El ejecutivo televisivo que representará a su paìs en España, James Costos, que será nombrado próximamente embajador de EE.UU. en
España, es un ejecutivo de la cadena HBO, pero también un miembro de la
elite progresista a la que el presidente Barack Obama empieza a devolver
los favores que depositaron, en forma de millones, en la campaña para
su reelección.
El actual vicepresidente de Licencias Globales y Ventas de la cadena
HBO será nominado en las próximas semanas para reemplazar a Alan
Solomont como jefe de la misión en Madrid, según confirmaron hoy a Efe
fuentes diplomáticas.
Costos y su pareja, el famoso diseñador de interiores Michael Smith,
recaudaron más de 3,5 millones de dólares para la campaña de Obama entre
2011 y 2012, cuando prestaron el lujoso ático que poseen en Manhattan
(Nueva York) y la gigantesca mansión que comparten en Los Ángeles
(California) para varios actos de recaudación de fondos.
De ser nombrado este mes y confirmado por el Senado de EE.UU., Costos
deberá desempolvar la licenciatura en Ciencias Políticas que obtuvo por
la Universidad de Massachussetts en 1985 para asumir las riendas de la
diplomacia estadounidense en Madrid.
Más allá de ese temprano interés en la política, la carrera de Costos
ha discurrido por el terreno de los negocios, según la escasa
información corporativa disponible acerca del futuro diplomático.
Comenzó a curtirse como un ejecutivo de ventas y moda en Nueva York,
ciudad donde más tarde se especializó en el cine y la televisión,
especialmente como alto cargo de Revolution Studios.
En marzo de 2006 fundó su propia agencia de mercadotecnia y licencias
para el mundo del espectáculo, Eight Cylinders Inc., y ese mismo año
fue nombrado jefe de la división de Licencias y Ventas de HBO, una de
las más prestigiosas cadenas de televisión de EE.UU.
El videojuego de "Game of Thrones" o el libro de cocina de "True
Blood" son algunos los productos relacionados con las series del canal
que Costos se ha encargado de promocionar en ese cargo.
También es un declarado defensor de los animales, por lo que en mayo
de 2012 fue elegido miembro de la junta directiva de la Sociedad Humana
de Estados Unidos (HSUS), la mayor asociación de protección de los
animales del país.
El ejecutivo decidió convertirse en activista de esa causa hace más
de una década, después de ver un vídeo en Internet sobre abusos a cerdos
en la industria alimentaria estadounidense.
"Me hizo pensar de dónde venía la comida que estaba comiendo, cómo
llegaba a la mesa", dijo Costos a la web de HSUS. "Estoy interesado en
trabajar para que se apruebe legislación y estándares corporativos para
proteger a los animales a largo plazo".
El empresario tiene tres perros que ha rescatado de situaciones
abusivas y que viven a sus anchas en la finca palaciega que comparte con
Smith en Los Ángeles, que ha sido objeto de amplios reportajes en
revistas como Elle.
La primera dama estadounidense, Michelle Obama, visitó el pasado
junio esa mansión en un cotizado acto de campaña con el que recaudó más
de un millón de dólares para su marido y al que asistieron estrellas
como la actriz Drew Barrymore o la presentadora Ellen DeGeneres.
A la relación de los Obama con Costos ha ayudado, sin duda, el hecho
de que Smith fuera el encargado de remodelar el Despacho Oval y gran
parte de los interiores de la Casa Blanca en 2010, algo que la primera
dama no dudó en recordar en el acto.
"No lo creerán, pero el presidente se metió mucho en la elección de
las cortinas", aseguró Michelle Obama ante unas 350 personas.
El propio Barack Obama también honró con su presencia uno de los
actos organizados por Costos y Smith, esta vez en su ático de Nueva York
en marzo de 2012, en la que cada uno de los anfitriones pagó 38.500
dólares.
Los puestos de embajador son, en muchas ocasiones, una recompensa
política para los grandes donantes de las campañas, como también ocurrió
con Solomont, un benefactor de varias campañas demócratas a lo largo de
tres décadas.
En el caso de Costos, también parece haber sido clave la importancia
que tuvieron en su elección los donantes del colectivo homosexual,
impulsados por el respaldo explícito que el mandatario dio al matrimonio
gay en mayo de 2012.
Ese colectivo esperaba que su aportación se recompensara con el
nombramiento de un miembro del gabinete o un embajador en un país del
G-20 que fuera abiertamente homosexual, como indicó hace unos meses al
Washington Post el presidente de Human Rights Campaign (HRC), Chad
Griffin.
La ONG apuntó alto, pero ha conseguido con la designación de Costos
para España, país invitado permanente en el G20, una recompensa nada
desdeñable.
POR: AGENCIA EFE / TERRA.COM.AR
FOTOGRAFÌAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA
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