El nulo debate sobre la unión civil gay renace en Perú. Pocos políticos se pronuncian sobre proyecto de ley. El arzobispo de Lima de la secta conservadora Opus Dei pide “no hacer una caricatura del matrimonio”
El pasado jueves, el congresista Carlos Bruce entregó al Congreso de Perú una nueva propuesta para establecer la unión civil de personas del mismo sexo, el quinto proyecto de ley sobre el tema en 20 años. Durante los dos últimos Gobiernos peruanos, las iniciativas de ley sobre identidad sexual y derechos de los homosexuales fueron archivadas. Esta vez, las reacciones en contra no se hicieron esperar y vinieron principalmente del arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, y un congresista fujimorista. “Es el odio gay. Me opuse a la ley Bruce y al ingreso de los homosexuales a las FFAA. ¡Los combatiremos!”, dijo el parlamentario Carlos Tubino en uno de los casi cien tuits que ha escrito sobre el tema desde el viernes.
La ley Bruce a la que se refiere Tubino fue un proyecto presentado en 2010 y 2012 que proponía el patrimonio compartido para parejas del mismo sexo. En otros tuits, el legislador fujimorista dice estar convencido de que esta nueva iniciativa “es el primer paso para buscar el matrimonio y luego la adopción. Nuestra sociedad no es liberal, en antigay”, asegura.
La propuesta recién presentada permitiría que los denominados “compañeros civiles”, inscritos en un registro civil, formen una sociedad de bienes gananciales y tengan los mismos derechos que un pariente de primer grado; por ejemplo, la visita a cualquier establecimiento de salud, toma de decisiones en cirugías de emergencia y habitación vitalicia en la casa que compartieron, en caso de fallecimiento de la pareja. Además, contempla que, después de dos años de unión, la pareja de un peruano pueda obtener la nacionalidad peruana si es de origen extranjero. También establece el derecho de recibir protección en caso de violencia familiar.
El sábado pasado, durante su programa de radio semanal, el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, opinó que “no hace falta hacer una caricatura del matrimonio”, y añadió que la propuesta de unión civil es una forma de “poner el zapato en la puerta”, como ocurrió en Italia, España y Francia para luego pedir el “matrimonio igualitario” entre homosexuales.
Pero pocos políticos han optado por entrar voluntariamente en el debate. Consultado por la prensa, el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, se manifestó a favor de la ley mientras que la congresista fujimorista y católica conservadora Martha Chávez ha comentado que está de acuerdo porque la norma no se pronuncia sobre adopción ni sobre el sacramento. “Si no se trata de matrimonio, no tengo ningún inconveniente”, precisó.
La abogada y periodista Rosa María Palacios se sumó al debate vía Twitter y en su programa de radio para rebatir el argumento de Tubino y otros ciudadanos que se muestran en contra y sostienen que los homosexuales pueden realizar contratos sobre patrimonio y herencia. Palacios puso como ejemplo a una pareja que ha vivido 30 años feliz y uno de ellos muere. “¿Y ahora? Aparecen sus herederos legales. Aquellos parientes que lo botaron hace 30 años. Y dejan a su pareja sin el 50% de su patrimonio. ¿Eso es justo? No. ¿Es una situación que se arregla con complicadas estrategias legales? No. Cuando hay herederos forzosos sólo hay un tercio de libre disposición por testamento”, acotó en Twitter la periodista, conocida por ser católica, practicante y defensora del Estado laico.
El artículo cuatro de la Constitución de 1993 defiende la familia y el matrimonio. En julio pasado, la encuestadora Ipsos Perú preguntó a los peruanos si votaría por un candidato que defendiera el matrimonio civil gay: un 76% respondió que no. Sin embargo, el Estado peruano está en falta ante diversos comités de Naciones Unidas por incumplir instrumentos internacionales sobre discriminación y derechos reproductivos que el país ha ratificado.
