"Mientras gobernemos nosotros, no habrá nunca equiparaciones entre las parejas gays y la familia tradicional, así como no habrá nunca posibles adopciones de niños por parte de las parejas homosexuales", dijo el jefe del Ejecutivo italiano en el marco de un congreso en Roma de los Cristianos Reformistas.
El primer ministro de Italia, de 74 años, apostó además por poner en marcha "políticas en apoyo de la natalidad y de las mujeres", ante "la crisis demográfica" que, según él, lleva a envejecer a la población italiana, informó la agencia Efe.
"Una política fiscal a favor de las familias es uno de los compromisos fundamentales que antes del final de la legislatura pretendemos realizar cueste lo que cueste", comentó.
Por su parte, la principal organización homosexual italiana, Arcigay, cree que el rechazo de Berlusconi al matrimonio de gays y lesbianas responde a un intento del primer ministro de "reconquistar" al electorado católico tras sus últimos escándalos sexuales.
A través de un comunicado de prensa, Arcigay define como un "movimiento mezquino" las palabras pronunciadas este mismo sábado por el mandatario italiano.
"Silvio Berlusconi, con sus palabras, pisotea sin pudor la historia de la igualdad en Europa (...), los principios de dignidad de las personas que la Unión (Europea) afirma y que él niega. No es de izquierdas, ni de derechas reafirmar la igualdad de derechos entre las personas, sino que es patrimonio de la conciencia cívica y del buen gobierno", añade el comunicado.
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