talleres para docentes, habla sin eufemismo sobre la responsabilidad que los adultos tienen frente a este fenómeno. Aseguró que ni los niños ni los adolescentes pueden resolver solos una situación de hostigamiento permanente.


Silencio y complicidad.


-¿Cómo se define el bullying?

-La palabra bull significa toro, es como torear al otro, pero en realidad se asocia con el hostigamiento continuo, que al principio es silencioso y que tiene como característica tener a una persona en particular como objeto de burlas. No es la pelea de un chico contra otro, sino un hostigamiento permanente, que debe contar necesariamente con el silencio y la complicidad del resto. Esta es una de las características, que los adultos suelen tener noticias de esto recién cuando lleva mucho tiempo y cuando explota el chico que es víctima de burlas. Y esto se da por una extraño código de los chicos, que es de esto no se habla. En general no habla la víctima, tampoco el victimario, ni los otros chicos.

¿Este fenómeno tiene relación con la violencia?

-Es violencia y es violencia contra una persona vulnerable.  Si bien es cierto que es una violencia entre pares, dos alumnos o varios alumnos contra uno, pero tiene una relación directa con el agobio y la falta de posibilidades de defensa de la parte hostigada. Es gravísimo, porque la escuela es parte importante de sus vidas, la identidad se forma en la inter subjetividad, es decir en la mirada que el otro tiene sobre mí y si es burlesca, por supuesto que afecta mi autoestima. Se da lo que se llama la indefensión aprendida, es decir hay un punto en el que el chico deja de intentar pedir ayuda o defenderse y es cuando siente que no va poder contra esto y la situación afecta profundamente la autoestima.


-¿Qué diferencia hay entre un hecho violento y bullying?

-El hecho violento es una foto de un momento, por ejemplo se pelean porque me mira mal; mientras que el bullying es un hostigamiento que tiene una permanencia en el tiempo.

-¿El hostigamiento es por un aspecto físico, psicológico?

-Es bastante variado, el tema del aspecto físico lamentablemente sigue siendo un foco  de atención para este tipo de hostigamiento, pero puede ser porque es el chico es estudioso, es lindo, es feo, es bastante variable.

-Es decir que aspectos positivos se terminan convirtiendo en el motivo de burla

-De hecho muchos chicos que son buenos alumnos, intentan cambiar eso para ser parte   no ser hostigados. Lo más grave es como se siente este chico, hay un momento en donde ya ni siquiera intenta defenderse y no hablo de pegarle a otro, sino de avisar al adulto referente, a los padres, al docente. Y por lo tanto, cuando esa persona ni siquiera intenta esa defensa es más fácil atacarlo. Yo  siento que el bullying se sustenta en el silencio, en la  medida que nadie comenta que esto está pasando.


-¿Cuáles son los mecanismos que hacen que nadie hable?

-Aquí hago un parangón entre códigos y valores. El valor es universal, es decir frente a algo que está mal yo voy a dar no sé si una voz de alerta pero voy a tratar de enfrentarlo. El código tiene que ver más con otro estilo, es decir para mis amigos, para los del curso hay códigos y entre ellos está el silencio. Por eso, el bullying se sostiene en tanto y en cuanto los adultos referentes docentes y papás no podemos acceder a él, cuando lo hacemos, se puede desarmar.

-¿Cuáles son las características del hostigador y del hostigado?

-El hostigador en realidad es un débil de carácter, si necesito remarcar los defectos de otro para sentirme bien, es porque en el fondo tengo una personalidad muy endeble. El hostigador, que parece un chico con mucho carácter y al que los adultos definimos así, en realidad no es de mucho carácter. Esto hay que cambiarlo como un ideario colectivo, el violento es una persona muy débil y necesita sentir que domina al otro.


-¿Y el acosado?

-Tiene características de sumisión, pero no en el sentido que uno toma la sumisión de no ser agresivo o rebelde. El equilibro entre la sumisión y la agresividad es la asertividad, el agresivo es el que cree que sólo él tiene  la razón y el que piensa distinto está equivocado, y el sumiso, no tiene que ver con un chico tímido, sino que siente que los valores y opiniones de los demás tienen más peso que las propias, entonces  normalmente tiende a ser  un chico que va a soportar estas cosas por bastante tiempo y lamentablemente cuando explotan pueden terminar siendo victimarios. Por eso, la idea es que el chico pueda expresarlo: “No tenés derecho a decirme esto, señorita, mamá, fulana de tal me está agrediendo”, y esto no lo hace menos fuerte, todo lo contrario.

