martes, 11 de enero de 2011

MARIA ELENA WALSH.

MI HOMENAJE A UNA DE LAS MAS GRANDE ARTISTAS DE LA ARGENTINA Y DEL MUNDO, QUIEN NO CRECIO CON SUS CANCIONES.
ES PARTE DE NUESTRAS VIDAS.

Las obras infantiles de María Elena Walsh dejaron una huella imperecedera en casi todas las infancias argentinas y del mundo.

Fue única. Con un don precoz para crear con las palabras, que supo trascender las fronteras del idioma y que, aunque la consagró a partir de sus obras para chicos, abarcó un espectro amplísimo.

María Elena fue poeta, escritora, ensayista, dramaturga, música, cantante, compositora y hasta estudió dibujo y pintura en la Facultad de Bellas Artes.

Su muerte, ocurrida ayer en Buenos Aires a los 80 años, cierra un capítulo importante de la cultura popular argentina y eleva su persona a la categoría de mito, con sus numerosas canciones y poemas grabadas para siempre en el inconsciente colectivo argentino.

En los últimos 60 años no hay ningún habitante de este suelo que no haya sido acompañado en su infancia por alguno de los personajes de su variopinta galería: la tortuga Manuelita, la mona Jacinta, el elefante Dailan Kifki, entre tantos.

Pero su obra no se limitaba al universo de los niños. Y su extenso cancionero -que incluye títulos entrañables como “Dame la mano y vamos ya”, “Como la cigarra”, “Serenata para la tierra de uno”, “Zamba de Pepe” y muchos más que dieron tema a la canción de protesta vigente en los años 60- fue difundido por artistas de la talla de Mercedes Sosa, Jairo, el Cuarteto Zupay, Rosa León y hasta Joan Manuel Serrat, por nombrar sólo un puñado.

Dueña de una prolífica carrera que comenzó cuando tenía apenas 15 años, publicó 40 libros dirigidos tanto a niños como a adultos y grabó una veintena de discos.

En la década del 60, además, estrenó en el teatro San Martín “Canciones para mirar”, que luego fue grabada en disco. Y en 1979, en plena dictadura militar, la publicación en la prensa de su famosa carta “Desventuras en el País-Jardín de Infantes” puso en palabras lo que muchos otros no se atrevían ni siquiera pensar, denunciando el atroz autoritarismo del régimen y la falta de reacción social ante las violaciones a los derechos humanos.

En el catálogo de sus obras imperecederas están también “Doña Disparate y Bambuco”. Y los libros “El reino del revés”, “Cuentopos de Gulubú”, “Hecho a mano” y “Juguemos en el mundo”, “Tutú Maramba”, “Zoo Loco”, “Dailan Kifki” y “Novios de antaño”.

Considerada en su momento como “mito viviente” y “prócer cultural”, el escritor Leopoldo Brizuela llegó a decir que "las historias infantiles de María Elena configuran la obra más importante de todos los tiempos en su género, comparable a la Alicia de Lewis Carroll o a Pinocchio; una obra que revolucionó la manera en que se entendía la relación entre poesía e infancia”.

La trayectoria

Nacida en la localidad de Ramos Mejía, en el sur del conurbano bonaerense, el 1 de febrero de 1930, publicó su primer libro cuando apenas tenía 17 años (con poemas que escribía desde los 14 y que ya había publicado en revistas) y le faltaba poco para terminar sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde cursaba dibujo y pintura.

Ese libro se llamó “Otoño imperdonable” y fue el primero de muchos hitos. Se centraba en el dolor provocado por la temprana muerte de su padre y fue elogiado nada menos que por Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo, Pablo Neruda y Juan Ramón Giménez.

Su padre, a quien le dedicó su primer libro, fue un ferroviario inglés que tocaba el piano y cantaba canciones de su tierra, Su madre era una argentina descendiente de andaluces y amante de la naturaleza. Vivían todos en un enorme caserón repleto de rosales, gatos, limoneros y gallineros, donde María Elena creció leyendo historias fantásticas.

A los 19 años ya frecuentaba círculos literarios y universitarios, a la vez que escribía ensayos: en 1949 visitó los Estados Unidos por primera vez, invitada por el escritor Juan Ramón Jiménez quien, famoso por su carácter tiránico, no la trató precisamente bien.

Entre 1951 y 1963 formó el dúo Leda y María junto a Leda Valladares, con quien mantuvo una relación sentimental (ver Sus amores) y entre 1985-1989 fue designada por el presidente Raúl Alfonsín para integrar el Consejo para la Consolidación de la Democracia.

Ella se autodefinía en los últimos años como cupletista, en referencia a "las mujeres con hermosos vestidos fruncidos y con volados que cantaban canciones populares y también picarescas".

En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y, en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires.

Los textos y canciones de María Elena Walsh aportaron una inusual dosis de talento, audacia, compromiso y belleza que alcanzaron a públicos de todas las edades y de varias generaciones.
La obra de esta creadora genial es un muestrario de consecuente construcción de una cultura popular sostenida en la calidad y en la innovación.

