Las bodas homosexuales en Cuba no son legales, pero esta tarde estarán cerca de serlo. Ignacio se casa con Wendy, que se hizo una operación de cambio de sexo.
Se nos adelantaron los Países Bajos, Bélgica, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina y hasta la mismísima España de alpargata y pandereta que nuestros abuelos nos describían como timorata y chapada a la antigua. El matrimonio gay se constituyó en una realidad también en varias jurisdicciones de Estados Unidos y en México D.F, de donde llegaban aquellos filmes de vaqueros con sombrero ancho y pistola al cinto. En apenas unas décadas, la modernidad nos ha pasado corriendo por delante -sin un solo pelo en la cabeza para agarrarla- y nos ha encontrado con demasiados prejuicios, con demasiada ranciedad. ¿Cómo fue que los cubanos nos volvimos pacatos y anticuados? ¿Por qué motivos -o intenciones- nos quedamos fuera del siglo veintiuno?

Aunque lo que ocurrirá esta tarde no se considera legalmente una "boda gay", es lo más cerca que hemos podido llegar. Wendy tiene un carnet de identidad con un nombre femenino, pero a los burócratas les costará entender por qué su certificación de nacimiento dice "varón". Firmarán ambos sobre un acta -ante notario- y saldrán de ese Palacio de Matrimonios como marido y mujer. Volverán a su casita del municipio Playa conscientes de que han sentado un precedente importante, que nos han dado una lección, un corrientazo, un acelerón. Y quienes presenciemos esa unión legal, especialmente esta servidora que hará las veces de madrina, tendremos el deber de agradecimiento a Wendy e Ignacio, porque por una tarde, por una breve tarde, han colocado a nuestro país en el tercer milenio, en el anhelado tiempo del "ahora".

La hija de Raúl Castro destituyó a la transexual cuando se enteró de que iba a contraer matrimonio con un disidente el próximo 13 de Agosto.
Wendy Iriepa, la transexual que prácticamente fue expulsada del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) por enamorarse de un disidente, era la encargada de probar y custodiar los alimentos destinados a Mariela Castro.
"Trabajaba en protocolo en el Cenesex, por lo que degustaba y custodiaba los alimentos de Mariela, además de revisar los regalos que le hacían", señaló Iriepa en declaraciones a DIARIO DE CUBA.
La hija de Raúl Castro, tras enterarse de la relación de Iriepa con el activista independiente Ignacio Estrada, la destituyó de su puesto de trabajo, la envió a "limpiar pisos" en el Cenesex y le "sugirió" que presentara la baja.

"Yo la invité a mi boda. Ella quería ser la madrina, pero dijo que no, cuando se enteró de que era con Ignacio. Me dijo que ella no podía ser la madrina si la boda era con un disidente", afirmó la transexual.
"Ahora me ven como una amenaza y un peligro", apuntó.
"A Wendy la han expulsado del Cenesex no por ser el enemigo, sino por algo mucho más simple, la han expulsado por acostarse con el enemigo, es decir, con alguien que pertenece a una entidad independiente", denunció la víspera Leannes Imbert Acosta, directora del Observatorio Cubano de los Derechos LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros).
La boda de Ignacio Estrada y Wendy Iriepa se celebrará, "si Dios quiere", el próximo 13 de agosto en La Habana, aseguraron ambos.



POR:FOTOSCUBAHOY. ELPAIS
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