-¿Los padres o el docente saben como actuar, porque es una situación difícil?

-Para el docente es muy difícil, porque cuando lo percibe hay como un anecdotario de cosas que ya pasaron y que no pudo percibir, pero no por falta de atención, sino que el que hace bullying lo hace de una forma disimulada. Además, ahora no te olvides que hay una forma de bullying que es casi inaccesible para la escuela, que es a través de las redes sociales. A los papás, cuando llegan a enterarse de esto se les parte el corazón porque se dan cuenta que su hijo viene sufriendo esto, y si bien a lo mejor percibió la tristeza del chico o la falta de ganas de ir a la escuela, no comprendía bien por qué.

Entonces frente a esto, empezamos a actuar como en todas las situaciones en las que uno actúa desde el espanto, hacemos acciones superpuestas, enfrentamientos entre docentes y padres y sobre todo en muchas ocasiones se victimiza a la víctima, por ejemplo al cambiarlo de escuela sin consultarlo. Lo que hay que hacer es una profunda reflexión con los chicos, en el depende de su edad.


-¿Hay una edad en que se produce más el fenómeno?

-Es muy variado, yo capacito docentes desde nivel medio hasta universitario y aparecen ejemplos en todos. Pero hay una etapa en la adolescencia que el chico es menos propenso a involucrar a los adultos, entonces las consecuencias pueden ser más graves, porque intentan solucionarlo por ellos mismos o porque hacen un silencio por la humillación que significa tener que soportar esto. En la crisis de identidad que es la  adolescencia, por supuesto que las consecuencias van a ser muchísimo más graves.

-¿Existen mecanismos para colaborar con los docentes?

- Desconozco si hay reglamentación oficial sobre el tema, pero en los cursos que   nosotros damos en Godoy Cruz, lo que sentimos es una gran avidez por parte del docente por prepararse sobre estos temas, están realmente preocupado.

Y esto es positivo, porque lamentablemente esto excede al hecho puntual de violencia, es mucho más serio, cala hondo y las consecuencias son graves. En los niños y en
los adolescentes, lo que pasa deja marca y por lo tanto tenemos que formar chicos resilientes, que estas marcas puedan superarlas y reinsertarse de una manera mucho más armoniosa en su vida cotidiana, pero la realidad es que si no lo sabemos, es difícil.


- ¿Cómo se hace en un grado para tratar de solucionar esta situación?

- Los chicos son increíbles en esto, son honestos y transparentes. Por eso, creo que la única forma es la  reflexión, no como un discurso ni sermón, sino de escuchar y generar este movimiento empático, es decir póngase en lugar del otro. Yo hago talleres con chicos y adolescentes sobre violencia y ellos solos llegan a esto de a quién se discrimina, por qué, qué sentido tiene esta discriminación y qué valores tiene quien se calla. Por eso tengo confianza absoluta que esto se pueda revertir, en tanto y en cuanto se pueda hablar, porque la realidad es que hablamos cuando salta un hecho en un medio de comunicación, una denuncia. Los adultos referentes, docentes y padres deben entender que el hijo y el alumno es la misma persona. En tanto los padres y docentes puedan tener una conversación adulta, entender que los dos somos responsables, yo en la escuela y usted en su casa, siento que esto va a empezar a disminuir. De algún modo, el adulto referente lo hemos ido corriendo de lugar, a veces nosotros mismos le decimos a un chico defendete solo y si le decimos esto es porque no hay un adulto referente.


- ¿El chico puede resolverlo esta situación solo?

- El chico puede resolver una situación de violencia menor, pero no un hostigamiento permanente, que le hace poner en duda hasta sus propias capacidades. Los adultos  somos los que debemos resolver esto, es una obligación. Y la forma de defender a los chicos es que los adultos referentes seamos un bloque.


- ¿Existe ese bloque o se culpan mutuamente?

-Yo siento que el chico ha quedado como en el medio de un divorcio. Esto es  comprensible si se tiene en cuenta que las mamás tienen que trabajar, que las maestras ya no cumplen una función de transmisoras de conocimiento sino que deben generar habilidades sociales, contener afectivamente. Creo que no es mala voluntad ni de parte
de la escuela, ni de los padres, pero este divorcio que se ha dado entre familia y escuela es grave.



POR: Verónica Gordillo y Viviana García Sotelo. MDZOL.COM
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA
FOTOS: WEB VARIOS

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