La ley Bruce a la que se refiere Tubino fue un proyecto presentado en 2010 y 2012 que proponía el patrimonio compartido para parejas del mismo sexo. En otros tuits, el legislador fujimorista dice estar convencido de que esta nueva iniciativa “es el primer paso para buscar el matrimonio y luego la adopción. Nuestra sociedad no es liberal, en antigay”, asegura.
La propuesta recién presentada permitiría que los denominados “compañeros civiles”, inscritos en un registro civil, formen una sociedad de bienes gananciales y tengan los mismos derechos que un pariente de primer grado; por ejemplo, la visita a cualquier establecimiento de salud, toma de decisiones en cirugías de emergencia y habitación vitalicia en la casa que compartieron, en caso de fallecimiento de la pareja. Además, contempla que, después de dos años de unión, la pareja de un peruano pueda obtener la nacionalidad peruana si es de origen extranjero. También establece el derecho de recibir protección en caso de violencia familiar.
El sábado pasado, durante su programa de radio semanal, el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, opinó que “no hace falta hacer una caricatura del matrimonio”, y añadió que la propuesta de unión civil es una forma de “poner el zapato en la puerta”, como ocurrió en Italia, España y Francia para luego pedir el “matrimonio igualitario” entre homosexuales.
Pero pocos políticos han optado por entrar voluntariamente en el debate. Consultado por la prensa, el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, se manifestó a favor de la ley mientras que la congresista fujimorista y católica conservadora Martha Chávez ha comentado que está de acuerdo porque la norma no se pronuncia sobre adopción ni sobre el sacramento. “Si no se trata de matrimonio, no tengo ningún inconveniente”, precisó.
La abogada y periodista Rosa María Palacios se sumó al debate vía Twitter y en su programa de radio para rebatir el argumento de Tubino y otros ciudadanos que se muestran en contra y sostienen que los homosexuales pueden realizar contratos sobre patrimonio y herencia. Palacios puso como ejemplo a una pareja que ha vivido 30 años feliz y uno de ellos muere. “¿Y ahora? Aparecen sus herederos legales. Aquellos parientes que lo botaron hace 30 años. Y dejan a su pareja sin el 50% de su patrimonio. ¿Eso es justo? No. ¿Es una situación que se arregla con complicadas estrategias legales? No. Cuando hay herederos forzosos sólo hay un tercio de libre disposición por testamento”, acotó en Twitter la periodista, conocida por ser católica, practicante y defensora del Estado laico.
El artículo cuatro de la Constitución de 1993 defiende la familia y el matrimonio. En julio pasado, la encuestadora Ipsos Perú preguntó a los peruanos si votaría por un candidato que defendiera el matrimonio civil gay: un 76% respondió que no. Sin embargo, el Estado peruano está en falta ante diversos comités de Naciones Unidas por incumplir instrumentos internacionales sobre discriminación y derechos reproductivos que el país ha ratificado.
La homofobia de cardenal Cipriani enciende polémica y avergüenza
La reacción homófoba del cardenal peruano Juan Luis Cipriani contra un proyecto de ley para legalizar la unión de parejas del mismo sexo, que se apresta a debatir el parlamento, alienta duras críticas en ese país suramericano.
Cipriani, según los críticos, incurrió en homofobia con su rechazo al proyecto, así como al intentar descalificar al autor, el parlamentario Carlos Bruce, acusándolo de usar su curul para justificar o defender su opción sexual.
El agredido se negó a responder por no descender al nivel al que llevaba el cardenal el tema y dijo que solo acepta discutir ideas, además de señalar que no le extraña la reacción del personaje emblema de los sectores más conservadores.
En su programa semanal de radio y televisión, Cipriani, de la secta conservadora Opus Dei, sostuvo que el proyecto es "una caricatura de matrimonio gay" y un paso hacia la consagración de este tipo de unión.
