Así queda el poder gay en EEUU tras las elecciones
Tras anunciarse los resultados electorales del 6 de Noviembre, la comunidad LGBT de Estados Unidos sintió un alivio; su lucha por la igualdad se afianzó en nuevos pilares y ganó visibilidad gracias a cientos de puestos ganados en contiendas nacionales, estatales y locales.
Tras anunciarse los resultados electorales del 6 de Noviembre, la comunidad LGBT de Estados Unidos sintió un alivio; su lucha por la igualdad se afianzó en nuevos pilares y ganó visibilidad gracias a cientos de puestos ganados en contiendas nacionales, estatales y locales.
Por primera vez en Washington DC una silla del senado será ocupada por una lesbiana: Tammy Baldwin, actual representante de Wisconsin. Y el puesto por el distrito congresional 2 que Baldwin dejará vacante será ocupado por Mark Pocan, también gay. El próximo congreso tendrá más representantes abiertamente homosexuales, pues además de Pocan estarán Sean Patrick Maloney de Nueva York, Mark Takano de California, David Cicilline de Rhode Island y Jared Polis de Colorado. En el 114to Congreso que juramentará en Enero habrá también otro estreno: Kyrsten Sinema de Arizona será la primera representante bisexual de la cámara baja. El espacio que abrió el Rep. Gerry Studds en 1983 no se cerrará con el retiro del Rep. Barney Frank en el 2013.
La organización “Gay and Lesbian Victory Fund” informó que, de los 181 candidatos de este Noviembre a los que la organización apoyó, 120 ganaron. 73 de ellos juramentarán en sus cargos como asambleístas estatales, algunos de ellos son de origen hispano.
Pero aparte de la futura presencia de homosexuales en capitolios locales y estatales, la otra victoria de la que todavia hoy se habla es la que se obtuvo en los cuatros estados donde las boletas incluyeron propuestas o preguntas sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo. Y es que desde 1998 el tema del matrimonio homosexuales se sometió a votación unas 30 veces en varios estados y siempre había salido derrotado en las urnas.
En este 2012, Maine y Maryland los aprobaron y en el estado de Washington los electores ratificaron con su voto la ley R74 que no había entrado en vigencia. En Minnesota los electores se pronunciaron en contra de una enmienda a la constitución estatal que los hubiera prohibido. Esta es la primera vez que los electores le dan el sí al “gay marriage” en las urnas pues antes se hizo a nivel de legislaturas estatales.
Con Maine, Maryland y Washington ya son 10 las jurisdicciones donde las parejas del mismo sexo pudieran casarse si así lo desean. Las otras son Nueva York, Connecticut, Iowa, Massachussets, New Hampshire, Vermont y DC.
Las páginas en internet de organizaciones y activistas, que por años han dedicado esfuerzo y dinero en campañas por la igualdad de derechos, reiteran que éstos y otros resultados electorales reflejan la evolución de una nación hacia mejores niveles de tolerancia y entendimiento.
Uno de quienes han mostrado esa evolución ha sido el presidente Obama. Después de primero decir que no estaba de acuerdo con los matrimonios homosexuales, el presidente pasó en el 2010 a un “a lo mejor”. Ya a finales de ese año agregaba expresaba: “mis sentimientos respecto al tema han ido evolucionando”. Meses más tarde, cuando Nueva York aprobó los matrimonios homosexuales Obama dijo “los gay, las lesbianas y los transgéneros son nuestros hermanos, nuestras hermanas, nuestros hijos, nuestros primos, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo”.
Esta validación fue importante como lo fue la iniciativa de su gobierno de proponer eliminar del ejército el “Don’t ask, Don’t tell”. Al quedar sin vigencia la política del “No Digas”, cientos rompieron el silencio, otros se casaron con sus parejas, muchos se reenlistaron. Hay 4,500 inscritos en la asociación OutServe para el personal LGBT de servicio en las fuerzas armadas.
Pero este no es el final de la lucha por la igualdad, porque lo que se logró en Maine, Maryland y Washington –y antes en otros estados- es un derecho local que no tiene validez nacional. A consecuencia de la ley de defensa del matrimonio (DOMA) las parejas homosexuales casadas no disfruta de todos los derechos conyugales que tienen los heterosexuales. Si en un pareja homosexual uno fallece, el sobreviviente no puede disfrutar de su pensión, o ser beneficiario del seguro social, o del seguro de veteranos entre muchisimos otros. Un matrimonio homosexual no recibe las mismas consideraciones migratorias que una heterosexual; por ejemplo un ciudadano gay no puede solicitar el estatus de residente para su pareja aunque estén legalmente casados. En un matrimonio homosexual se paga más por beneficios como el seguro médico.
Damián Pardo -de la organización Save Dade- dijo en una entrevista para el noticiero Univision: En este momento hay 1,144 beneficios a las que las parejas homosexuales no tienen derecho; lo que falta es el nivel federal y eso es realmente ahora lo más importante, porque no tener la habilidad de proteger a la persona que quieres es una injusticia”.
Esta injusticia pudiera ser resuelta por la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos que antes de que termine noviembre empezará a revisar dictámenes de otras cortes que favorecieron el matrimonio gay, incluyendo la decisión de la Corte del 9no. Circuito que expresó que fue incosntitucional la enmienda en California para eliminar los matrimonios gay que ya se celebraban en el estado. A la revisión que harán los magistrados se anexaron también una decena de peticiones para que el Supremo defina cuáles son los derechos conyugales de los homosexuales y si pueden limitarse.
