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domingo, 30 de noviembre de 2014

Colombia: Ismael el sacerdote gay. Vejez homosexual, indiferencia, arrogancia y omisión de todos.

Diez años de Colombia Diversa. La historia del sacerdote Ismael. 'He sido atacado por ser homosexual'. El religioso asegura que ha sido víctima de discriminación en su comunidad. Su caso es parte de una investigación sobre la vejez gay en Colombia, en la que se concluye que es urgente la atención psicosocial para esta población.


Con más de sesenta años, Ismael**, proveniente de una familia conservadora compuesta por tres hermanos gays, continúa dedicando su vida al sacerdocio. Desde muy joven tuvo claro que era homosexual. Siendo monje benedictino optó por ser eremita, que, en sus propios términos, se trata de llevar una vida en soledad con la opción de estar acompañado. En su mente está presente aquel día de junio de 1978, fecha en la que presenció la celebración del Día del Orgullo Gay en Nueva York y conoció el entonces popular bar Stonewall Inn.

Desde su ingreso al seminario fue blanco de distintas formas de violencia por ser homosexual. Al narrar los insultos, los golpes y la incansable persecución que aún enfrenta, su voz se quiebra: “Inclusive en el monasterio en Bogotá llegué a ser atacado físicamente por otros monjes”. Oficialmente está vetado por la arquidiócesis para ejercer labores sacerdotales. Sin embargo, tras el apoyo y respaldo de sus feligreses, sigue celebrando la eucaristía. Ismael asegura que, a pesar de la norma de celibato o castidad, en suma a la homofobia institucional, muchos de los otros monjes y sacerdotes también son homosexuales.


Se atrevió a desafiar a la iglesia católica y lo hizo de distintas maneras. Escribió una tesis que desarrollaba argumentos inclusivos de la homosexualidad en la vida sacerdotal. Sin embargo, su trabajo fue criticado, censurado y, al día de hoy, desaparecido de las fuentes de información físicas y digitales en las que se encontraba. El intento de apoyar a otros sacerdotes con una condición como la suya fue infructuoso. Recibió amenazas, golpes y calumnias por querer ayudar. No obstante, y en sus propias palabras, su mayor logro lo obtuvo al conformar un grupo de encuentro que le permitió a un buen número de adultos mayores gays compartir experiencias y encontrar otros caminos para conciliar sus creencias religiosas ante la discriminación constante que sufren por su orientación sexual.

La discriminación no sólo se enmarca en su vida religiosa. De varios bares y discotecas ha tenido que retirarse por las actitudes despectivas y las burlas de otros clientes, o sencillamente porque los porteros o dueños de estos establecimientos se lo impiden.


Ismael sigue luchando para superar los obstáculos que ha llamado retos. Permanece su batalla contra un cáncer de próstata, por el que fue intervenido quirúrgicamente recientemente, así como por lograr condiciones dignas de trabajo y ser reconocido como igual por sus semejantes.

Investigaciones recientes en el campo de la vejez homosexual se han desarrollado en países como Estados Unidos, España, Argentina y Brasil. Dichos estudios concluyen la importancia de volver la mirada hacia aspectos relacionados con la salud física y psicológica, así como la garantía de políticas públicas y programas sociales encaminados a satisfacer las necesidades particulares de esta población. En nuestro país, y en el caso particular de Bogotá, no se conocen investigaciones o iniciativas al respecto, aunque existen pocas organizaciones que trabajan a favor del reconocimiento de los derechos de la población adulta mayor.


Por medio de mi investigación Discriminación social y estrategias de afrontamiento en los procesos de envejecimiento y la vejez de hombres homosexuales, presentada a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, pude identificar varios aspectos a través de relatos de adultos mayores homosexuales mayores de 60 años que asisten al Centro de Atención Integral a la Diversidad Sexual de Bogotá. Entre los participantes estuvo Ismael.

Los resultados muestran que las características de la discriminación más comunes son la homofobia, la pérdida de vínculos y la violencia emocional por parte de las familias, condiciones de salud desatendidas por los altos costos de los servicios, el ocultamiento forzado de la orientación sexual en los ambientes laborales y el trato desigual en espacios de homosocialización. Además se evidencia un sentimiento de soledad generalizada.

Pero lo más importante de este estudio es invitar a ahondar en investigaciones que busquen mejorar las condiciones de la vejez homosexual en Colombia. Es urgente adelantar acciones para la atención psicosocial con enfoque diferencial para contribuir con un mejoramiento en la calidad de vida de estas personas.


Por: Marlon Ricardo Acuña Rivera - Psicólogo investigador del Centro Nacional de Memoria Histórica - Elespectador.com
Imegenes: Web
Arreglos: AC

lunes, 28 de octubre de 2013

La victoria de una pareja homosexual mexicana y su pequeña hija ante la intolerancia y discriminación.

Una niña de dos años fue expulsa de un colegio de Monterrey por tener padres del mismo sexo. Tras dos meses de denuncias, la Secretaría de Educación del Estado de Nuevo León recomienda que se apliquen sanciones al centro 'The Hills Institute'


Cuando Alex y Pepe se mudaron a Monterrey (al norte de México) lo primero que hicieron fue buscar un colegio para Alejandra, su hija adoptiva de dos años. Pero no podía tratarse de una escuela cualquiera: tenía que ser un centro "moderno y abierto" en el que se respetase la diversidad sexual de las personas que, como ellos, habían decidido ser pareja homoparental. Eligieron el elitista The Hills Institute que se anunciaba como laico y respetuoso con la diversidad, pero pronto comprobaron que el eslogan “solo era una bandera publicitaria”. La dirección les puso una serie de condiciones para admitir a la niña: que no aparecieran por el centro, ni se mostraran como pareja. Al rechazarlo, Alejandra fue expulsada.

El 28 de agosto los padres denunciaron ser objeto de discriminación ante la Secretaría de Educación del Estado de Nuevo León. Dos meses después el organismo ha emitido un documento al que ha tenido acceso este periódico en el que analiza los hechos y afirma que el instituto viola la Declaración de los Derechos del Niño e incumple tres principios rectores de la Ley para la protección de los derechos del niño: el del interés superior de la infancia, el de la no-discriminación y el de la igualdad sin distinción de raza o sexo. Como conclusión, recomienda que se apliquen las sanciones correspondientes al centro. "Los responsables del colegio saben todo esto, pero no tienen miedo porque deber tener influencias y protección de arriba", asegura Pepe, "pero la sociedad está observando todo este proceso. Y esperan una sanción".