Bruce lo niega y señala que solo se trata de que las uniones entre personas del mismo sexo tengan los mismos derechos que los heterosexuales, como heredar el uno al otro o acogerse al seguro médico del otro, por tener una vida en común.
Del lado de Cipriani se puso el exoficial de la Armada Carlos Tubino, parlamentario del grupo de seguidores del expresidente Alberto Fujimori.
En una red de Internet, Tubino apeló a los principios católicos para afirmar que la mayoría rechaza la unión entre homosexuales, lo que determina que "nuestra sociedad no es liberal, Âíes antigay!".
Que alguien le informe al congresista Carlos Tubino que hace mucho tiempo abandonamos las cavernas. Él aún permanece en la cueva, respondió el jurista Ronald Gamarra.
"Los combatiremos. Lucharemos contra los que buscan degradarnos moralmente y contaminar a nuestras fuerzas armadas", respondió Tubino, aunque Bruce aclaró que su proyecto nada tiene que ver con los militares.
El presidente del Movimiento Homosexual de Lima, Giovanni Infante, recordó que el fujimorismo, al que Cipriani está vinculado, se ha opuesto a cualquier ley de igualdad para los homosexuales y también bloqueó una ley para sancionar con mayor dureza los crímenes de odio.
"Están siendo absolutamente consecuentes: son un grupo político creado para odiar y matar de modo sistemático", señaló Infante.
También el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex) defendió el proyecto de legalización de las uniones entre homosexuales y señaló que busca que solo busca estos tengan los mismos derechos que tienen los heterosexuales casados.
George Liendo, representante de Promsex, explicó que el proyecto reconoce la formación de sociedad de ganancias comunes y su división en caso de divorcio.
Explicó que, de aprobarse la norma, en caso de emergencias médicas, cada miembro de la pareja podrá decidir sobre la atención al otro, como familiar directo, y si uno de ellos es extranjero podrá tomar la nacionalidad peruana, lo que se aplica a parejas heterosexuales.
Liendo recordó que el proyecto es el cuarto intento en 20 años de legalizar las uniones homosexuales. El primero lo presentó en 1993 el congresista de izquierda Julio Castro, lo que motivó una reacción conservadora tan furibunda que impidió su debate.
Daniel Parodi, columnista de un diario local, comentó que el proyecto no llega a la profundidad de otros países, que han legalizado el matrimonio gay y hasta le han reconocido el derecho de adopción, y solo otorga derechos recíprocos a una pareja del mismo sexo, lo que no contradice a la religión.
El analista pregunta si el conservadurismo católico pretende invisibilizar a los homosexuales y negarles los derechos civiles más elementales debido a su opción sexual.
"¿Acaso la sociedad civil interfiere en las reglas de la Iglesia que es finalmente un foro privado?", añade el comentarista.
En medio del debate han surgido propuestas que, para evitar las reacciones contra la legalización de la unión homosexual, plantean que la proyectada norma no mencione a esta sino que hable de las uniones entre personas, incluyendo a las de familiares o amigos.
Liurka Otsuka, jurista de Promsex, reconoció que las reacciones conservadoras pueden indicar que no hay condiciones para el avance de los derechos de los homosexuales, pero es necesario seguir la lucha por la igualdad plena y para todos.
POR: Jacqueline Fowks - ELPAIS.COM
Manuel Robles Sosa (PL) - ARGENPRESS.INFO
FOTOGRAFÌAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA
La reacción homófoba del cardenal peruano Juan Luis Cipriani contra un proyecto de ley para legalizar la unión de parejas del mismo sexo, que se apresta a debatir el parlamento, alienta duras críticas en ese país suramericano.
Cipriani, según los críticos, incurrió en homofobia con su rechazo al proyecto, así como al intentar descalificar al autor, el parlamentario Carlos Bruce, acusándolo de usar su curul para justificar o defender su opción sexual.