Esa premisa que signó sus creaciones alumbra desde un vigente cancionero con una vasta producción supuestamente orientada a los niños, pero de una hechura tan cuidada y notable que excedió a la audiencia infantil.

“Manuelita”, “La vaca estudiosa”, “Canción de Titina”, “El reino del revés”, “La pájara Pinta”, “La canción de la vacuna”, “La reina Batata”, “El twist del Mono Liso”, “Canción para tomar el té”, “En el país de Nomeacuerdo” y “La familia Polilla” son parte de un repertorio que logró que los chicos dejaran de ser los “parientes pobres” de la cultura argentina y recibieran un legado artístico que ha atravesado el tiempo.

Esas canciones, originalmente pensadas para los pibes, abrieron un mundo estético que modificó la escena de la música para niños en Iberoamérica y aún hoy son una referencia contra tanta burda ligereza que golpea a los pequeños convertidos en parte de la cadena de consumo.

Antes de alumbrar ese universo, los primeros palotes musicales los compartió en los 50 con su pareja Leda Valladares, 11 años mayor que ella, quien le enseñó canciones folclóricas de tradición oral del noroeste argentino para conformar un dúo que brilló en París y también llegó a la Argentina para abrir las puertas de unas raíces negadas y ninguneadas.

Ya familiarizada con ese discurso musical fue urdiendo un repertorio de tenor más adulto desde el que bosquejó su compromiso y en el que destacan, entre otros, "La cigarra", "Zamba de Pepe", “Serenata para la tierra de uno”, “Los ejecutivos”, "Vals municipal", “Oración a la Justicia”, “Dame la mano y vamos ya”.

En paralelo se desplegó en su ámbito natural de la literatura publicando, entre otros, “El reino del revés”, "Cuentopos de Gulubú", “Hecho a mano”, “Juguemos en el mundo”, “Tutú Maramba”, "Canciones para mirar", “Zoo Loco”, “Dailan Kifki” y “Novios de antaño”.

El influjo de esa obra llegó a los teatros de la mano de títulos inoxidables como “Canciones para mirar” y “Doña Disparate y Bambuco”, que cada temporada se las ingenian para regresar a las salas y exhibir la vigencia de un discurso estético en el que florecen las palabras y las ideas.

En 1999 "Manuelita la tortuga" llegó al cine, en dibujos animados, de la mano de Manuel García Ferré, convirtiéndose en un éxito de taquilla y un homenaje al personaje más entrañable de la talentosa creadora.

La magnitud de ese trabajo profuso e incansable hizo que en 2008 Gerardo Sofovich dirigiera en su homenaje "Varieté para María Elena", en la sala porteña del Tabarís.

Otro de los innumerables tributos, "Cantamos a María Elena Walsh", quedó plasmado en un disco que grabaron los artistas José Luis Perales, Joan Manuel Serrat, Manuel Wirtz, Patricia Sosa, Los Pericos, Ana Belén, León Gieco, Víctor Heredia, Palito Ortega, Víctor Manuel, Juan Carlos Baglietto, Cuti y Roberto Carabajal, Teresa Parodi, Pedro Aznar y Lito Vitale.


Pinky, los actores Pepe Soriano, Lydia Lamaison, Perla Santalla y China Zorrilla, y los cantantes Jairo, Sandra Mihanovich y Susana Rinaldi se deshicieron ayer en palabras de afecto para recordar a la gran María Elena.

Lamaison, que encarnó a Doña Disparate en la primera puesta de "Doña Disparate y Bambuco" en Canal 7 en los años 60, afirmó ayer que tiene "un recuerdo fantástico de María Elena. Se perdió, además de una gran persona, una gran autora y una gran poeta. Es de esos seres que vivirán para siempre".

La cantante Susana Rinaldi, consideró su deceso como "un golpe en la cabeza" y luego se preguntó "cuántas generaciones ha formado María Elena con una percepción de la sociedad que pocas veces se tiene".

"Era una intelectual de verdad. Una persona íntegra desde todo punto de vista. No necesitaba alardear. La canción que más me llega es ‘Postal de guerra’. Gracias a María Elena entraron por primera vez a la televisión las Madres de Plaza de Mayo".

Mientras que Sandra Mihanovich la definió como "alguien que todos queremos mucho porque nos toca en todas nuestras edades. Además las canciones de María Elena son atemporales. Era alguien extraordinaria. Tenía esa forma de ser donde te daba la sensación de que ella lo sabía todo. Creo que ella está vigente porque la sentimos y la cantamos, está ahí todo el tiempo".

Por su parte la periodista y conductora Pinky, que hacía "Buenos días Pinky" en los 60 por Canal 7 y para el que la Walsh escribía guiones, dijo estar "desolada".