La historia comenzó el pasado mes de agosto. “Estábamos muy ilusionados con el colegio de nuestra hija”, cuenta esta pareja de empresarios que prefiere ocultar su verdadera identidad. “El problema llegó en el primer open house (la reunión de padres), porque nos presentamos los dos como papá y mamá de la niña”. Todo fue aparentemente bien y nadie parecía tener problemas con ellos. Pero tres días después la directora citó de manera urgente a Alex (el único de los padres legalmente reconocido) para comunicarle que uno de los docentes había presentado una queja ante los dueños de la institución.

“La misma directora me reconoció que los dueños son abiertamente homofóbicos. Me dijo que nuestra realidad familiar impedía la permanencia de la niña y me advirtió que estábamos cometiendo un pecado ante Dios”. Ante la insistencia y las protestas de los padres, la directora del centro propuso una solución: tenían que firmar una carta en la que, a cambio de la permanencia de su hija se comprometían a no acudir juntos a las reuniones de padres ni a ningún otro evento público. Es decir, se invisibilizarían como familia. Este periódico ha accedido a la carta original enviada por la directora. En la misma enumera una serie de condiciones entre las que especifica que Pepe:

"Debe suplicar comprensión para la permanencia de su pequeñita en THI".

"Debe asistir a todos los eventos de manera individual".

"Se compromete a abstenerse de hacer cualquier comentario fuera de lugar a ningún otro padre de familia de su situación particular".

"Se compromete con discreción absoluta".

"Se disculpa por haber causado inconvenientes".

"En ningún momento se presentara su pareja a esta institución”.

“Me negué a firmar, llegué a casa devastado y me quedé dormido con mi bebé”, cuenta Pepe. En el trascurso de ese sueño su pareja Alex movió cielo y tierra. Denunció el caso a varias instituciones humanitarias y a la Secretaría de Educación de Nuevo León y escribió varios emails a la directora en los que citó la Constitución mexicana cuyo primer capítulo señala que “queda prohibida toda discriminación motivada por el origen étnico, la edad (…) las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.


La escuela tardó tres semanas en dar una respuesta. Por fin llegó una citación en la que se especificaba que solo podrían acudir “el papá y la mamá” de la niña. “Acudimos los dos, pero no nos dejaron pasar. Nos quedamos esperando fuera hasta que nos dieron una caja con el 70% de la matrícula que habíamos pagado, los materiales de la niña y una nota que confirmaba la expulsión de Alejandra”. Pocos días después el eslogan “respeto a la diversidad” desaparecía del ideario de la página web del colegio.

Ante esta situación la pareja decidió denunciar su caso a los medios. Aunque las dos principales televisoras les ignoraron, la historia voló por las redes sociales y tuvo una gran repercusión mediática en todo el país. Una decena de escuelas se pusieron en contacto con los padres ofreciendo una plaza para la niña. Las organizaciones a las que consultaron –sobre todo el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred)y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco)- se encuentran estudiando el caso para tomar las medidas pertinentes. “También la institución Cambridge y la Secretaría de Educación del Estado de Nuevo León me han prometido que estudiarán el caso y contactarán con los responsables”, afirma Alex. Este periódico trató de ponerse en contacto con el personal del centro, pero solo logró hablar con el conserje que, a decir de la familia, “es la única persona que nos escucha sin colgarnos y nos trata como personas”.

Dos meses después la historia ha tenido una gran difusión tanto en los medios como en la red. Alex y Pepe se muestran muy agradecidos por el apoyo recibido y por el comunicado de la Secretaría de Educación del Estado de Nuevo León en el que piden sanciones al centro. Hasta el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, ha mostrado su apoyo a la familia. Pero aún esperan una consecuencia más contundente: “Quisiéramos que este caso sea un precedente para que este tipo de discriminación deje de ocurrir. Que quien haga este tipo de cosas sepa que sus actos van a tener consecuencias, que este tipo de injusticias van a conocerse en todo el mundo”. También lanzan un mensaje de reflexión a los mexicanos: “Miremos el calendario: Estamos ya en el año 2013. La sociedad ha evolucionado, hay otros modelos de familia. No podemos tratar como delincuentes a los que son diferentes. Son iguales a los demás y merecen respeto. México debe estar abierto a todos”.


POR: JAVIER MOLINA - ELPAIS.COM
FOTOGRAFÌAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA

domingo, 25 de agosto de 2013

Psicologia: Los engaños. Sobrevaluándonos y menospreciando a los demás

COMO ARMAMOS “RELATOS PERSONALES FALSOS”

Todo el tiempo engañamos a los demás y nos autoengañamos, sostiene el autor de esta nota y, a partir de ingeniosos estudios experimentales, lo muestra así para el amor, para el sexo, para las parejas exitosas y las que fracasan, para los homófobos, los discriminadores, los fanáticos, los testigos que señalan al culpable equivocado y los poderosos.


Sin cesar, armamos relatos personales falsos. Sobrevaluándonos y menospreciando a los demás, generamos historias sesgadas, según las cuales tuvimos una conducta más moral, manifestamos actitudes más benéficas y eficaces que las reales y fuimos más atractivos. Se comprobó no hace mucho que las personas de entre 40 y 60 años recuerdan sus acciones morales negativas como si hubieran sucedido diez años antes que las acciones positivas: mi yo más antiguo actuó mal; el más reciente actuó mejor. Cuando se solicita a un individuo que relate alguna circunstancia autobiográfica en la que lo hicieron enojar –en la que fue víctima– o en la que provocó el enojo de otro –fue victimario–, se comprueban diferencias notables. El victimario suele pintar el episodio como algo significativo y comprensible, mientras que las víctimas suelen presentarlo como algo arbitrario, innecesario o incomprensible. Las víctimas suelen construir un relato largo, que subraya los daños y agravios sufridos, mientras que los victimarios acostumbran a describir un suceso aislado sin consecuencias duraderas. Un efecto de esta simetría es que cuando la víctima, luego de reprimir su enojo ante una serie de desarires, finalmente reacciona, el victimario sólo ve el suceso final que precipitó la situación y siente que la airada respuesta que recibe es exagerada e injustificada.

Pero también existen relatos internos falsos. La percepción que tiene un individuo de sus móviles puede estar sesgada, a fin de ocultar los móviles verdaderos a los demás. Aunque despliegue una serie de razones conscientes en respaldo de la acción, es posible que, si esa acción es cuestionada, surja de inmediato una explicación alternativa convincente, que a su vez está de acuerdo con un escenario interno: “Pero yo no pensaba así de ninguna manera, lo que pensaba era que...”