El dictamen final de la CSJ quedaría pendiente para el próximo año, y a él estarán atentos millones de adultos LGBT de la nación; el Williams Institute de UCLA los estima en casi 9 millones. La encuestadora Gallup informó que 3,6% de la población se identifica como gay, lesbiana, bisexual o transgénero; el porcentaje entre los hispanos es ligeramente más alto: un 4%.
POR: Elizabeth Cotte / UNIVISION.COM
ARREGLO FOTOGRÀFICO: ALBERTO CARRERA
La organización “Gay and Lesbian Victory Fund” informó que, de los 181 candidatos de este Noviembre a los que la organización apoyó, 120 ganaron. 73 de ellos juramentarán en sus cargos como asambleístas estatales, algunos de ellos son de origen hispano.
Pero aparte de la futura presencia de homosexuales en capitolios locales y estatales, la otra victoria de la que todavia hoy se habla es la que se obtuvo en los cuatros estados donde las boletas incluyeron propuestas o preguntas sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo. Y es que desde 1998 el tema del matrimonio homosexuales se sometió a votación unas 30 veces en varios estados y siempre había salido derrotado en las urnas.
En este 2012, Maine y Maryland los aprobaron y en el estado de Washington los electores ratificaron con su voto la ley R74 que no había entrado en vigencia. En Minnesota los electores se pronunciaron en contra de una enmienda a la constitución estatal que los hubiera prohibido. Esta es la primera vez que los electores le dan el sí al “gay marriage” en las urnas pues antes se hizo a nivel de legislaturas estatales.
Con Maine, Maryland y Washington ya son 10 las jurisdicciones donde las parejas del mismo sexo pudieran casarse si así lo desean. Las otras son Nueva York, Connecticut, Iowa, Massachussets, New Hampshire, Vermont y DC.
Las páginas en internet de organizaciones y activistas, que por años han dedicado esfuerzo y dinero en campañas por la igualdad de derechos, reiteran que éstos y otros resultados electorales reflejan la evolución de una nación hacia mejores niveles de tolerancia y entendimiento.
Uno de quienes han mostrado esa evolución ha sido el presidente Obama. Después de primero decir que no estaba de acuerdo con los matrimonios homosexuales, el presidente pasó en el 2010 a un “a lo mejor”. Ya a finales de ese año agregaba expresaba: “mis sentimientos respecto al tema han ido evolucionando”. Meses más tarde, cuando Nueva York aprobó los matrimonios homosexuales Obama dijo “los gay, las lesbianas y los transgéneros son nuestros hermanos, nuestras hermanas, nuestros hijos, nuestros primos, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo”.
Esta validación fue importante como lo fue la iniciativa de su gobierno de proponer eliminar del ejército el “Don’t ask, Don’t tell”. Al quedar sin vigencia la política del “No Digas”, cientos rompieron el silencio, otros se casaron con sus parejas, muchos se reenlistaron. Hay 4,500 inscritos en la asociación OutServe para el personal LGBT de servicio en las fuerzas armadas.
Pero este no es el final de la lucha por la igualdad, porque lo que se logró en Maine, Maryland y Washington –y antes en otros estados- es un derecho local que no tiene validez nacional. A consecuencia de la ley de defensa del matrimonio (DOMA) las parejas homosexuales casadas no disfruta de todos los derechos conyugales que tienen los heterosexuales. Si en un pareja homosexual uno fallece, el sobreviviente no puede disfrutar de su pensión, o ser beneficiario del seguro social, o del seguro de veteranos entre muchisimos otros. Un matrimonio homosexual no recibe las mismas consideraciones migratorias que una heterosexual; por ejemplo un ciudadano gay no puede solicitar el estatus de residente para su pareja aunque estén legalmente casados. En un matrimonio homosexual se paga más por beneficios como el seguro médico.
Damián Pardo -de la organización Save Dade- dijo en una entrevista para el noticiero Univision: En este momento hay 1,144 beneficios a las que las parejas homosexuales no tienen derecho; lo que falta es el nivel federal y eso es realmente ahora lo más importante, porque no tener la habilidad de proteger a la persona que quieres es una injusticia”.
Esta injusticia pudiera ser resuelta por la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos que antes de que termine noviembre empezará a revisar dictámenes de otras cortes que favorecieron el matrimonio gay, incluyendo la decisión de la Corte del 9no. Circuito que expresó que fue incosntitucional la enmienda en California para eliminar los matrimonios gay que ya se celebraban en el estado. A la revisión que harán los magistrados se anexaron también una decena de peticiones para que el Supremo defina cuáles son los derechos conyugales de los homosexuales y si pueden limitarse.
El dictamen final de la CSJ quedaría pendiente para el próximo año, y a él estarán atentos millones de adultos LGBT de la nación; el Williams Institute de UCLA los estima en casi 9 millones. La encuestadora Gallup informó que 3,6% de la población se identifica como gay, lesbiana, bisexual o transgénero; el porcentaje entre los hispanos es ligeramente más alto: un 4%.
POR: Elizabeth Cotte / UNIVISION.COM
ARREGLO FOTOGRÀFICO: ALBERTO CARRERA
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