jueves, 17 de octubre de 2013

"Día del Respeto a la Diversidad Cultural" La ignorancia esclaviza, el conocimiento nos hace libres. Colonización de América a 521 años

El genocidio más grande de la historia, la conquista y colonización de América, cumpliò el pasado 12 de octubre, 521 años de su acto inicial, cuando Cristóbal Colón pisó por primera vez una tierra que lejos de pertenecer a un “nuevo” mundo, era habitada por distintas culturas desde hacía miles de años.


Los pueblos con organizaciones socio-políticas más complejas comenzaron a desarrollarse desde dos mil años antes de Cristo, y a la llegada de los españoles no había una, dos o tres culturas como suele enseñarse y difundirse, había infinidad de culturas a lo largo de todo el territorrio americano.

No obstante, normalmente se conoce y se nombran sólo a aquellos pueblos que entraron en contacto con el español, los que además tenían una organización expansionista.

La multiplicidad de situaciones y la heterogeneidad cultural es una característica de este largo período americano conocido y reducido al término de “precolonial” dejando en una nebulosa la riqueza cultural del continente.

Sobre esa riqueza accionaron los europeos a partir de 1492.

Con la llegada de los conquistadores se inició un exterminio que arrasó con 90 millones de pobladores de la región y quebró el desarrollo cultural de este lado del Atlántico.

Un mundo que fue invadido por el apetito imperial y la soberbia eurocentrista, y sumió en la desolación la cosmovisión milenaria de la vida americana.

Definido primero como “Descubrimiento de América”, luego como “Día de la Raza”, más tarde como Encuentro de Culturas, la llegada de los peninsulares fue, para los pueblos originarios y para la historia universal, una conquista, una invasión, una masacre.


El poder en América comenzó a recorrer el camino de la aculturación, de la evangelización, la colonización, la destrucción de las economías autóctonas, y todo pasó a ser dominio de los invasores, tanto las riquezas naturales cuanto los hombres.

Las riquezas se fueron a la metrópoli y los hombres murieron en los socavones, en el dolor frente a tanta barbarie, en las enfermedades que llegaron de Europa.
Siglos después se abrieron los procesos de independencia con luchas que recorrieron el continente y que fueron lideradas por los criollos, quienes expulsaron a los españoles.

Más tarde, los criollos edificaron los Estados Nacionales pero dejaron afuera a los pueblos originarios, invadieron sus tierras y los persiguieron.

Se imponía una concepción racista al interior de los poderes locales.

No obstante, en las márgenes de esta historia y en medio de la destrucción, de la atomización y del dolor más profundo, hubo permanentes luchas de resistencia.
Y continuaron circulando los valores de las viejas culturas, que se fueron transmitiendo de abuelos a nietos en la más absoluta intimidad y clandestinidad.
“Ser” fue la aspiración que las distintas culturas originarias buscaron en forma subterránea.

Hoy mantienen vivo su origen y su cultura entre 50 y 60 millones de habitantes de Latinoamérica, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Bolivia, Perú, Guatemala y Ecuador son los países donde la población es mayoritariamente indígena, luego sigue México y Honduras y el conjunto del subcontinente, donde el mestizaje testimonia las huellas originarias.

No obstante, las cifras sobre población indígena son difíciles de precisar por la misma discriminación y negación que sufren los pueblos originarios.

Distintos historiadores coinciden en que el 12 de octubre no hay nada que celebrar, que no se puede celebrar la conquista y destrucción de pueblos.

Coinciden en que el festejo como “acto civilizatorio” -que es la idea que rigió para justificar su conmemoración- niega el valor de la vida humana, desconoce a los pueblos originarios y a los avances en las investigaciones de las ciencias sociales, que revelan “la otra historia”.

Los pueblos originarios contemporáneos fueron los primeros en oponerse al festejo del 12 de octubre y organizaron un contrafestejo el día anterior como el último momento de libertad.

Como parte del contrafestejo, los reclamos por sus derechos vienen de lejos, la tierra, los recursos naturales, la identidad, la lengua, y abarcan todo el territorio latinoamericano.


SE CONMEMORA EN ARGENTINA EL "DIA DEL RESPETO A LA DIVERSIDAD CULTURAL".

El 12 de octubre, una fecha que tradicionalmente se la denominó en varios países latinoamericanos "Día de la Raza", signándole un contenido racista y eurocéntrico, se conmemorará por primera vez en Argentina como "Día del Respeto a la Diversidad Cultural"

El feriado "correspondiente al 12 de octubre será renombrado como Día del Respeto a la Diversidad Cultural", que concluyó siendo el decreto 1584 del 2 de noviembre de 2010.

Esta nueva denominación se inscribe dentro del espíritu del artículo 75 de la Constitución Nacional, que reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que ocupan, entre otros derechos.

En Argentina la denominación Día de la Raza fue establecida por decreto del entonces presidente Hipólito Yrigoyen en 1916 como una reivindicación de la labor española en América, y buscando la reafirmación de la identidad hispanoamericana frente a Estados Unidos que avanzaba hacia el sur imponiendo su influencia en la región.