“Cuántas minas que tengo”

Los hombres se engañan con respecto al interés sexual que despiertan en las mujeres. Ellas advierten que, con frecuencia, los hombres creen que despiertan en ellas más interés que el real. Las mujeres, en cambio, no parecen tener una percepción sesgada del interés que ellas suscitan. Los hombres tienen más que ganar a través de esa distorsión de las percepciones: si suponemos que esos errores no tienen un costo excesivo –simplemente la mujer lo rechaza y el hombre se aleja–, el autoengaño masculino puede ser provechoso: al abordar así a más mujeres, podrá acercarse a más de las que sientan interés genuino por ellos. Por otra parte, hacerse fama de demasiado entusiasta puede ser contraproducente.

También hay indicios de que el comportamiento de las mujeres puede confirmar la ilusión del hombre respecto del interés que despierta en ellas. Hay estudios experimentales en que se presentó a dos personas de distinto sexo para que tuvieran un primer encuentro, de diez minutos, que se registró en video: la actitud solícita de las mujeres (por ejemplo, los gestos de asentimiento) fue más intensa durante el primer minuto pero no estaba vinculada con el interés sexual. Sólo en las etapas posteriores de la entrevista, desde los cuatro hasta los diez minutos, la misma actitud se vinculaba con el interés por ese hombre: según parece, las mujeres demuestran interés antes de sentirlo. Por consiguiente, los hombres tendrán la ilusión de que han suscitado interés antes de que éste exista realmente y, de hecho, la actitud de las mujeres durante ese primer minuto anuncia la locuacidad posterior de los hombres.


Pletismógrafo botón

En los Estados Unidos, se hizo un estudio sobre varones heterosexuales: hombres que no tenían conducta homosexual ni tampoco abrigaban pensamientos ni sentimientos homosexuales (o eso decían). Se los dividió en dos grupos: el de los relativamente homofóbicos –los que experimentaban inquietud ante los homosexuales y manifestaban hostilidad contra ellos– y otros que tomaban el tema con relativa tranquilidad e indiferencia. A ambos grupos se les exhibieron tres películas eróticas de seis minutos de duración cada una: la primera mostraba un hombre y una mujer que hacían el amor; la segunda, dos mujeres; y la tercera, dos hombres. A todos los sujetos se les había colocado, en la base del pene un pletismógrafo, instrumento que permite medir con precisión la circunferencia de ese miembro. Después de cada película, se le pidió a cada espectador que declarara si había tenido una erección y en qué medida se había sentido excitado. Los homofóbicos y los que no lo eran respondieron de manera similar a la película que mostraba la relación heterosexual y a la de las lesbianas. Pero, luego de la película que mostraba relaciones homosexuales masculinas, entre los no homofóbicos sólo se detectó un leve aumento del volumen del pene, mientras que, en los homofóbicos, se comprobó un aumento del tamaño del pene, que alcanzó dos tercios de la reacción manifestada ante la película de las dos mujeres. En las entrevistas posteriores, los sujetos revelaron una impresión bastante precisa respecto del aumento del volumen del pene y, correlativamente, la excitación experimentada, a excepción de los homofóbicos respecto de la película de varones homosexuales: los homofóbicos hombres negaron su excitación y la tumescencia del miembro. No sabemos si lo hicieron conscientemente.


“Fue estupendo”

En cualquier relación que entrañe amor y sexo pueden existir dos formas distintas de engaño: o bien la relación sexual es estupenda, pero uno tiene que fingir amor, o bien hay amor genuino, pero uno tiene que fingir que la relación sexual es mejor de lo que es. Todos nos hemos visto en situaciones similares alrededor de los treinta años. Cuando tenemos que fingir en la relación sexual, a menudo recurrimos a la fantasía o al recuerdo de una pareja anterior o imaginamos algo, cualquier cosa que nos sirva para alcanzar el orgasmo. Claro que esos subterfugios son muy perjudiciales para el partenaire: si no tiene conciencia de lo que el otro siente realmente, esa persona estará mal preparada para la traición que probablemente le espera. Por otro lado, puede ser mucho más difícil fingir amor cuando la atracción sexual es intensa. Cuando el amor es débil, las relaciones suelen ser más inestables, y la hostilidad desembozada puede acompañar a la pasión sexual.


Mejor sobrevaluar

En una relación de pareja, el autoengaño positivo, que refuerza la pareja, es conveniente, pero el autoengaño destinado a resolver la disonancia cognitiva personal siguiendo los trillados caminos egoístas tiene el efecto opuesto. Esto se refleja en un antiguo aforismo: hay que casarse con los ojos bien abiertos, pero, desde entonces, es mejor mantener uno de los ojos cerrado. Cuando tenemos que decidir si vamos a comprometernos o no, conviene sopesar imparcialmente los costos y los beneficios; una vez que nos hemos comprometido, conviene tener una actitud positiva y no contabilizar los pequeños detalles negativos.

Consideremos la forma positiva de autoengaño. Las parejas duran más si cada uno de sus miembros sobreestima al otro en comparación con su propia autoevaluación. Esa actitud tiene un conmovedor halo romántico: “Mi amor, te quiero más de lo que te quieres tú mismo/a y por eso te alabo”. El efecto es benéfico para los dos. Cuanto más sobreestimamos a nuestra pareja, más tiempo nos mantenemos juntos y viceversa. Si suponemos que una larga vida en común es apetecible, sobrevaluar al otro es conveniente.


Futuros ex

En un estudio realizado con varias parejas, los investigadores intentaron predecir cuáles continuarían juntas tres años después. Habían previsto que habría ruptura cuando los sujetos reconstruían su historia matrimonial de modo más negativo y, con esa única premisa, comprobaron –con sorpresa– que sus predicciones en la mayoría de los casos se realizaban: habían previsto siete separaciones, que los hechos confirmaron, y otras tres que no sucedieron. Además, previeron correctamente que otras cuarenta parejas no se separarían, lo cual indica un porcentaje general de aciertos del 94 por ciento. Algunas parejas, aunque jamás planteaban la posibilidad de separarse, hablaban ya como si hubieran olvidado por qué se habían casado y se enredaban en autojustificaciones cuya función era reducir la disonancia causada por el hecho de mantener un matrimonio desdichado (aunque, desde luego, no hacían nada para mejorar las cosas).


“¡El asesino es ése!”

