sábado, 2 de abril de 2011

la quimica del beso en la pareja.

Diversos estudios científicos brindan un mapa físico y emocional que permite comprender a mujeres y varones en su relación, a través de sus labios. Revelaciones increíbles.

Besos que matan, besos que acercan, besos que unen y separan. El acto de unir labios es una práctica tan humana como llorar o reír. Los besos en las mejillas, los famosos besos de Judas, los besos mal dados y esos que hacen suspirar a la humanidad. Su protagonismo quizás resida en el hecho de que el beso eleva la oxitocina en la sangre y genera bienestar, o en que besarse es un acto placentero por sí mismo.

Sea cual fuere la explicación de esta práctica, que reproducen pocos animales en el reino, el beso es sin dudas uno de los momentos que no se pueden perder en la vida. Tanto los buenos como los malos. Así los científicos a lo largo y ancho del mundo se pusieron a investigar qué es eso de unir los labios para las comunidades.

Los descubrimientos abren el panorama para comprender a las mujeres y a los varones. Las estadísticas ofrecen un amplio abanico de posibilidades y demuestran que besar es, y será, siempre una práctica bienvenida entre los seres humanos.

Húmedos, son adorables

Está demostrado que los varones adoran esos besos donde abunda el intercambio de fluidos. ¿Por qué? La explicación tiene que ver con la biología humana.

Helen Fisher, profesora de antropología en la Universidad Rutger y experta en estos temas, asegura que “besar es un poderoso mecanismo de adaptación”. Ella explica que la saliva de los varones tiene testosterona y que los besos húmedos les sirven, ya que “inconscientemente intentan transferir testosterona para provocar el apetito sexual en las mujeres”.

Los besos húmedos también funcionan como un termómetro que mide la capacidad para reproducirse de las mujeres. El beso les sirve a los varones para “medir los niveles de estrógenos femeninos de su pareja, para hacerse una idea de su grado de fertilidad”, finaliza la experta.

Como Adán y Eva

Tan fundamental es el beso en la historia, que los primitivos humanos se comunicaban con sus sonidos. Este fue el descubrimiento de un gran grupo de genetistas y matemáticos.

Ellos dedujeron que la humanidad desciende de los bosquimanos que habitaban el sur de África y que los integrantes de este pueblo se comunicaban en khoisán, una lengua muy antigua que se basa en chasquidos como los sonidos del beso.

En este extenso estudio participaron expertos de Stanford, Pompeu Fabra de Barcelona y cinco casas más.

Besos como caricias

Intercambiar fluidos o besar es tan importante para el alma como para el cuerpo. Es que el incremento de oxitocina no es el único beneficio que se logra con este apasionado -o no- encuentro.

Está demostrado que besar quema calorías, ya que el pulso se acelera de 70 a 140 pulsaciones por minuto. Además quienes andan por la vida a los besos trabajan mejor, tienen menos posibilidades de sufrir accidentes de tránsito, y viven cinco años más que la media.
Por último el intercambio de fluidos ayuda a los participantes del beso a descubrir el estado de salud de la otra persona. Parece mentira pero no lo es. No hay razón para dejar de besar.

El primero y principal

Un estudio comprobó que las célebres palabras de Don Juan, “cada beso, un terremoto”, son mucho más precisas de lo que parecían. De acuerdo con una investigación elaborada por una científica de la Universidad de Texas, la experiencia del primer beso puede ser mucho más significativa e intensa que la de la primera relación sexual.

En el libro “La ciencia de los besos”, la estadounidense Sheril Kirshenbaum aseguró que la mayoría de las personas son capaces de recordar el 90 por ciento de los detalles de su primer beso (entendido como el encuentro de dos personas para intercambiar información sensorial).
De acuerdo al estudio, basado en una investigación de dos años, la práctica de los besos está presente en más del 90 por ciento de las culturas, y puede ayudar a explicar la evolución de la especie humana.

No hay labio que se resista al romance

Tres investigadores de diferentes universidades de Estados Unidos estudiaron durante muchos años la relación que existe entre el beso y los diferentes géneros. Para esto encuestaron a más de mil estudiantes. Así fue que Susan M. Hughes, de la Universidad Albright; Marissa A. Harrison, de la Universidad Borough de Manhattan; y Gordon G. Gallup, de la Universidad estatal de Nueva York, arrojaron un poco de luz a este tema.

Una de sus principales conclusiones tiene que ver con el amor. Es que ellos detectaron que casi el 100 por ciento de los encuestados había besado con amor a alguna pareja. Un momento donde lo que abundaron fueron las caricias más que el sexo. Ellos descubrieron que el primer beso no difiere tanto en edades si se consideran a los varones y a las damas.

Al momento de la cama

Continuando con los datos de esta investigación que mencionamos, surgen más conclusiones. Para las mujeres fue mucho más importante el beso que para los varones. Ellas reconocieron que no podrían terminar en la cama con un caballero sin antes besarlo; algo que, en el caso de los varones, no fue tan importante o determinante. “Las mujeres consideraron que si un hombre es mal besador es menos atractivo y deseable”, detallaron estos expertos en psicología.

Tan fundamental es el beso que hasta puede lograr que una persona cambie de idea sobre la otra. En otro estudio dirigido por Gordon Gallup (del departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Nueva York) se incluyó una pregunta muy particular: “¿Alguna vez se ha encontrado usted atraído por alguien, sólo para descubrir, después de besarlo por primera vez, que ya no le interesa?”.

De los 58 hombres encuestados, el 59 por ciento contestó: “sí”; y el 66 por ciento de las 122 mujeres encuestadas también respondó de manera afirmativa. Por lo tanto, lo que sucede en un primer beso puede tener un efecto profundo sobre el futuro de esa relación.

¡Excitante!

Hay un punto que no se discute en ninguno de los estudios. El beso es un excitante natural en el momento del sexo. Tanto para ellas, como para ellos, unir labios es un puente directo a la cama, sofá o el lugar elegido.

Un punto para considerar, el beso es antes del sexo. Durante el encuentro íntimo muchos varones prefieren concentrarse en otros puntos del cuerpo. Lo mismo pasa con las mujeres. Después de todo: ¿quién puede culparlos?

POR: Celeste Polidori - Especial para Estilo.DIARIOLOSANDES
ARREGLOS FOTOGRAFICOS: ALBERTO CARRERA.

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