"María Elena, todo lo que escribió para televisión lo escribió para mí. Éramos amigas entrañables, el último tiempo no nos veíamos pero hablábamos por teléfono, yo tengo el juego de té de su abuela. Es alguien a quien he amado, tiene una importancia trascendental en mi carrera y en mi comunicación con la gente. Que la gente la recuerde con alegría", añadió la conductora y hoy diputada.

El actor Pepe Soriano, que trabajó en una de las puestas de "Doña Disparate y Bambuco", consideró que "María Elena cumple el destino de todo ser humano. Le regaló al país una obra maravillosa".

"La muerte es una consecuencia de la vida, ella nos deja la alegría de su obra. Mientras esté en nuestra memoria, María Elena seguirá viva. María Elena era una mujer encantadora, sencilla", manifestó.

Jairo dijo que la muerte de María Elena Walsh lo "entristece profundamente" y sostuvo que la artista será "irreemplazable, inolvidable".

"Es una de las personas que más influencia tuvo en mi vida de artista", subrayó Jairo, ya que compartieron autoría de varias canciones como "El valle y el volcán", "Queda tan lejos" o "Angelito mexicano".

Perla Santalla, que encarnó varias veces a "Doña Disparate" y trabajo en la película "Juguemos en el mundo" que dirigió en 1971 María Herminia Avellaneda, era muy amiga de la Walsh. “Era inteligente, era única, era un ser especial. Era muy reservada también. Ella me hacía escuchar los temas que estaba componiendo. Era una gran poeta también para adultos".

Finalmente la actriz China Zorilla dijo estar desconsolada por el fallecimiento de la escritora y resaltó la forma en que muchas de sus frases pasaron al uso cotidiano.

"Sin darte cuenta, cuando querés decir algo te acordás de una frase de María Elena", sostuvo Zorrilla, y recordó anécdotas sobre las presentaciones de las obras de Walsh, en especial el espectáculo para adultos "Canciones para mirar".

Asimismo hizo hincapié en la combinación de series "disparatadas y graciosas" que marcan su obra y la sorpresa que provocan ciertas construcciones, como "un año dura que un mes".

SUS AMORES.

A lo largo de su vida, María Elena Walsh tuvo tres parejas estables con las que compartió afecto y proyectos.

A los 21 años conoció a la música y folcloróloga tucumana Leda Valladares, 11 años mayor que ella, con quien partió hacia Europa para iniciar un camino de experimentación musical.

En 1952 se instalaron en París, donde cantaban en bares y cafés canciones folclóricas de tradición oral de la región andina de Argentina, como carnavalitos, bagualas y vidalas. Allí se relacionaron con otros artistas como la chilena Violeta Parra, la estadounidense Blossom Dearie, el argentino Atahualpa Yupanqui, y grabaron sus primeros álbumes “Chants d’Argentine” (1954) y “Sous le ciel de l’Argentine” (1955).

Volvieron a la Argentina en 1956 y al año siguiente comenzaron a aparecer las diferencias entre ambas que llevarían a su separación: mientras Leda reivindicaba el valor del indigenismo y del folclore puro, en el sentido de la creación anónima, María Elena se inclinaba por la creación de nuevas expresiones, alimentándose de las raíces folclóricas pero sin estar estrictamente restringidas a ellas, orientándose por los valores de la justicia social, el feminismo y el pacifismo.

En 1958 conoció a la productora y directora de televisión María Herminia Avellaneda, quien le propuso escribir guiones para programas infantiles de TV y le produjo su primer espectáculo teatral. La relación entre ambas duró hasta fines de los años 70.

En los primeros años 80, María Elena inició una relación con la gran fotógrafa argentina Sara Facio, con la que aún convivía.

MENDOZA LA RECUERDA.

"En realidad hacía tiempo que no la veía, pero siempre tuve una relación hermosa con ella aunque en los últimos años nos habíamos distanciado. La conocí en 1983, cuando ella me vino a ver a la presentación de mi primer disco en Buenos Aires, ‘Como un gran viento que sopla’. Se sentó como cualquier espectadora más y la vi sentada a tres metros del escenario. Casi me muero de los nervios. Era una de las personas que más admiraba en mi vida. Luego se fue a mi camarín y me dijo:

‘A mi me gusta mucho lo que grabaste’. Imaginate, se me cayeron las gambas. Yo crecí teniendo una gran admiración, una admiración diría enfermiza hacia ella. Luego nos hicimos amigos y encaramos un proyecto discográfico que lamentablemente nunca llegué a concretar. La idea era cantar canciones de Eladia Blázquez, Teresa Parodi y María Elena Walsh. Pienso que deben sobrar adjetivos, con María Elena hay un antes y un después".

"Es imposible alcanzar ese nivel de picardía, de talento, de ingenio. Supo hacer todo, escribir muy en serio, escribir para niños. No va a ser fácil encontrar una escritora con semejante versatilidad. Sus temas universales sobre la hermandad, la justicia, la libertad, va a ser un discurso que jamás va a morir".

POR: ESILO. DIARIOLOSANDES.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...