Una característica inquietante del exceso de confianza es que no parece acompañar demasiado al conocimiento: cuanto más ignorante es un individuo, más confiado en sí mismo puede ser. Este fenómeno se comprueba cuando se hacen preguntas de cultura general al público. A veces esta tendencia varía según la edad y la posición social. Por ejemplo, los médicos de más edad suelen equivocarse más y, al mismo tiempo, estar más seguros de que tienen razón; esta combinación es especialmente fatal en el caso de cirujanos. Otro ejemplo de consecuencias trágicas es el de los testigos visuales de un delito: suele suceder que los que más se equivocan al identificar un hecho o a una persona son los que están más seguros de su testimonio, y esa seguridad influye en los jurados. Tal vez las actitudes racionales ante el mundo sean más matizadas, menos rotundas, más capaces de admitir contradicciones, todo lo cual entraña vacilación e incertidumbre. En cambio, la solución más fácil es la ignorancia refrendada por una actitud tajante: no hay entonces ningún signo de reflexión racional ni tampoco signos de duda ni contradicciones internas, lo cual es todavía peor.


Soy lindo

Se fotografió a voluntarios y, mediante programas de computadora, las fotos se deformaron un 20 por ciento para aproximarlas a un rostro atractivo (el promedio de quince rostros considerados atractivos sobre una muestra de sesenta) o se distorsionaron un 20 por ciento para que se parecieran a un rostro desagradable (con malformaciones craneofaciales que afectan la cara). Entre otros efectos secundarios, la investigación demostró que, cuando el sujeto procura ubicar rápidamente su propia cara –la mejorada un 20 por ciento, la real o la deformada un 20 por ciento– entre once caras ajenas, señala más rápidamente la mejorada (1,86 segundo), tarda más en señalar la cara real (2,08 segundos, 5 por ciento de demora relativa) y más aún en señalar la deformada (2,16 segundos, otro 5 por ciento de demora relativa). Lo interesante de este método de investigación es que no recurre a filtros verbales (“¿qué piensa de su aspecto?”), sino simplemente a medidas de la velocidad de percepción.

Y, cuando se les presenta a los sujetos un conjunto de numerosas fotos propias, de las que algunas los favorecen y otras los presentan menos atractivos, tienden a elegir entre las fotos más favorables diciendo que éstas respetan más el parecido.



Estúpido y peligroso

Menospreciar a los otros es una estrategia defensiva que la gente adopta a menudo cuando se siente amenazada. En una investigación con estudiantes universitarios, se les dijo, al azar, que habían obtenido un puntaje alto, o bajo, en un test de cociente intelectual. Después, al pedírseles opinión sobre una mujer judía, quienes supuestamente habían obtenido un puntaje bajo tendieron a manifestar desdén por una mujer judía y no por una que no era judía; fundamentaban su opinión en diversas características. Aparentemente, la asociación de la mujer judía con la excelencia intelectual era motivo suficiente para denigrarla, si la propia inteligencia estaba en duda. Análogamente, cuando a los miembros de ese mismo grupo de supuesto “bajo rendimiento” se les presentaba en forma subliminal un rostro inexpresivo y se les pedía que repitieran dos palabras casi inaudibles o indescifrables que se pronunciaban simultáneamente, solían decodificarlas como “estúpido”, “peligroso” o similares. Entonces, si hay indicios de que no somos muy brillantes (aun, como en este caso, indicios falsos), parecería que optamos por arremeter y denigrar a los integrantes de grupos presuntamente inteligentes (contra los cuales pueden existir, además, otros prejuicios) recurriendo a estereotipos. Dicho sea de paso, el mero hecho de expresar menosprecio nos hace sentir mejor.


Los nuestros

Pocas diferencias suscitan respuestas psicológicas más rápidas que la pertenencia o no a un grupo: es causa de reacciones equiparables a las que ocasiona la diferencia entre uno mismo y el otro, y a veces más intensas. El mecanismo es más o menos éste: así como yo soy mejor que otros, mi grupo también es mejor; así como las otras personas son peores que yo, los grupos que no son el mío también lo son. Esas pertenencias y exclusiones son muy fáciles de armar. No es necesario fogonear el fundamentalismo católico o suní para conseguir que alguna gente se sienta en el buen camino: bastará con hacer que un grupo use camisas azules y otro las use rojas para que, al cabo de media hora, surjan sentimientos de pertenencia vinculados con el color de la prenda.

Una vez definido un individuo como miembro de un grupo foráneo, se desencadena una serie de operaciones mentales que sirven para degradar su imagen en comparación con la de un integrante de nuestro grupo. A menudo el proceso se lleva a cabo de manera inconsciente. Las palabras “nosotros” y “ellos” tienen un intenso efecto inconsciente sobre el pensamiento. Cuando se presentan sílabas sin sentido al lado de los pronombres de primera personas “nosotros/as”, “nuestro/a” y “nuestros/as”, los sujetos las prefieren antes que sílabas similares yuxtapuestas con los pronombres de tercera persona “ellos”, “suyo” y “sus”.

Es posible exacerbar esos mecanismos y aplicarlos a grupos artificiales, como los que llevan camisa de distinto color. Somos propensos a generalizar las malas cualidades de alguien que integra otro grupo y reservamos las generalizaciones positivas para nuestro grupo. Por ejemplo, si un integrante de otro grupo me da un pisotón, me sentiré más inclinado a decir: “Es una persona desconsiderada”, mientras que, si me ocurre lo mismo con un compañero de grupo, me limitaré a describir lo sucedido: “Me dio un pisotón”. Si un integrante de otro grupo se muestra amable, contaré escuetamente: “Me indicó el camino a la estación”; pero si la misma situación me ocurriera con un compañero de grupo, comentaría que “es una persona servicial”. Operaciones mentales similares sirven para quitarles méritos a otros en comparación con nosotros. Incluso pequeñas actitudes sociales positivas, como la sonrisa, se atribuyen con más frecuencia a quienes integran nuestro grupo.

Esta inclinación surge muy temprano, entre los lactantes y los niños pequeños, que suelen dividir a los otros en grupos según su etnia o su belleza, según su lengua materna o su sexo. Alrededor de los tres años, comienzan a preferir a los miembros del grupo propio para sus juegos y también comienzan a tener manifestaciones verbales negativas con respecto a los niños que no pertenecen al grupo. Comparten además otras actitudes de los adultos: fuerte inclinación por grupos a los cuales fueron asignados al azar, creer que el grupo propio es superior a los demás y adoptar actitudes perjudiciales para los que son ajenos al grupo.


