martes, 16 de julio de 2013

Màs de lo mismo, ahora por error no podran votar muchas travestis y trans. "Inoperancia Gubernamental"

Tanto en Mendoza como en el país, varias travestis tienen un DNI con nuevo sexo pero no podrán ir a votar. Figuran en los padrones electorales con su nombre y sexo de nacimiento, pese a que con la ley los modificaron. Desde el Ministerio de Gobierno dicen que, a priori, son “errores administrativos”.


“Está bien: el cambio sociocultural existe y es real, ya no somos invisibles. Aunque nos siguen dejando de lado en muchos aspectos y en la práctica no tenemos el derecho de cualquier ciudadano. Si te tengo que decir lo que siento hoy, es que la igualdad no se nos ha garantizado”.

La conclusión de Laura Ríos (41), una de las primeras mendocinas en tramitar el cambio de identidad en su documentación cuando la ley amplió ese derecho, tiene que ver con la contradicción que le genera que no se cumpla cabalmente –sea por un error administrativo o de otro tipo– con aquello que establece la norma en sus primeros artículos: el reconocimiento, el libre desarrollo conforme a su identidad y ser identificada de acuerdo con como se autopercibe.

Es que, como ella, otras mujeres y hombres transexuales de Mendoza no podrán votar el 11 de agosto en las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), y en las generales del 27 de octubre.

La sanción de la Ley Nº26.473 de Identidad de Género, de hace un año, les permitió rectificar su partida de nacimiento y cambiar allí, como en el Documento Nacional de Identidad, su sexo, nombre e imagen. Pero esos datos no fueron actualizados en todos los casos en los padrones de la Secretaría Nacional Electoral.

El 5 de junio vencieron los plazos para salvar errores en las listas provisorias de electores y por eso es que personas como ella quedarán, por el momento, afuera de este ejercicio cívico: más allá de que su número de identificación no varía, no coinciden su nombre y sexo con los que están plasmados en las listas, requisito mínimo exigido para sufragar.

El Ministerio de Gobierno es el organismo que tramita los cambios de identidad desde el Registro Civil y emite esta información al Registro Nacional de las Personas (Renaper). De allí se envían los datos a la Secretaría Nacional Electoral para establecer quiénes son los votantes. Consultados por este diario, desde Gobierno explicaron que, si bien no habían profundizado en la problemática porque las consultas les llegaron recién el viernes, “aparentemente se trataba de casos excepcionales”.

Fernanda Lacoste, secretaria de Relaciones Institucionales de ese ministerio, advirtió: “Todos los ciudadanos debían chequear en los padrones provisorios sus datos de identificación para poder subsanar eventualidades”. Y luego asumió, aclarando que hoy se constatarían las situaciones, que en principio “es un error administrativo”.

Laura Ríos modificó sus datos de identidad después, cuando se aprobó la ley, y no figura como mujer en los padrones.

Igualdad a medias

No se trata de hechos aislados y ajenos, sino de algo que incluso se previó y que preocupó a nivel nacional a las principales agrupaciones de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. Tanto fue así, que a fines de mayo militaron y organizaron una campaña con la Secretaría Nacional Electoral para facilitar la actualización de los datos de aquellas mujeres y varones trans cuya identidad no coincidía con la de los padrones. El tiempo hasta el vencimiento del plazo provisorio fue escaso y la información no llegó a todos por igual.

Hubo otros inconvenientes, porque algunas mendocinas mencionan que accedieron al mail dispuesto para hacer las consultas a partir de la campaña, pero la gestión no se concretó correctamente.

Más allá de los intentos, la pregunta que se hacen quienes padecen esta coyuntura es por qué en el caso del cambio de identidad de género hubo problemas, a diferencia de la ampliación del derecho a votar a partir de los 16, que implicó, además de difusión masiva anticipada por la actualización del DNI, un mecanismo automático para la incorporación de los nuevos votantes en los padrones.

En Mendoza son aproximadamente 150 las personas que tramitaron los cambios de identidad a partir de la ley, aunque no se sabe cuántas son las perjudicadas por esta situación.

“Antes ibas a las escuelas donde votaban hombres y tomabas coraje, porque no te sentías de lo mejor vestida de mujer cuando tu documento decía lo contrario. Ahora, más allá de que seguramente en el futuro se va a arreglar, no podremos ir a ejercer el derecho”, dijo Ríos, quien por ser una referente y persona de consulta de otras travestis mendocinas corroboró que la suya no era una excepción y que muchas conocidas tampoco figuraban con el sexo y el nombre que hoy las identifica en su DNI.

Sandra Terreno, quien con Ríos y Griselda Arias fue de las primeras mendocinas en acceder a las modificaciones, tampoco encontró coincidencias con los datos del padrón.

“Primero tuve dificultades para acceder, después verifiqué que no figuraba”, contó a este diario.

Su amiga, Ríos, añadió:“Te puedo mencionar varios nombres. Además, es raro que siendo las primeras en tramitarlo no figuremos. Me imagino que las que vinieron después tampoco. Lo chequeamos también con chicas de otras provincias, porque no queríamos quedarnos con la duda de que tal vez fueran hechos únicos. En Córdoba, Rosario y Catamarca encontramos personas en la misma situación y que no podrán votar”.

Con los derechos legislados para que no haga falta un proceso judicial, la situación debería ser diferente, y eso también entienden las consultadas. “Se supone que, a partir de una ley que universaliza un derecho, el mecanismo debe ser automático sin que haga falta gestionarlo, salvo excepciones”, opinó Laura.

Ana Laura Nicoletti cambió su identidad por la vía judicial y tramitó la rectificación de los datos en la Junta Electoral, al verse imposibilitada de votar en el 2011.

Las que aparecen lo gestionaron antes

De acuerdo con lo que chequeó la cronista que escribe estas líneas, el problema lo tienen, sobre todo, quienes tramitaron su documento a partir de la sanción de la Ley de Identidad de Género y no quienes lo hicieron antes, cuando se accedía excepcionalmente por la vía judicial frente a la falta de legislación.

Por ejemplo, la Turca, quien logró modificar su identidad después de un expediente que estuvo diez meses en la Justicia, sí aparece hoy en el Registro Nacional de Electores con los datos que figuran en su documento: Ana Laura Nicoletti, de sexo femenino.

La reconocida empresaria dijo que cuando en el 2011 no pudo votar en las elecciones presidenciales debió notificar personalmente a la Junta Electoral de que, tras la sentencia y el cambio de identidad, sus datos no habían sido modificados en los padrones.

“También hice el trámite en la Justicia, antes de la norma, y supe que seguía un trabajo de hormiga porque tenía que asegurarme, en cada lugar donde figuraba mi documento, la rectificación de la información. Supuse que con la Ley de Identidad la situación se agilizaría”, contó la abogada Carolina Jacky (61). Y mencionó que la misma gestión siguió para sufragar.

“Todavía hay lugares en los que figuro con la identidad de nacimiento, como en impuestos o facturas telefónicas que me llegan, pese a mi insistencia, con otro nombre”, concluyó Jacky.


POR: DIARIOUNO.COM.AR
FOTOGRAFÌAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA

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