Para ese momento, España ya había establecido en 1913 la denominación de Día de la Raza, recordando con nostalgia su pasado imperial del que Latinoamérica se había liberado un siglo atrás, con el objetivo de afianzar lazos entre España y América latina.

La mayoría de los países de la región adoptó ese nombre, durante las primeras décadas del siglo XX, identificado a la vez con la idea europeísta de "Descubrimiento de América".

En la actualidad algunos países como México, Chile, Uruguay y Colombia, continúan con la misma denominación, según revelaron a Télam fuentes de las embajadas respectivas, en tanto Bolivia, Perú, Venezuela y Ecuador nombran a esa fecha de otro modo marcando un cambio en la mirada histórica e ideológica de la conquista y dominación española que se inició hace 521 años.

En este sentido, el Movimiento Indígena Latinoamericano declaró al 12 de octubre como Día de la Resistencia Indígena, y algunas organizaciones mencionan al 11 de octubre como el último día de libertad de los pueblos originarios.

Por su parte, en Cuba "no se celebra el 12 de octubre, sí el 10 de octubre porque fue el día que empezó la guerra de independencia contra España en 1868", aseguraron fuentes de esa embajada.

En Venezuela se cambió la denominación en 2002 por medio de un decreto que establece conmemorar el 12 de octubre de cada año como "Día de la Resistencia Indígena".

El objetivo es "reconocer nuestra autoafirmación americanista por la unidad y diversidad cultural y humana", asegura el decreto presidencial, a la vez que establece "iniciar la revisión de los textos escolares" de geografía e historia.

En Bolivia, la embajada publicó en los últimos días que el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, informó que "la Comunidad Andina de Naciones (CAN) decidió que el 12 de octubre se declare `Día Continental de la Descolonización`, para impulsar un profundo proceso de cambio en todo el continente", al tiempo que reivindicó la construcción del Estado Plurinacional.

En Perú, la fecha se celebra como el "Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural" establecido "por la ley 29421 del Congreso que promulgó el presidente Alan García" el 9 de octubre de 2009, aseguró la embajada a Télam.

En Ecuador se celebra el 12 de octubre bajo la denominación de "Día de las Culturas", desde el año pasado.

Mientras tanto España, que buscó renovar y agiornar criterios sobre la conquista peninsular, acordó en 1992 celebrar los 500 años de la conquista bajo el lema de "Encuentro de Culturas", buscando desdibujar su carácter violento e imperial.

Los pueblos originarios y muchos pensadores rechazaron la idea de "encuentro", ya que volvía a "encubrirse" la historia de dominación, desestructuración, explotación y destrucción que llevó adelante la conquista y colonización de América, provocando el mayor genocidio de la historia.

Lejos de este cuestionamiento y de una reparación histórica, España reivindica aquella misión y coloca al 12 de octubre en un lugar central de sus celebraciones como "Fiesta Nacional de España", desde 1987, luego de haberla instaurado como "Fiesta de la Raza" en 1918 y modificarla en 1958 por "Fiesta de la Hispanidad", hasta tomar la denominación oficial actual.


La homosexualidad en las Américas antes de Cristobal Colón

La primera campaña homófoba del continente la inició Hernán Cortés, muy sorprendido de lo que había encontrado al otro lado del Atlántico: ”Hemos sabido y sido informados de cierto que todos son sodomitas y usan aquel abominable vicio”.

El cronista Bernal Díaz asegura al respecto: “Además desto eran todos ellos sométicos y en especial los que vivían en las costas y tierras calientes, en tanta manera que andaban vestidos de en habito de mujeres, muchachos a ganar con aquel abominable vicio”.  Destacaron la ciudad de Panuco, donde la  homosexualidad era pública y se veía como natural.

La mayor parte de los exploradores, López de Gómarra, Bernal Díaz del Castillo y Alvar Núñez Cabeza de Vaca, también observaron y describieron prácticas homosexuales entre los nativos de las islas y tierras continentales, exceptuando Bartolomé de Las Casas.

Según Cabeza de Vaca, quien llegó a vivir con los autóctonos de la Florida durante más de seis años: “Entre ellos vi una diablura, y es que vi un hombre casado con otro, y estos son unos hombres amarinados”… “y andan tapados como mujeres y hacen oficio de mujeres, y tiran arco y llevan una gran carga, y entre ellos vimos muchos de ellos así amarionados”…  “como digo, y son más membrudos  que los otros hombres, y más altos; sufren muy grandes cargas”.

Además de los testimonios escritos, no hay pocas piezas artísticas que sirven de testimonio de estas prácticas: En San Anton (México), los conquistadores encontraron ídolos de oro y barro en donde se aprecian dos hombres cabalgando uno sobre otro, en forma de acto homosexual. Otra cerámica similar se puede observar en el museo del oro, en Bogotá, Colombia.

Pero es entre los Mayas-Yucatecos que se encuentran figuras en barro en una perfecta orgía gay. En la Mochica, asimismo, existen representaciones de este comportamiento sexual. Podemos apreciar otras figuras en el museo Rufino Tamayo de Oaxaca o en el museo de arte precolombino de Chile.


POR: Inoutpost.com / Fcpolit.unr.edu.ar / Telam.com.ar
Fotografìas: Web
Arreglos: Alberto Carrera

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