Poderosos

Se ha dicho que el poder suele corromper y que el poder absoluto corrompe siempre. Esa afirmación parte del hecho de que el poder permite llevar a cabo estrategias cada vez más egoístas y eso va corrompiendo. Sin embargo, la psicología demuestra que el poder corrompe los procesos mentales desde un comienzo. Cuando la gente experimenta la sensación de poder, se siente menos inclinada a contemplar el punto de vista de los otros y es proclive a tomar en cuenta exclusivamente su propio pensamiento. En consecuencia, se reduce su capacidad para comprender cómo ven las cosas los demás, cómo piensan y sienten. El poder causa una suerte de ceguera hacia los otros.

El método básico para estudiar lo que ocurre consiste en inducir un estado mental transitorio mediante un estímulo preparador o estímulo-señal, que puede ser consciente o inconsciente y tan breve como una palabra o mucho más largo, como ocurre en el caso que pasamos a describir. El estímulo preparador para el grupo de los “poderosos” consistió en solicitar a un grupo de personas que escribieran durante cinco minutos acerca de una situación en la que se sintieron con poder; esto se complementa repartiéndoles golosinas. Para el grupo de los “menos poderosos”, el estímulo preparador consiste en escribir sobre la situación opuesta; no se les da golosinas y se les pide manifestar qué golosinas esperan recibir.


Estos modestos estímulos preparadores tuvieron resultados sorprendentes. Después, cuando se les pidió a los sujetos que chasquearan dos dedos de la mano derecha cinco veces y trazaran de inmediato la letra E sobre su propia frente, se descubrió una tendencia inconsciente: entre los que habían recibido el estímulo-señal que suscitaba la sensación de impotencia, se triplicó –con respecto a los que habían recibido el estímulo del poder– la tendencia a escribir la letra E de modo que otros pudieran leerla; este efecto era igualmente intenso en los dos sexos. Los que habían recibido un estímulo que los situaba en el grupo con poder demostraron menor capacidad para discriminar expresiones faciales comunes vinculadas con el temor, la ira, la tristeza y la felicidad. Si bien en esta prueba tampoco hubo diferencias significativas entre los sexos, las mujeres son más hábiles para distinguir las actitudes emocionales y los varones tienden al exceso de confianza: puesto que, en el nivel de las naciones, quienes deciden si se ha de entrar en guerra o no suelen ser hombres con poder –menos propensos a prestar atención a los otros y a valorar puntos de vista ajenos–, esto tiene consecuencias trágicas.



POR: Robert Trivers - Texto extractado de La insensatez de los necios. La lógica del engaño y el autoengaño en la vida humana, de reciente aparición (ed. Capital Intelectual). PAGINA12.COM.AR
FOTOGRAFÌAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA

domingo, 14 de julio de 2013

COY MATHIS NIÑA TRANSEXUAL DE 6 AÑOS, GANA BATALLA LEGAL Y PODRÀ USAR LOS BAÑOS FEMENINOS DE SU ESCUELA

Coy Mathis, de 6 años, nació con sexo masculino, pero a los pocos meses de vida sus padres se dieron cuenta de que su verdadero género era femenino, por lo que decidieron tratarla como lo que era: una niña.


Ahora, la pequeña acaba de ganar una batalla legal que, según los expertos, podría tener importantes repercusiones para la protección de los derechos de los menores transexuales en todo Estados Unidos.

El pasado diciembre Coy debió abandonar el centro educativo de Colorado Springs en el que estudiaba después de que le notificaran que no podía seguir usando los baños de las niñas y que tendría que utilizar el de los niños o los baños individuales.

Los padres de Coy, Kathryn y Jeremy Mathis, presentaron una denuncia frente a la División de Derechos Civiles de Colorado, alegando que el centro había violado los derechos de su hija y el estatuto antidiscriminación del estado que se aplica a los transexuales.

Las autoridades acaban de dar la razón a la familia Mathis, con lo que en breve Coy podrá regresar a estudiar a la escuela con sus compañeros.


"Esperanza y optimismo"

Tras conocerse la noticia, Kathryn Mathis aseguró que no se trata solo de una victoria para Coy, sino también "para todos los niños transexuales" que "no tendrán que pasar su infancia siendo discriminados ".

Los responsables de Fondo para la Defensa Legal y la Educación de los Transexuales (TLDEF, por sus siglas en ingles), quienes se encargaron de presentar la denuncia en nombre de la familia Mathis, creen que esta resolución es un hito en la lucha por la igualdad.

"Este caso nos da mucha esperanza y optimismo sobre el futuro de los transexuales en EE.UU.", le dijo a BBC Mundo Noah Lewis, uno de los abogados del TLDEF.


"Con esta decisión las autoridades han enviado un mensaje alto y claro: que a Coy se la ha de tratar como a cualquier otra chica, como lo que realmente es", señaló Lewis.

Según el letrado, "la resolución es histórica y tendrá repercusiones en otras escuelas del país", ya que especifica "que a todos los transexuales se les debe dejar utilizar el baño de acuerdo con su identidad sexual".

Elisabeth Ricks, abogada del Proyecto de Justicia Transformadora de Illinois (TJLP, por sus siglas en inglés), cree que casos como el de Coy hacen que "los niños aprendan desde pequeños lo que es tratar en igualdad a la gente que es diferente".

"Repesenta un paso adelante importantísimo para reconocer la igualdad de los transexuales, algo que debe suceder en todos los ámbitos de la vida", señaló Ricks en conversación con BBC Mundo.


Trato en igualdad

Coy Mathis nació con rasgos sexuales masculinos. Al poco tiempo, sus padres se dieron cuenta de que quería ser tratada como una niña, negándose incluso a salir de casa con ropa de niño.

A los cuatro años fue diagnosticada con un trastorno de identidad sexual, una categoría que el pasado año la Asociación Estadounidense de Psiquiatría eliminó de la lista de desórdenes mentales, al existir consenso entre la comunidad médica que la identificación con un género no puede ser cambiada.

Desde que empezó a acudir a la escuela, Coy siempre fue tratada por los profesores y sus compañeros como una mujer, usando los baños de las niñas.

Pero a finales del año pasado la situación cambió, después de que las autoridades escolares comunicaran a los padres de la pequeña que debía empezar a utilizar los baños de los niños o los lavabos individuales del centro.

En ese momento, tras tener que sacar de la escuela a la pequeña, Kathryn y Jeremy Mathis decidieron acudir al TLDEF para que presentaran una denuncia contra las autoridades escolares.

