Serbia prohíbe el orgullo gay alegando riesgos de seguridad.
La policía serbia ha prohibido un desfile para reivindicar los derechos del colectivo gay planeado en Belgrado para el sábado y todas las reuniones públicas de este fin de semana, por temor a los ataques de grupos de derecha y ultranacionalistas.
La policía serbia ha prohibido un desfile para reivindicar los derechos del colectivo gay planeado en Belgrado para el sábado y todas las reuniones públicas de este fin de semana, por temor a los ataques de grupos de derecha y ultranacionalistas.
Serbia declaró ilegal en 2011 el desfile del orgullo en Belgrado en el último momento, por temor a que se repitieran los sucesos violentos del año anterior cuando docenas de personas fueron agredidas y detenidas cuando manifestantes que se oponían al desfile se enfrentaron con la policía.
"La prohibición se impone basándose en valoraciones de la seguridad", dijo el miércoles Milorad Veljovic, director de policía.
Las sociedades conservadoras de los Balcanes han tardado en aceptar mayores derechos para los homosexuales, y eventos similares en la región han terminado a menudo en violencia.
El Gobierno, que lleva tres meses en el poder, compuesto por nacionalistas y socialistas liderados en su día por Slobodan Milosevic, está bajo presión para que demuestre su buena disposición para permitir el desfile y proteger los derechos humanos de cara a mantener la candidatura de Serbia a unirse a la Unión Europea.
Boban Stojanovic, un activista de los derechos de los homosexuales y uno de los organizadores del desfile, dijo que la prohibición "ha demostrado que el estado ha retrocedido una vez más ante los radicales y la violencia".
"Nuestro problema no es que no vayamos a desfilar el 6 de octubre, sino cómo vamos a hacer frente a la persistente persecución", dijo Stojanovic.
La ministra sueca de Asuntos Europeos, Birgitta Ohlsson, dijo en un comunicado que ella iba a dar un discurso en el evento y criticó la decisión como "profundamente preocupante".
"Los derechos de las minorías, la libertad de expresión y la libertad de reunión deberían estar garantizados en los países que son miembros de la Unión Europea o que son candidatos a su anexión", dijo.
Olhsson dijo que visitaría Belgrado el viernes y el sábado se reuniría con activistas de los derechos de los homosexuales y dirigentes del gobierno.
El patriarca Irinej, cabeza de la Iglesia Ortodoxa, denominó el evento como "el desfile de la vergüenza".
"Proyecta fuertes sombras sobre Belgrado, sobre nuestra milenaria cultura cristiana y la dignidad de la familia como base del ser humano".
Irinej dijo el que el primer ministro Ivica Dacic debería también prohibir la exposición de la fotógrafa sueca Elisabeth Ohlson Wallin ya que según él, se burlaba de Jesús ya que le mostraba vestido con ropa femenina y zapatos de tacón.
Casi 2.000 policías antidisturbios, con la ayuda de oficiales a caballo y vehículos antidisturbios, se desplegaron en Belgrado cuando se inauguró la exposición en una zona llena de embajadas, edificios gubernamentales y de negocios. El área fue acordonada y sólo los invitados y los periodistas pudieron entrar.
Fuera, varias docenas de ultranacionalistas se congregaron para protestar, gritando eslóganes nacionalistas y cantando himnos.
"Nos oponemos a que tantos policías aseguren esta exposición vergonzosa y anticristiana", dijo Bojan Obradovic, miembro de Dveri, un pequeño partido ultranacionalista.
El partido dijo que denunciaría a los organizadores del desfile y la exposición por incitar al odio étnico, racial y nacional.
La comunidad islámica de Serbia también pidió la prohibición diciendo: "No es ni arte ni libertad de expresión. Es un claro y consciente insulto a la fe".
POR: REUTERS. / TERRA.COM.AR
ARREGLO FOTOGRÀFICO: ALBERTO CARRERA
"La prohibición se impone basándose en valoraciones de la seguridad", dijo el miércoles Milorad Veljovic, director de policía.
Las sociedades conservadoras de los Balcanes han tardado en aceptar mayores derechos para los homosexuales, y eventos similares en la región han terminado a menudo en violencia.
El Gobierno, que lleva tres meses en el poder, compuesto por nacionalistas y socialistas liderados en su día por Slobodan Milosevic, está bajo presión para que demuestre su buena disposición para permitir el desfile y proteger los derechos humanos de cara a mantener la candidatura de Serbia a unirse a la Unión Europea.
Boban Stojanovic, un activista de los derechos de los homosexuales y uno de los organizadores del desfile, dijo que la prohibición "ha demostrado que el estado ha retrocedido una vez más ante los radicales y la violencia".
"Nuestro problema no es que no vayamos a desfilar el 6 de octubre, sino cómo vamos a hacer frente a la persistente persecución", dijo Stojanovic.
La ministra sueca de Asuntos Europeos, Birgitta Ohlsson, dijo en un comunicado que ella iba a dar un discurso en el evento y criticó la decisión como "profundamente preocupante".
"Los derechos de las minorías, la libertad de expresión y la libertad de reunión deberían estar garantizados en los países que son miembros de la Unión Europea o que son candidatos a su anexión", dijo.
Olhsson dijo que visitaría Belgrado el viernes y el sábado se reuniría con activistas de los derechos de los homosexuales y dirigentes del gobierno.
El patriarca Irinej, cabeza de la Iglesia Ortodoxa, denominó el evento como "el desfile de la vergüenza".
"Proyecta fuertes sombras sobre Belgrado, sobre nuestra milenaria cultura cristiana y la dignidad de la familia como base del ser humano".
Irinej dijo el que el primer ministro Ivica Dacic debería también prohibir la exposición de la fotógrafa sueca Elisabeth Ohlson Wallin ya que según él, se burlaba de Jesús ya que le mostraba vestido con ropa femenina y zapatos de tacón.
Casi 2.000 policías antidisturbios, con la ayuda de oficiales a caballo y vehículos antidisturbios, se desplegaron en Belgrado cuando se inauguró la exposición en una zona llena de embajadas, edificios gubernamentales y de negocios. El área fue acordonada y sólo los invitados y los periodistas pudieron entrar.
Fuera, varias docenas de ultranacionalistas se congregaron para protestar, gritando eslóganes nacionalistas y cantando himnos.
"Nos oponemos a que tantos policías aseguren esta exposición vergonzosa y anticristiana", dijo Bojan Obradovic, miembro de Dveri, un pequeño partido ultranacionalista.
El partido dijo que denunciaría a los organizadores del desfile y la exposición por incitar al odio étnico, racial y nacional.
La comunidad islámica de Serbia también pidió la prohibición diciendo: "No es ni arte ni libertad de expresión. Es un claro y consciente insulto a la fe".
POR: REUTERS. / TERRA.COM.AR
ARREGLO FOTOGRÀFICO: ALBERTO CARRERA
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