Se celebró el primer casamiento igualitario de la Policía Federal
El acto formal tuvo lugar el viernes, en el Registro Civil de La Plata. “Todavía no se ve tan naturalmente, pero es algo que no tiene la trascendencia que sí tuvo la unión civil que hicimos con Darío”, comentó el agente Daniel Silvera, respecto al impacto de la noticia dentro de la fuerza. Llevan diez años juntos, y ahora obtuvieron la libreta de matrimonio.
El acto formal tuvo lugar el viernes, en el Registro Civil de La Plata. “Todavía no se ve tan naturalmente, pero es algo que no tiene la trascendencia que sí tuvo la unión civil que hicimos con Darío”, comentó el agente Daniel Silvera, respecto al impacto de la noticia dentro de la fuerza. Llevan diez años juntos, y ahora obtuvieron la libreta de matrimonio.
Un nuevo matrimonio igualitario fue inscripto en las actas del Registro Civil de la Provincia de Buenos Aires. Pero el que se produjo este viernes –que fue asentado con el legajo número 302- tiene una particularidad: es el primero dentro de la Policía Federal.
Daniel Alejandro Silvera forma parte de la fuerza, y desde hace más de diez años está en pareja con Darío Serdá, un reconocido odontólogo de Berisso. Visiblemente emocionados, formalizaron su compromiso; aunque ya antes lo habían hecho con la unión civil, en 2008.
Es sabido que la institución policial responde a un estricto orden jerárquico donde, por lo general, la diversidad sexual no es mirada con tan buenos ojos. “Ahora con la ley de matrimonio igualitario no digo que lo ven muy naturalmente, pero es algo que no tiene tanta trascendencia, como sí sucedió con la unión civil que hicimos con Darío, cuando hubo algunos inconvenientes pero se superaron”, recordó Daniel.
El agente relató a INFOnews que por tratarse de una fuerza, es necesario pedir una serie de autorizaciones antes de casarse. “Según lo establece nuestra ley orgánica, se investigan los antecedentes de la persona con la que se contrae matrimonio. Si uno se casa sin ese permiso, te pueden dar hasta quince días de arresto. Y en nuestro caso esa autorización se demoró bastante”, pero finalmente llegó. Y lo positivo de esta historia es que al momento de pasar por el registro civil, las demoras ya no fueron un obstáculo.
El dato de color
La encargada de formalizar el casamiento fue la jueza María Soledad Liniri, una mujer aseguró estar "orgullosa de vivir en Argentina", y que parecía conocer de cerca la historia de amor. Será por eso, y por el involucramiento ante lo que estaba pasando, que al momento de leer el acta de matrimonio, leyó la que correspondía a la pareja del siguiente turno.
Daniel Alejandro Silvera forma parte de la fuerza, y desde hace más de diez años está en pareja con Darío Serdá, un reconocido odontólogo de Berisso. Visiblemente emocionados, formalizaron su compromiso; aunque ya antes lo habían hecho con la unión civil, en 2008.
Es sabido que la institución policial responde a un estricto orden jerárquico donde, por lo general, la diversidad sexual no es mirada con tan buenos ojos. “Ahora con la ley de matrimonio igualitario no digo que lo ven muy naturalmente, pero es algo que no tiene tanta trascendencia, como sí sucedió con la unión civil que hicimos con Darío, cuando hubo algunos inconvenientes pero se superaron”, recordó Daniel.
El agente relató a INFOnews que por tratarse de una fuerza, es necesario pedir una serie de autorizaciones antes de casarse. “Según lo establece nuestra ley orgánica, se investigan los antecedentes de la persona con la que se contrae matrimonio. Si uno se casa sin ese permiso, te pueden dar hasta quince días de arresto. Y en nuestro caso esa autorización se demoró bastante”, pero finalmente llegó. Y lo positivo de esta historia es que al momento de pasar por el registro civil, las demoras ya no fueron un obstáculo.
El dato de color
La encargada de formalizar el casamiento fue la jueza María Soledad Liniri, una mujer aseguró estar "orgullosa de vivir en Argentina", y que parecía conocer de cerca la historia de amor. Será por eso, y por el involucramiento ante lo que estaba pasando, que al momento de leer el acta de matrimonio, leyó la que correspondía a la pareja del siguiente turno.
“Presten atención cuando leo, que si algún dato está mal lo corregimos sobre la marcha, así no tienen problemas con la libreta”, anunció la jueza. Y el silencio que resonó en el patio trasero del registro civil, obligó a la funcionaria a levantar la vista. “Esos no somos nosotros”, comentó Rubén, y una seguidilla de risas le dieron más color a la ceremonia.
Tanto Daniel como Darío se refirieron al acto de contraer matrimonio, como una situación “muy especial”, que llegó para darle un marco legal al vínculo. “Me estaba acordando cuando estábamos en la plaza del Congreso, los dos juntos, esperando que salga la ley de matrimonio igualitario. Cuando nos dijeron que los votos estaban, sentimos una enorme felicidad, y nos dimos un beso lleno de alegría”, recordó el agente de la Policía, emocionado hasta las lágrimas. “Sean felices, disfruten. Luchen pero también diviértanse” dijo la jueza. Y la pareja de Daniel y Darío abandonó el patio trasero del registro. Pero ahora con libreta civil en mano.
Tanto Daniel como Darío se refirieron al acto de contraer matrimonio, como una situación “muy especial”, que llegó para darle un marco legal al vínculo. “Me estaba acordando cuando estábamos en la plaza del Congreso, los dos juntos, esperando que salga la ley de matrimonio igualitario. Cuando nos dijeron que los votos estaban, sentimos una enorme felicidad, y nos dimos un beso lleno de alegría”, recordó el agente de la Policía, emocionado hasta las lágrimas. “Sean felices, disfruten. Luchen pero también diviértanse” dijo la jueza. Y la pareja de Daniel y Darío abandonó el patio trasero del registro. Pero ahora con libreta civil en mano.
POR: Cecilia Toledo INFONEWS.COM
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