Para John Darby y Jack Bird, dos ancianos estadounidenses que llevan más de medio siglo juntos, el amor que sienten uno por el otro permanece intacto, lo que ha cambiado es el paisaje social. Darby, de 86 años, y Bird, de 84, se conocieron en 1959 y mantuvieron su relación en secreto, excepto para un círculo íntimo de amigos gays. Hoy, como muchas otras parejas casadas, caminan de la mano y comparten besos y palabras dulces.
"Siempre recordaré cuando le puse la alianza", dijo Darby, en
entrevista con AFP en la casa de la pareja en una comunidad de jubilados
en el corazón de San Francisco. "Fue un día maravilloso". Ambos
celebrarán en septiembre su quinto aniversario de boda, pero en julio
cumplirán 54 años juntos.
"Es muy importante darse cuenta de que
la vida gay es mucho más que sexo; es amor", agregó, mientras Bird
asentía. "Sería maravilloso si pudiéramos morir juntos, dormirnos de la
mano y dejar que los familiares resuelvan todo".
Darby conoció a
Bird en una fiesta en casa de un amigo en San Francisco para celebrar el
Día de la Independencia en 1959. Había llegado de México y Cuba y se
sentía como un "turista encerrado" y solo en su sexualidad. "Había mucha
homofobia a finales de 1950 y comienzos de 1960", dijo Darby.
Era
una época en que los hombres solteros, profesionales vivían con
"ayudantes masculinos" y se mantenía en privado lo que pasaba a puerta
cerrada. Se toleraba que un hombre fuera gay o una mujer lesbiana,
siempre y cuando no se comentara. "No hablábamos de eso con nuestras
familias", dijo Darby. "Sólo esperábamos que entendieran".
Darby vivía entonces con otro hombre, pero Bird le robó el corazón
ese 4 de julio. "Me enamoré", dijo, evocando el primer beso que le robó a
Bird.
En seis meses la pareja estaba comprometida, tenía una
cuenta corriente compartida -una rareza entonces- y se mudó a un
apartamento en la ciudad de Sausalito, en la bahía de San Francisco.
Mucho más tarde se enteraron de que sus vecinas de al lado eran
lesbianas, pero para entonces no tenían desarrollado el "gaydar", o
radar sobre preferencias sexuales.
En el verano de 1960 Darby y
Bird fueron a la ciudad de Carmel, en la costa de California, para para
visitar a su familia. Pero no todos vieron con buenos ojos la relación:
una tía hizo llorar a Darby cuando le dijo que dejara a Bird y se
centrara en su carrera como otorrinolaringólogo. Pero siguieron juntos y
en dos años se habían comprado una casa.
La mayoría de los
familiares no sabía de su unión. Bird tenía unos tíos que se alegraron
de que tuviera un compañero de apartamento. Un cuñado de Darby incluso
acusó a Bird de tener una aventura con su esposa. "¿Cómo podía ser tan
ingenuo?", se preguntó Darby.
Darby y Bird compartían su relación
con amigos gays y socializaban poco con heterosexuales. A Bird le iba
muy bien como inspector de una empresa de transporte. Darby era el
director de la Sociedad de Audición local. "Nunca nos tomábamos de la
mano, nunca nos besábamos o nos demostrábamos abiertamente afecto en
esos días", dijo Darby. "Actualmente, diablos, nos tocamos bastante a
menudo".
Poco a poco, confiaron en sus colegas, pero los prejuicios en el
lugar de trabajo se mantuvieron. Darby recordó incluso una broma
ofensiva sobre el sida en una conferencia en Ohio (norte) en los años
1980.
La pareja llevaba 49 años junta cuando consiguió su licencia
de matrimonio en la comunidad vecina de Marin, California. Se casaron
en San Francisco en 2008. Un amigo les diseñó los anillos de boda en
sólo dos días. La pareja brindó con champán y compartió un pastel de
chocolate, adornado arriba con dos muñequitos.
"Lo realmente
increíble fue que dos días después encontramos una bolsa colgando en la
puerta de casa con una botella de champán y una carta de una anciana
viuda que pensábamos que ni siquiera sabía lo que significaba la palabra
gay", dijo Darby.
Para entonces, la pareja vivía en un
apartamento en San Francisco Towers, un centro de atención residencial
de la Iglesia Episcopal para las personas mayores "Un grupo de
residentes hizo una gran fiesta para felicitarnos", dijo Darby. "Algunas
personas nunca más nos hablaron".
Cuando la pareja se mudó al complejo San Francisco Towers en 1998, se
les dijo que dos hombres no podían compartir un apartamento de un solo
dormitorio, así que optaron por un apartamento de dos dormitorios y
utilizaron el segundo como fachada y oficina.
Ahora, la foto de la pareja aparece en el material promocional de San Francisco Towers.
Darby
se rió al recordar todas las veces que les preguntaron quién hace de
esposo y quién de esposa en la relación. "Preguntarle a una pareja gay
quién es la mujer es como preguntarle a los palillos chinos quién es el
tenedor", dijo. "Sólo trabajamos juntos. Pasamos de ser amigos a ser
novios; nos convertimos en compañeros y luego en cónyuges. No en marido y
mujer".
POR: GLENN CHAPMAN / AGENCIA AFP
FOTOGRÀFIAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA
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