lunes, 10 de septiembre de 2012

BISEXUALIDAD. ROMPIENDO TABÙES

La Bisexualidad

La bisexualidad es una orientación sexual que involucra atracción física y/o sentimental hacia individuos de ambos sexos. El término posee el mismo origen que aquellos referidos a otras orientaciones sexuales, homosexualidad y heterosexualidad.


En palabras más simples para mis queridos y queridas lectores(as), es la capacidad de elegir una pareja que vaya más acorde con lo que buscas, sin importar el género masculino o femenino.

Cabe destacar que la bisexualidad no debería ser sinónimo de promiscuidad (en el caso de la promiscuidad, ¿quién define en qué punto se vuelve una promiscuidad?).

La diversidad sexual es tan amplia como la diversidad de colores, gustos, perspectivas y puntos de vista. Los seres humanos somos tan diversos en todos los aspectos de la vida, sociales, políticos, culturales, rasgos físicos, colores, harmonías físicas, etc.


Porque entonces siendo así, que los humanos no somos iguales, ni si quiera los hermanos gemelos, como es posible que somos tan cortos de mente que no logramos ver que si existen diferencias abismales entre cada individuo de la tierra, porque no podemos considerar que existe también esa diversidad en el ámbito sexual.

La sexualidad no solo es órganos genitales, es todo lo que nos rodea, no solo se centra en la sexualidad.

Alguien no muy lejano a mi parentesco familiar una vez me dijo que porque todo tenía que ser sobre la diversidad sexual, a lo que mi respuesta seria, debido a que no fue cara a cara este comentario, “Mi sexualidad es lo que me define, si no la compartes, mejor aléjate”.


Dentro del tema de la bisexualidad encontramos los siguientes estudios:

Bisexualidad biológica

Bisexualidad psicológica

Bisexualidad conductual

Bisexualidad cultural

Bisexualidad histórica vs contemporánea



Bisexualidad Biológica:

En las teorías del primer nivel, la bisexualidad aparece fuertemente ligada con la sexología médica y con el pensamiento de Lamarck y Darwin. La finalidad de las mismas, que operan desde el seno del evolucionismo, es describir la función que la bisexualidad pudiera tener en la perpetuación de la especie humana.

Bisexualidad Psicológica:

El trabajo de Heinz Kohut, define este comportamiento como un intento de regulación de la autoestima del individuo para alcanzar satisfacción manteniendo relaciones íntimas con un sexo o dos.

Bisexualidad Conductual:

En las teorías del nivel conductual, se centra la atención en el estudio de biografías de individuos que presenten conductas bisexuales. Por tal motivo, dado que la conducta sexual normalmente NO SUELE DARSE CON LOS DOS SEXOS AL MISMO TIEMPO, el mismo individuo puede relacionarse exclusivamente con un sexo u otro durante una fase significativa del desarrollo vital.

Al principio cuando comencé a sentir emociones “extrañas” para mí en ese entonces, creí que mi orientación era enteramente homosexual, sin embargo con el estudio y el aprendizaje me di cuenta que pertenezco más al grupo de la bisexualidad.

Lastimosamente este grupo es de los más criticados y menos entendidos debido a que estamos en una sociedad monógama y que necesita por claridad mental, etiquetar a las personas de una u otra manera.

La comunidad gay nos llama reprimidos por no salir completamente del closet y la comunidad heterosexual nos llama promiscuos por el gusto hacia ambos géneros.

La frase más simple con la que puedo describir esta condición humana seria…



“SOMOS AMANTES DEL AMOR, NO DEL GENERO”

Quizá pase mucho tiempo sin poder entender perfectamente el termino de bisexualidad, pero hay algo que si debemos tener en mente siempre, no solo existe una sola persona en el mundo que es bisexual, en este caso sería yo, somos millones alrededor del mundo, y por el simple hecho de que existimos a pesar de ser considerados una minoría, existe una palabra clave que nos definiría, “EXISTIMOS y punto”.

¿Qué pasa cuando la bisexualidad existe pero vivimos en un mundo mayormente monógamo?

Las personas bisexuales no tenemos relaciones ni emocionales ni físicas al mismo tiempo con ambos géneros, siempre se le da la importancia a uno como a la otra persona del sexo opuesto.

También creemos en las leyes y respetamos las leyes que ofrece cada país, las leyes humanas.




¿Qué pasa con las leyes Divinas?

Todas las personas en el mundo sabemos que existen leyes divinas, las leyes escritas en la sagrada escritura donde se habla de lo prohibido que es sostener relaciones sexuales con una persona de tu mismo sexo, según la Biblia, esto es pecado.

Eso se debe respetar, si el resto del mundo sigue estas reglas, está bien, pero así como existen personas que las respetan, habremos otros que no las compartimos, debido a lo que el cuerpo instintivamente nos pide, ¿Qué de malo tendría esto?

Según la institución de la iglesia, es malo, pero si aprendemos a hablar con la verdad, nos daremos cuenta que la verdad os hará libres… y la libertad viene con sus pros y contras.

Hace poco tuve una conversación con un aspirante a diputado del congreso nacional, después de una larga conversación, el me pregunto lo siguiente:



¿Crees tú que de alguna u otra manera podrías estar equivocado?

A lo que le conteste que seguramente que si, al igual que todos los seres humanos, no somos perfectos, y una de nuestras virtudes es equivocarnos, le comente que yo estaba seguro de lo que soy, lo que me gusta y de lo que quiero hacer, pero si de alguna manera yo estaba equivocado, a la única persona a quien podre preguntárselo es a Dios, a nadie más, ni usted, ni el juez ni un abogado ni un sexólogo, ni un teólogo, ni nadie podrá decirme que lo que yo siento está equivocado, solamente Dios, y mientras él no me conteste directamente, yo seguiré haciendo lo que el cómo mi creador me dio, seguir mis instintos y respetar las leyes de mi país, punto.

Solo una persona bisexual entiende a otra persona bisexual, solo una persona con VIH entiende a otra persona con VIH, solo un medico entiende a otro médico, solo alguien con tu misma condición te podrá entender, esa es una ley de vida.


En conclusión, no es cuestión de entendernos, sino aprender a respetarnos mutuamente, no eduquemos a nuestros hijos e hijas con odio, el odio no es adquirido, es aprendido, y usualmente se aprende de los padres de familia.

Para romper un tabú hay que hablar del tabú…


POR: MARIO SCHAUER. ELHERALDO.HN
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA


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