jueves, 12 de agosto de 2010

AUTOHIPNOSIS.

La hipnosis en el campo de la ciencia ha sido siempre un tema polémico, sin embargo fue uno de los primeros recursos de la psicoterapia que todavía se sigue utilizando en algunos países de Europa y en Rusia y que está volviendo a ser utilizada con éxito en modalidades terapéuticas modernas.
Esta técnica varía según el terapeuta pero en general el estado hipnótico se consigue tratando que el paciente fije la atención a un estímulo verbal que es lo que produce el trance.
Este fenómeno aún hoy en día se sigue estudiando con distintos métodos científicos por su valor en la eliminación de síntomas.
Los trastornos psicosomáticos producen distintos problemas funcionales difíciles de tratar, sin embargo en apenas algunas sesiones de hipnosis el paciente se puede llegar a liberar de esos síntomas.
Las fallas de carácter, las fobias, la depresión y las adicciones también pueden ser tratadas con esta técnica con buenos resultados.



La hipnosis es un estado parecido al sueño, de sugestión, magnetismo o fascinación, inducido por una persona (el hipnotizador), que lo ejerce sobre una persona con el objetivo de influenciarla y producir en ella un cambio.
La característica es que el hipnotizado responde aparentemente sin juicio propio y de manera automática alterando su percepción, que se limita a registrar sólo lo que le indica el hipnotizador.
La memoria y la conciencia de si mismo pueden ser modificadas mediante este método.
La historia de la hipnosis es tan antigua como la brujería y la magia. Es un procedimiento que ayuda a calmar y a anestesiar a un paciente, inducirlo a cambiar conductas y a revelar recuerdos reprimidos.
Todavía no se conoce específicamente cómo se produce este proceso; se acepta la posibilidad de que existan estados disociativos discretos que afectan a partes de la conciencia.
El método de relajación, que consiste en la práctica sistemática del relajamiento muscular completo, es un entrenamiento autónomo que se relaciona con la hipnosis y que también es terapéutico.
Este método se utiliza para el tratamiento de las neurosis, los trastornos psicomotores como los tics, el tartamudeo, los calambres profesionales e incluso para ciertos trastornos psicosomáticos.
Existen varios métodos, siendo los más conocidos el de Schultz, denominado encuentro psicoterápico y el de Jacobson, llamado entrenamiento autógeno.
E. Kretschmer la designa con el nombre de hipnosis fraccionada como una variante de la técnica de Schultz.
El método de Schultz consiste en entrenar al sujeto a una relajación miembro por miembro comenzando por un brazo hasta que se torna pesado, caliente o frío según lo que piense el sujeto, para luego continuar con el resto del cuerpo.
Primero se aprende a relajar toda la musculatura, posteriormente se adquiere la relajación diferencial durante el curso de las actividades del día, como la lectura, la escritura, etc.; y por último se obtiene un decondicionamiento total de la musculatura.
En la hipnosis fraccionada de Kretschmer los ejercicios de relajación se completan con ejercicios de fijación que permiten inducir el estado hipnóptico.
Este método muestra que la regulación de las funciones vegetativas por la relajación puede proseguir hasta los niveles de regulación de la vigilia y el sueño.
Estos ejercicios puede hacerlos el paciente en su casa sin necesidad de la presencia del terapeuta especializado.


1 comentario:

Sergio Valdivia dijo...

Hay que aclarar que en la hipnosis ni la consciencia ni la memoria pueden ser alteradas o manipuladas. Tampoco es la influencia que una persona ejerce SOBRE otra. El hipnotizador es un facilitador o guía para que la persona se auto hipnotice. Siempre se trata de una autohipnosis y el sujeto aceptará las sugestiones que quiere y las que no, simplemente no las tomará en cuenta.

Cordialmente,

Sergio Valdivia
Hipnoterapeuta
Profesor de Hipnosis Clínica y Profesional

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