"La madre de Coy no quería que su hija tuviera que sufrir acoso y discriminación al ser obligada a utilizar un baño diferente al que utilizaban las otras niñas", explica el abogado Noah Lewis.

"La ley antidiscriminación de Colorado señala que a los transexuales se les debe permitir usar el baño que corresponde a su identidad sexual", recuerda el experto.


Desde el TLDEF escribieron una carta a los responsables escolares del distrito haciéndoles saber lo que decía la ley y pidiéndoles que dejaran utilizar el baño de las chicas a Coy, a lo que contestaron que no pensaban cambiar su posición.

Fue entonces cuando, en nombre de los padres de Coy, presentaron una denuncia ante la División de Derechos Civiles del estado, que les acaba de dar la razón.

Según Noah Lewis, "Coy es un símbolo de esperanza para los transexuales de todo el país, ya que demuestra que las cosas están mejorando para las nuevas generaciones".

"Los compañeros de clase de Coy van a crecer conociendo desde pequeños a una transexual y van a aprender a respetarla", señala.




POR: BBC.CO.UK
FOTORGAFÌAS: AP - HUFFINGTONPOST.COM
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA

jueves, 4 de julio de 2013

TILDA SWINTON DESDE RUSIA CON AMOR. "CONTRA EL ODIO DE VLADIMIR PUTIN"


Después que el autoritario y homofòbico presidente Ruso Vladimir Putin firmara una ley hostil contra la homosexualidad, prohibiendola, la actriz y ganadora del Oscar Tilda Swinton envìa una foto peligrosa mandando un "saludos de solidaridad", desde Moscú, y con amor."corríendo el riesgo de ser detenidos. Tal es el valor moral. #Welovetilda #teardownthislaw #Respekt #Diskrimnierung



POR: GAYS.DE
FOTOGRAFÌA: Sandro Kopp
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA


domingo, 30 de junio de 2013

INCREÌBLE: SACERDOTE SE NEGÒ A DARLE LA COMUNIÒN A UNA NIÑA CON SÌNDROME DE DOWN. "LA FRÌA IGLESIA LACERANTE"

El cura párroco de Coronel Suárez se opuso a que una nena de 11 años que padece de Síndrome de Down recibiera la comunión, lo cual provocó el rechazo de gran parte de los vecinos de esa ciudad bonaerense.


Se trata del sacerdote Diego Kessler, quien puso en duda que Catalina Recuna, quien cursa la escuela primaria en el colegio José Manuel Estrada, cumpliera con las condiciones para recibir ese sacramento.

Ante la negativa del cura, la familia de la niña está indignada por la decisión del Kessler y a raíz de la polémica que generó el caso, el párroco de Santa María se comprometió a brindarle el sacramento.


En diálogo con Cadena 3, Fernanda, la mamá de Catalina contó: "Me presenté como la mamá de Catalina y le pregunté si le iba a dar la comunión, y me responde: Todo aquel que diferencie el pan de la hostia lo puede recibir , pero la nena no es tarada. Agregó: Habría que verla y evaluarla ".


"Como no sabía qué decirme me dijo que habría que confesarla. La reunión se fue al diablo y quedó todo así. Hace 11 años que peleo con las obras sociales y pelear con el sacerdote es lo máximo. El Arzobispado de Bahía Blanca nos llamó para pedir perdón por el moco de este sacerdote. Esperemos que él nos pida perdón", culminó.



POR: NOTICIAS ARGENTINA / TERRA.COM.AR
FOTOGRAFÌAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA


GUATEMALA: DESFILE POR EL ORGULLO GAY. "TAMBIÈN SOMOS CIUDADANOS", "EXIGIMOS RESPETO", "NO A LA DISCRIMONACIÒN"

Cientos de guatemaltecos de la comunidad de lesbianas, gay, bisexuales y transexuales (LGBT) de diferentes regiones del país marcharon este sábado en el centro histórico de la capital con carrozas, vestidos exuberantes y pancartas para exigir el respeto de sus derechos, constató la AFP.


"En todo el mundo se celebra el orgullo y la dignidad de las poblaciones LGBT y cada año llevamos un mensaje positivo a la sociedad que somos parte de ella", dijo a la AFP Johana Ramírez, líder de la organización de transexuales 'Reinas de la Noche'.

La marcha salió del edificio de la municipalidad de Ciudad de Guatemala en el extremo sur del centro histórico y se enfiló por un paso peatonal denominado Paseo de la Sexta hasta llegar a la Plaza de la Constitución, frente al Palacio Nacional, donde los participantes lanzaron consignas desde una tarima para pedir igualdad de condiciones.


"También somos ciudadanos", "Exigimos respeto" y "No a la discriminación", señalaban algunas de las pancartas colocadas en las carrozas que llamaron la atención de personas que caminaban por el centro de la ciudad, algunos con respeto y otros que evidenciaban su disgusto por la manifestación.

El acceso al trabajo, la atención en salud y educación "son derechos fundamentales" que "se nos han roto", agrega Ramírez, al momento que por un radiocomunicador le informan que un grupo de personas insultan a sus compañeros unas calles atrás por donde transcurre el desfile.


"Estamos buscando la igualdad, la equidad y a la reivindicación de nuestros derechos humanos que al final es lo que todo ciudadano guatemalteco es lo que debe tener", mencionó a la AFP Alfredo Escalante, líder de un colectivo gay.

Durante la marcha, miembros de iglesias cristianas aprovecharon la aglomeración de personas para repartir panfletos que entre varios temas como las drogas, el alcoholismo y la prostitución, mostraban la homosexualidad como un problema pero no existió confrontación entre ambos grupos.







POR: AGENCIA AFP / TERRA.COM.AR
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ARREGLOS: ALBERTO CARRERA


domingo, 9 de junio de 2013

FRANCIA: EL PAÌS DE LA FURIA. HOMOFOBIA. XENOFOBIA E INTOLERANCIAS DE UNA DERECHA OPORTUNISTA. "LA NUEVA REVOLUCIÒN FRANCESA"

Fobia en el país de la fraternidad. La ley de bodas homosexuales cataliza los odios de la ultraderecha francesa. Gitanos, extranjeros, gays e izquierdistas son la excusa para desgastar al Gobierno de Hollande. 


