Franck reconoció que si concurren a estas escuelas, los niños pueden llegar a sentirse mal porque la Iglesia no puede renunciar a decir lo que piensa.
Los colegios católicos evalúan, por estos días, cómo incidirá en la educación la Ley de Matrimonio Igualitario, que desde el año pasado autoriza el casamiento a parejas del mismo sexo. La Iglesia comenzó a capacitar a los docentes en el tema, y a pensar respuestas. María Inés Franck fue la encargada ayer de dictar un taller a un centenar de docentes en el Colegio Taborin, donde comenzó el 48° Curso de Rectores, organizado por Consejo Superior de Educación de Córdoba.Franck es la mano derecha del arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, profesora en la Universidad Católica Argentina y secretaria ejecutiva de la Conferencia Episcopal de Educación Católica.
En diálogo con La Voz del Interior reconoció que los colegios católicos tendrán que recibir a los hijos de las parejas gay, aunque aclaró que es probable que los niños no se sientan completamente a gusto. “Los colegios tendrán que encontrar la forma de decir con delicadeza y cuidado las cosas, pero no pueden dejar de decirlas. El padre que manda a su hijo a un colegio así, sabe que se expone a que su hijo se sienta mal”.
–¿Va a incidir en la escuela la ley de matrimonio gay?
–Lo más probable es que tenga incidencia en dos ámbitos. El primero, en los contenidos para dar. La Argentina está implementando un programa de educación sexual integral (...) El Ministerio de Educación está bajando línea fuertemente con respecto a los contenidos concretos. en los que la homosexualidad es uno. Si hay una ley que permite el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, lo más lógico es que esto tenga que enseñarse de alguna manera.
–¿Cómo se va a abordar en los colegios católicos?
–La Iglesia viene dando educación en el amor desde hace muchos años. Los contenidos que el Ministerio de Educación propone están basados en una ideología muy fuerte de género, donde se afirma que lo sexual es cultural (...) Por lo tanto no hay pautas fijas para aceptar determinado ejercicio de la sexualidad y rechazar otro, porque la cultura es libre.
–¿Qué se propone?
– Los cuadernos que propone el Ministerio sobre educación sexual para el secundario, están destinados en un 80 por ciento a la promoción de los anticonceptivos. Son cosas que la Iglesia no comparte y que los colegios tendrán que manejar.
–Otro concepto que cambia es el de familia, con niños adoptados por parejas gay...
-Se complica. Los colegios van a tener el planteo de qué hacer con un chico adoptado por una pareja homosexual que vayan s matricular. Es un tema que va a ocurrir y van a tener que estar preparados. De ninguna manera la Iglesia puede renunciar a su mensaje. Personalmente creo que tendrán que aceptar la inscripción de esos chicos, lo que no creo es que la Iglesia tenga que adaptar su mensaje. Tiene que decir lo que siempre pensó. Le puede traer problemas, la pueden acusar de discriminar por su mensaje y seguramente va a ocurrir.
–Esta visión, ¿no puede generarle tensión al niño?
–Puede generarle. De ahí la responsabilidad de los padres (...) No hay obligación de mandar a un chico a un determinado colegio.
POR: LAVOZCIUDADANOS
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