El agredido se negó a responder por no descender al nivel al que llevaba el cardenal el tema y dijo que solo acepta discutir ideas, además de señalar que no le extraña la reacción del personaje emblema de los sectores más conservadores.
En su programa semanal de radio y televisión, Cipriani, de la secta conservadora Opus Dei, sostuvo que el proyecto es "una caricatura de matrimonio gay" y un paso hacia la consagración de este tipo de unión.
Bruce lo niega y señala que solo se trata de que las uniones entre personas del mismo sexo tengan los mismos derechos que los heterosexuales, como heredar el uno al otro o acogerse al seguro médico del otro, por tener una vida en común.
Del lado de Cipriani se puso el exoficial de la Armada Carlos Tubino, parlamentario del grupo de seguidores del expresidente Alberto Fujimori.
En una red de Internet, Tubino apeló a los principios católicos para afirmar que la mayoría rechaza la unión entre homosexuales, lo que determina que "nuestra sociedad no es liberal, Âíes antigay!".
Que alguien le informe al congresista Carlos Tubino que hace mucho tiempo abandonamos las cavernas. Él aún permanece en la cueva, respondió el jurista Ronald Gamarra.
"Los combatiremos. Lucharemos contra los que buscan degradarnos moralmente y contaminar a nuestras fuerzas armadas", respondió Tubino, aunque Bruce aclaró que su proyecto nada tiene que ver con los militares.
El presidente del Movimiento Homosexual de Lima, Giovanni Infante, recordó que el fujimorismo, al que Cipriani está vinculado, se ha opuesto a cualquier ley de igualdad para los homosexuales y también bloqueó una ley para sancionar con mayor dureza los crímenes de odio.
"Están siendo absolutamente consecuentes: son un grupo político creado para odiar y matar de modo sistemático", señaló Infante.
También el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex) defendió el proyecto de legalización de las uniones entre homosexuales y señaló que busca que solo busca estos tengan los mismos derechos que tienen los heterosexuales casados.
George Liendo, representante de Promsex, explicó que el proyecto reconoce la formación de sociedad de ganancias comunes y su división en caso de divorcio.
Explicó que, de aprobarse la norma, en caso de emergencias médicas, cada miembro de la pareja podrá decidir sobre la atención al otro, como familiar directo, y si uno de ellos es extranjero podrá tomar la nacionalidad peruana, lo que se aplica a parejas heterosexuales.
Liendo recordó que el proyecto es el cuarto intento en 20 años de legalizar las uniones homosexuales. El primero lo presentó en 1993 el congresista de izquierda Julio Castro, lo que motivó una reacción conservadora tan furibunda que impidió su debate.
Daniel Parodi, columnista de un diario local, comentó que el proyecto no llega a la profundidad de otros países, que han legalizado el matrimonio gay y hasta le han reconocido el derecho de adopción, y solo otorga derechos recíprocos a una pareja del mismo sexo, lo que no contradice a la religión.
El analista pregunta si el conservadurismo católico pretende invisibilizar a los homosexuales y negarles los derechos civiles más elementales debido a su opción sexual.
"¿Acaso la sociedad civil interfiere en las reglas de la Iglesia que es finalmente un foro privado?", añade el comentarista.
En medio del debate han surgido propuestas que, para evitar las reacciones contra la legalización de la unión homosexual, plantean que la proyectada norma no mencione a esta sino que hable de las uniones entre personas, incluyendo a las de familiares o amigos.
Liurka Otsuka, jurista de Promsex, reconoció que las reacciones conservadoras pueden indicar que no hay condiciones para el avance de los derechos de los homosexuales, pero es necesario seguir la lucha por la igualdad plena y para todos.
POR: Jacqueline Fowks - ELPAIS.COM
Manuel Robles Sosa (PL) - ARGENPRESS.INFO
FOTOGRAFÌAS: WEB
ARREGLOS: ALBERTO CARRERA
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