La Francia de las fobias está sorprendiendo en todo el continente. Primero contra los gitanos, después a por los extranjeros; la paliza a una pareja de gais a mediados de abril fue la guinda homófoba a todo un sarpullido social contra la ley de matrimonio homosexual que legislaban los socialistas, ya aprobada. Y esta semana, la ultraderecha en su versión más amarga ha matado a un joven estudiante, Clément Méric, de un brutal puñetazo. A los nazis, como los cabezas rapadas que asisten a los mítines del Frente Nacional de Marine Le Pen, les molestaba la afiliación sindical y de izquierdas del muchacho. ¿Qué está pasando en el país de los derechos humanos? Los expertos creen que hay que girar de nuevo la mirada hacia la pedagogía.

La derecha parlamentaria ha experimentado una radicalización antes y después de su derrota electoral. Pero la tramitación de las bodas gais ha removido a la ultraderecha ultracatólica y han aflorado las fobias clásicas. Dos manifestaciones de más de 300.000 personas. Cerca de 250 detenidos. Un fotógrafo apaleado. Los Inválidos y los Campos Elíseos convertidos en campos de batalla. Millones de euros gastados en fletes, globos, banderas, camisetas, pancartas, luz y sonido, daños y desperfectos. Más de 5.000 antidisturbios movilizados. Rezos callejeros de integristas católicos. El grupo neofascista Bloque Identitario ocupando la sede del Partido Socialista para pedir la dimisión del presidente de la República. Movimientos neonazis como el GUD (Grupo Unión y Defensa, creado en 1968) agrediendo física y verbalmente a parejas, locales, asociaciones. Militantes de la asociación estadounidense contra el matrimonio gay NOM, ligada al Opus Dei, invocando en París el nacimiento de la internacional contra las bodas gais. Un debate parlamentario crispado y la eclosión de una improbable líder de masas apodada Frigide Barjot (Frígida Chiflada, en castellano). Un movimiento popular, rosa y azul, llamado la Manif por Tous. Y, por fin, el 29 de mayo, el primer matrimonio homosexual de Francia.


Este es, a grandes rasgos, el balance de la tramitación de la Ley Matrimonio para Todos o Ley Taubira, llamada así en honor de la ministra de Justicia, Christine Taubira. Culta, serena y tan dotada para la ironía como para la oratoria, Tuabira ha replicado a los insultos de la Iglesia, la derecha y la extrema derecha recitando versos de Antonio Machado y citando de memoria textos jurídicos para tratar de explicar lo obvio: que el matrimonio homosexual es un derecho republicano más.

Pero lo lógico y lo obvio no contaban esta vez. Como pasó a finales de los años noventa con la tramitación de la Ley de Parejas de Hecho, la norma que permite casarse y adoptar niños a las parejas homosexuales ha crispado y dividido a la sociedad francesa, y ha sacado a la calle a una legión de católicos, conservadores y extremistas de todas las edades y clases sociales.


Alentada desde el Vaticano, y forjada y financiada en las parroquias de la Francia profunda, la Manif pour Tous se define como un movimiento espontáneo, pacífico, popular, apolítico y antihomófobo. Aunque fue apoyada desde el inicio por grupos integristas como Civitas y otros cercanos a los lefebvrianos de extrema derecha, la protesta se vistió de colores pastel y llenó las calles de canciones de Abba, de familias que marchaban en un ambiente amable y festivo, entre kitsch y Disney, lanzando eslóganes como “todos nacemos de un padre y una madre”.

Pero a medida que los meses pasaban y la desesperación crecía, el tono cambió, la homofobia salió del armario y el movimiento se radicalizó. Unos intentaron apropiarse de la retórica de la Resistencia ante los nazis, otros apelaron a las revoluciones árabes hablando de la “Primavera francesa”, la asesora del Consejo de la Familia de la Santa Sede Christine Boutin empleó la expresión “guerra civil”, y Frigide Barjot afirmó: “Si quieren sangre, tendrán sangre”.


Según el filósofo y sociólogo Sami Naïr, las protestas han revelado “el grado altísimo de militancia del catolicismo tradicionalista francés, que desde el siglo XIX se agita contra el laicismo casi dogmático de la izquierda. Pero lo que hemos visto es sobre todo un movimiento político que ha canalizado la frustración de la derrota electoral de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Nicolas Sarkozy, que salió de las presidenciales y las legislativas totalmente alejado del poder”.

El politólogo Patrick Moreau, experto en nacional-populismo europeo, coincide en que la ley ha sido la excusa empleada por la derecha y la Iglesia más conservadoras para atacar al Gobierno socialista. “La mayoría de los franceses son tolerantes con los homosexuales y más del 60% son partidarios de que se casen. Las protestas han unido a muchos grupos distintos en torno a un solo objetivo: debilitar a Hollande”, sostiene Moreau. “La derecha no ha digerido su fracaso electoral y tras partirse en dos mitades, una de ellas, la más populista, ha aprovechado para legitimarse en la calle. Ha pasado lo mismo en la ultraderecha. El Frente Nacional ha sido muy tibio, porque pensó que no obtendría réditos electorales, y una decena de grupos marginales ha aprovechado para ganar visibilidad”.

Naïr y Moreau creen que la derecha parlamentaria y la extrema derecha más radical han cabalgado también el malestar y el miedo a la crisis. “Han intentado convertir un tema identitario o social en un asunto político aprovechando la crisis de representación simbólica que vive Francia”, apunta Naïr, “a raíz del desplome de Hollande en los sondeos. Mi peluquero resume así esa idea común: ‘Ahora necesitamos trabajo para todos, no el matrimonio para todos”.

La última manifestación mostró que los opositores a la ley tenían más de un enemigo: además de contra el matrimonio gay y la adopción, la gente gritaba contra la “dictadura socialista”.


Moreau cree que “la movilización se ha acabado pareciendo a la de los partidarios de Beppe Grillo en Italia. Una parte de la sociedad ha salido a la calle para decir que las cosas van mal y que las prioridades deben ser otras”.

El sociólogo de la Universidad Paris 8 Eric Fassin matiza que “la salida del armario de la minoría homófoba ha coincidido con una estrategia política de corto plazo de la Iglesia y la derecha. Todos están contra Hollande y contra la izquierda, pero no todos libran la misma batalla. Los que se visten de rosa militan contra los homosexuales. Los líderes de la UMP como Jean-François Copé han buscado un espacio de oposición porque las ideas económicas de Hollande se parecen mucho a las de Sarkozy. Unos combaten por unos principios, otros por oportunismo”.

Fassin cree que la alianza entre Sarkozy y Benedicto XVI en torno al laicismo positivo es el origen del papel fundamental jugado por la Iglesia en el actual movimiento. “En 1999, la Iglesia jugó un rol muy discreto en la oposición a las uniones civiles: distribuyó un texto de un folio sin referencias religiosas. Christine Boutin, el brazo político del Vaticano en Francia, se quedó totalmente aislada cuando agitó la Biblia en la Asamblea Nacional. Ahora, los obispos se han empleado a fondo”.


Según Fassin, “el ensayo general de la movilización actual fue la polémica de 2011 sobre la presencia de la teoría de género en los libros de texto de biología, comandada también por Boutin. Género y homosexualidad son la misma batalla para el Vaticano”. Su análisis es que Sarkozy jugó un doble juego con el laicismo que ha acabado haciendo mucho daño a la derecha laica francesa: “Si el laicismo positivo es el cristiano, el Islam no tiene sitio en nuestra cultura. Sarkozy abrazó la modernidad sexual como una forma de marginar a los inmigrantes musulmanes: nosotros tratamos bien a las mujeres y a los homosexuales, vosotros los margináis. Al reivindicar la identidad nacional y las raíces cristianas de Francia, la jerarquía católica se sintió legitimada para salir a escena. Y el discurso de Sarkozy ha quedado anulado con el sesgo tradicionalista de la protesta: si la homofobia une a católicos y musulmanes, parece difícil criticar al Islam. La identificación entre Iglesia y derecha margina, a medio plazo, a las dos”.

Esta reflexión sirve para explicar también el tibio papel jugado en las protestas por Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional. “De forma inteligente, Le Pen no cree que los derechos de los gais sean el principal problema, lo considera una lucha de corto plazo y sabe que una vez aprobado, el asunto se ha acabado. Su principal batalla es otra: la inmigración, la identidad nacional, la islamización”, dice Fassin.


Hay otra vertiente interesante y poco conocida de la Manif pour Tous: su vocación internacionalista. Según una investigación del diario digital Mediapart, el Vaticano ha movido los hilos en la sombra para forjar una alianza atlántica de la homofobia. Dirigentes y militantes de la asociación estadounidense National Organization for Marriage (NOM), muy ligada al Opus Dei, y de la agencia de comunicación Opus Fidelis, especializada en redes sociales, han ayudado a “profesionalizar” la organización y la comunicación de las protestas en Francia. El consejero delegado de Opus Fidelis es David Lejeune, miembro de la rama americana de la Fundación Lejeune, una asociación tradicionalista contra el aborto. En enero, Brian Brown, líder de la californiana NOM, arengó a los dirigentes de la Manif pour Tous y participó en la primera marcha de París. El 26 de marzo, numerosos activistas franceses desfilaron con la NOM en Washington.


El politólogo Jean-Yves Camus ha explicado que “las redes ultraconservadoras estadounidenses, mezclando intereses privados y públicos, han visto en la movilización (francesa) una oportunidad de desestabilizar a un presidente socialista, que para ellos equivale a un comunista”. Quizá la mayor sorpresa es que este despliegue se haya aglutinado en torno a una líder tan heterodoxa como Virginie Tellenne, más conocida como Frigide Barjot, la experiodista y exhumorista de sala de fiestas elegida por los obispos para coordinar el acoso a la ley. Aunque Barjot no tiene equivalente en España, es como si Rouco Varela hubiera puesto al frente de las operaciones a alguien como Paco Clavel. Su cuenta en Twitter resume así su perfil: “Cronista del mundo convertida en alma y minifalda a Jesús: nunca más se callará ante la faz del mundo ni se fundirá en la masa”.

Ahora, Barjot ha decidido reconvertir la Manif pour Tous en un partido llamado Avenir pour Tous. El programa afirma que “el niño es un acto de amor, no un acto de compra”, y añade que “las parejas homosexuales deben ser protegidas por la ley”. Quiere que la norma Taubira sea reformada y pase a tener rango constitucional “restablecer la norma superior del nacimiento humano biológico, dejando que las parejas del mismo sexo conserven sus derechos de unión pero sin filiación”. Sus comparecencias públicas, casi diarias, son publicitadas a través de tuits y newsletters elaborados por la Organización Internacional por el Matrimonio, que afirma tener sedes en Dublín, Edimburgo, Londres, París y Washington.


Curiosamente, las otras dos caras visibles de la protesta son también mujeres. Una es la integrista Christine Boutin, que ha asegurado: “Es el pueblo de Francia el que se levanta, es la gente que no quiere los valores del 68 y de los liberal-libertarios”.

Y la tercera en discordia es Beatrice Bourges, responsable de la llamada Primavera francesa, una escisión de ultraderecha que apoya a las Juventudes Identitarias, los estudiantes del GUD (Grupo Unión Defensa, creado en 1968), y en la que se reconocen los fanáticos de Civitas. La intuición básica de esta mujer de 52 años, según ha declarado a Le Monde, es que “la teoría de género es un atentado contra la humanidad que destruirá la civilización”.

Aunque los silogismos suenen a parvulario, los gais y lesbianas se sienten en el punto de mira. Judith Silberfield, periodista y fundadora del diario digital Yagg, siente que “los homófobos han tomado la calle”, y recuerda que “negar la igualdad de los derechos de los homosexuales es pura y simple homofobia”. “Las protestas han usado los mismos argumentos que se utilizan en Estados Unidos, Reino Unido o Colombia, y allí no gobierna Hollande”, añade. “El odio a los homosexuales nos ha hecho retroceder muchos años atrás. Ahora habrá que volver a hacer pedagogía en los colegios”.


Con las primeras bodas celebrándose por todo el país, y los primeros alcaldes haciéndose los locos para no cumplir la ley, la sensación es que la peligrosa simbiosis entre el integrismo religioso y el malestar social y político va más allá del matrimonio gay y anticipa tiempos peores. “Muchos franceses sienten que Hollande no es el capitán que necesita la nave”, dice Patrick Moreau, “y las redes sindicales y comunistas anuncian que en otoño habrá una doble movilización. La izquierda saldrá a la calle y la extrema derecha y la derecha populista también. Hollande lo pasará mal”.

Más apocalíptico es Jacques Attali, exasesor de Economía con Mitterrand, que en su libro, Urgences françaises, pronostica que, si el Gobierno no hace rápidamente las reformas que debe hacer, los jóvenes liderarán “una nueva Revolución Francesa”.



POR: Miguel Mora / ELPAIS.COM
FOTOGRFÌAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA

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